8

745 107 84
                                    

Hongjoong entró a la habitación en silencio. Jongho había subido las bolsas con el equipaje y estaba desempacando su ropa en el armario. Notó la presencia del mayor pero aún así no le dirigió la mirada, sólo continuó haciendo lo suyo mientras ignoraba su presencia.

—¿Vas a seguir sin explicarme a qué se debe todo eso que acaba de pasar?

Jongho no contestó.

—Sabes que no me gusta que las cosas estén así entre nosotros. Incluso estoy haciendo todo lo posible por no alterarme con tu actitud... Hagamos esto de forma civilizada, sólo cuéntame. No tienes a nadie más, no te pongas así conmigo...

—Déjame tranquilo —Jongho finalmente habló, aún sin mirar al rubio. Sabía que estaba siendo impertinente, pero en esos momentos no tenía los más mínimos deseos de ser interrogado por nadie, y menos con respecto a lo que acaba de pasar.

—Jongho... ¿tiene algo que ver con ese humano? Pude notarlo, no nací ayer...

—No tiene nada que ver con ese humano, Hongjoong.

—Primero me contestas y luego me mientes. ¿Qué sigue?

Hongjoong permanecía con los brazos cruzados sobre su pecho, la espalda contra la puerta. No quería acercarse a Jongho, al menos no mientras no supiera lo que sucedía.

El omega estaba actuando de forma muy sensible, no quería que su olor lo alterara más de alguna manera. Jongho cerró la puerta del armario y caminó por la habitación en búsqueda de la ropa de cama para tender los desnudos colchones.

—¿En serio no vas a hablar conmigo, Jongho? Es muy obvio que te sucedió algo. Si no estás dispuesto a confiar en mí, ¿en quién más lo harás? Te conozco de casi toda tu vida, creo que al menos merezco tu confianza. He sido yo quien ha estado a tu lado durante los momentos más importantes. ¿Eso no ha significado nada para ti?

—Deja de hacerme chantaje emocional —Jongho dejó de caminar y protestó, casi al borde de las lágrimas—. Si no te lo quiero decir es porque no quiero enfrentarlo. No quiero admitir que es real. Decírtelo equivale a confirmarlo, y no quiero hacerlo.

—Ho... —el mayor finalmente se acercó, tratando de calmar su olor lo más posible. Se estaba temiendo una noticia bastante desagradable, y si ese era el caso, su olor sólo empeoraría las cosas.

—No, no me hables así. Ya te he dicho que no pasa nada.

—Jongho, no puedes seguir en negación. Sí pasa algo. Mientras más rápido lo admitas, más fácil será lidiar con eso. Dime... ¿qué te pasa con ese humano?

—Nada —el Choi fijó su vista en el suelo, luchando porque las lágrimas no se le escaparan. Hongjoong se acercó aún más, sujetando sus brazos aún sin saber si debía abrazarlo o no.

—Dime.

—No, Hong...

—Sólo hazlo. ¿Qué tan malo puede ser?

—Ese es el problema, no se me ocurre algo peor.

El rubio guardó silencio, atento a las palabras del menor.

—Ese humano... creo que es mi alfa.

En ese instante, Hongjoong sintió como si le hubieran arrojado un balde de agua fría. Las manos que sostenían al pelinegro perdieron su fuerza y cayeron a ambos lados de su cuerpo, inertes. El hecho de que estuviera sospechando algo así no quería decir que la noticia no fuera perturbadora.

—¿Es en serio, Jongho?

El omega asintió, aún tratando de contener las ganas de llorar. Se mordía el labio con fuerza, obviamente frustrado y triste. En ese momento había tantas cosas en su mente, tantas...

No Pets Allowed! | 2HoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora