El gran comedor estaba decorado con cientos de calabazas con velas dentro, una bandada de murciélagos revoloteaban y muchas serpentinas de color naranja caían del techo como culebras de río. Athena había bajado un poco tarde, se dirigió a la mesa de los Gryffindor.
−Nos preguntábamos si bajarías –dijo Hermione con una sonrisa.
−Lo siento, se me hizo un poco tarde –dijo Athena, disculpándose con ellos.
−Aquí tienes –dijo Ron−. Hemos traído todos los que pudimos.
Una bolsa de caramelos brillantes se colocó frente a Athena.
−Gracias –dijo Athena, mientras tomaba una varita de regaliz.
La comida estuvo deliciosa. Incluso Hermione y Ron, que estaban llenos por los dulces de Honeydukes, repitieron.
− ¿De que estaban hablando? –preguntó Athena, mientras veía a Harry, que miraba mucho hacía la mesa de profesores.
−Estuve con Lupin –dijo Harry, mirando a Athena−. Y entró Snape
Athena asintió para que continuara, mientras sorbía un poco de su jugo de calabaza. Le contó lo de la copa. Una copa de la cual salía un poco de humo. Athena se atragantó.
−Lupin, ¿se la bebió? –exclamó Athena. Su mirada se dirigió hacia la mesa de profesores. Su mirada se posó primero en Lupin, parecía alegre y más sano que nunca. Hablaba con el jefe de su casa, el profesor Flitwick. Athena recorrió la mesa, hasta llegar al lugar donde se encontraba el profesor Snape. Éste la estaba mirando, Athena frunció el ceño con confusión y éste le lanzó una sonrisa burlesca. Sin pensarlo Athena se levantó de golpe de la mesa.
El profesor Snape se levantó de manera inconsciente. Athena miró hacia el profesor Lupin, éste igual se había puesto de pie. Su mirada iba de uno hacia el otro, mientras que el profesor Dumbledore miraba la escena con aire curioso.
−Athena –llamó Hermione, todos en el Gran Comedor miraban a Athena−. Siéntate, todos te están mirando –dijo con preocupación.
−Lo siento, chicos, tengo que irme –dijo Athena, mientras tomaba su bolsa de caramelos−. Nos vemos luego.
Athena salió del Gran Comedor, su respiración se había agitado. Sólo había un lugar a donde ir, a la oficina de Dumbledore. Antes, se detuvo, observando la luna. Sus especulaciones eran peligrosas en ese momento. Una voz calma, hizo que girase su cabeza.
−Athena, querida –era el profesor Dumbledore−. ¿Ocurre algo?
−Sólo quería un poco de aire, es todo –dijo Athena con una media sonrisa.
−Es eso, ¿o tiene que ver con algún profesor? –preguntó el profesor Dumbledore, con cierta curiosidad.
−Profesor, ¿por qué he empezado con la poción matalobos?−preguntó Athena con confusión. Todo le indicaba que Lupin era un hombre lobo, su boggart, sus cicatrices y la poción
−Athena, tienes una mente muy ágil e inteligente –dijo el profesor Dumbledore, postrándose a su lado−. Tanto, qué, ya lo habrás descifrado.
Athena miró al profesor, tenía una media sonrisa y miraba hacia la luna.
−El profesor Lupin no sabe que tú hiciste la poción, Athena –dijo Dumbledore con tranquilidad.
−No creo que le agrade saber que yo lo sé, profesor –dijo Athena, un poco apenada.
−Creo −el profesor Dumbledore fue interrumpido.
−Profesor Dumbledore –se escuchó la gélida voz del profesor Snape.
![](https://img.wattpad.com/cover/218780740-288-k832022.jpg)
ESTÁS LEYENDO
A Black's Desire
FanficAthena Saiph Black, con todas las habilidades dignas de una Ravenclaw, a excepción de una; meterse en problemas. Su vida dio un giro completo al escuchar que su padre, Sirius Black había escapado de Azkaban. En su tercer año en el Colegio Hogwarts...