A Black's Desire

Capítulo 36

Holaaa :) espero estén bien y estén disfrutando del fic hasta ahora. Quería agradecerles por su apoyo, ya son 7k lecturas!! Gracias por sus votos y comentarios, les mando un gran abrazo 🥰 ☺️

El comienzo del mes de diciembre llevó a Hogwarts vientos y tormentas de agua nieve. Si siempre en épocas de navidad el castillo resultaba frío, ahora con corrientes de viento por el pasillo se agradecía que las chimeneas estuvieran encendidas.

Desde la primera prueba, Harry puso al tanto a Sirius de todo lo que pasó y Harry le contó a Athena que le había pedido cierta precaución con Karkarov.

− ¿Qué hay de malo? –preguntó Athena mientras fruncía el ceño confundida.

−Era un mortífago –murmuró Harry sólo para que ella escuchara−, y nadie deja de serlo.

Athena asintió con lentitud y lanzó una mirada hacia la mesa de los profesores. Karkarov se encontraba hablando hacia el profesor Snape, pero éste último parecía ignorarlo. Desvío su mirada de la mesa, tan pronto como Snape la miró.

−No lo sé, si fuera peligroso, Dumbledore no lo hubiera dejado pisar el castillo –dijo Athena con una mueca.

De pronto se escuchó el ojear de un periódico. Era Hermione, quien agitó con furor su copia del Profeta.

− ¡No lo puedo creer! ¡Lo ha vuelto hacer! –dijo Hermione algo molesta.

Harry, Athena y Ron le lanzaron unas miradas de confusión. Ocasionando un suspiro irritado de Hermione.

«La señorita Granger, una chica común pero ambiciosa está desarrollando un gusto por magos famosos. Su última presa, según nos dicen no es nada menos que el bombón búlgaro, Viktor Krum. Aún no se sabe cómo Potter ha tomado esta decepción amorosa.»

Leyó con molestia Hermione, pero Athena le lanzó una media sonrisa.

−Bueno, Viktor... –dijo Athena curiosa. Hermione soltó un suspiro.

−No es nada –aclaró Hermione, mientras doblaba el diario sin repararse en romperlo.

Siguieron desayunando, sin decirle nada a Hermione. No querían que se enojara con ellos. Unos minutos después, un alumno de Gryffindor se acercó hacia ellos, cargando un gran paquete.

−Le llegó un paquete, señor Weasley –dijo el pequeño, mientras le entregaba el paquete a Ron.

−Gracias, Nigel –dijo Ron con amabilidad, mientras colocaba el paquete en la mesa.

Athena frunció el ceño al ver que el pequeño no se iba de la mesa, Hermione miró a Athena. Ella se encogió de hombros y Hermione se aclaró la voz, llamando la atención de Ron. Todos se giraron a ver a Nigel, que sostenía una libreta.

− ¿Puedo? –preguntó hacia Ron, ganándose otras miradas confusas de sus amigos.

−Ahora no, Nigel. Luego –dijo Ron hacia el chico, que se quedó mirando hacia Harry−. Vete.

Nigel sonrió de lado y se alejó de donde ellos estaban.

Hermione le lanzó una mirada a Ron, inquiriendo una explicación. Ron soltó un suspiro.

−Le dije que le conseguiría un autógrafo de Harry –dijo Ron, mientras comenzaba a abrir su paquete.

Athena soltó una ligera risa y continuó desayunando.

−Oh, mamá fue la que me lo envió –dijo Ron un poco emocionado. Harry le ayudó a que abriera más rápido el paquete. Ron sacó una tela de un color opaco, la miró con extrañeza y decidió extenderla−. Me envío un vestido –dijo Ron extrañado.