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—Te dije que todo iba a ir de maravilla —Wooyoung frotó sus manos juntas, alegre, mientras veía como Jongho le daba una ojeada a las fotografías que le habían tomado. El menor aun no podía procesar todo lo que había sucedido en menos de cuatro horas. Literalmente, lo habían maquillado, peinado y vestido de casi siete formas distintas. La sesión fotográfica había sido agotadora, aun si solo era de prueba. Según palabras del fotógrafo, la cámara "lo adoraba" y todos habían estado de acuerdo con él, principalmente Wooyoung, quien lo miraba desde afuera del set, con una mirada de madre orgullosa.

Después de eso apenas y había podido corresponder a todos los halagos y saludos que le hicieron los trabajadores de la tienda. Además, a sus pies, en el suelo del auto, estaban todas las bolsas donde llevaba el montón de ropa que le habían regalado.

—En las fotos casi parezco otra persona —comentó, mirándolas de nuevo.

—Incluso yo me sorprendí con lo bien que te ves en las fotografías —Wooyoung se inclinó para mirar también—. Tus expresiones son las mejores, y la ropa te queda genial. Nos has caído del cielo, en serio.

—¿Esto significa que tengo que seguir haciéndolo? —Jongho buscó la mirada del zorro.

—Sí, no creo que después de esto no te escojan. Pero ya te dije que no te tenías que preocupar.

—Hmm, no me preocupa... bueno, ya no tanto. Fue divertido —se encogió de hombros—. Supongo que no me molesta seguir haciéndolo.

—Por supuesto, además... —Wooyoung movió las bolsas con sus manos—, te han regalado un montón de cosas geniales.

—Sí —Jongho intentó sonar alegre—. Hongjoong hyung se va a alegrar mucho cuando lo sepa... como que no tenemos mucha ropa.

—Ho... —Wooyoung notó que había algo extraño—. ¿Qué te pasa? No suenas tan feliz como deberías estar.

—No puedo dejar de pensar en Yunho... estaba demasiado extraño esta mañana —le devolvió el móvil a Wooyoung y se quedó mirando el vacío, pensativo.

—Ya te dije que no le dieras importancia a eso, Ho —quiso tranquilizarlo.

—No puedo evitarlo, es mi alfa.

—Pero es un humano. Sabes que los humanos tienen un montón de idioteces en su cabeza, su ánimo cambia por cualquier cosa y no hay manera de adivinar por qué.

—Yunho no es tan inestable.

—Solo lo conoces hace un par de meses. No tienes manera de saberlo.

—Creo que me he acostado con él suficientes veces como para saber su forma de ser —Jongho lo miró de reojo.

—Bueno, eso no te lo voy a discutir —Wooyoung alzó sus manos a modo de rendición—. Ustedes sabrán... de todos modos, estoy seguro de que no es nada.

Jongho guardó silencio y siguió mirando por la ventana. Ya iban de vuelta a casa, aun era temprano, justo como le había dicho a Yunho. Sin embargo, con cada segundo que pasaba, su ansiedad iba en aumento. El olor mustio del humano no salía de su mente. Sabía que algo estaba molestándolo, su alfa no era alguien que perdiera la ecuanimidad fácilmente. Cuando estaba así era porque tenía sus razones.

Y el problema era que las posibles hipótesis que surgían en su mente eran demasiado aterradoras para imaginárselas siquiera.

Había estado todo el día dándole vueltas al asunto, pensando en alguna forma mediante la cual Yunho pudiera haber averiguado la verdad. Él estaba siendo cuidadoso, estaba tomando las medicinas para sus atributos, estaba tratando por todos los medios de mantener sus instintos bajo control, incluso tomaba supresores de vez en cuando para ayudarle con sus desordenes hormonales. Realmente se estaba dejando el pellejo en ese secreto, porque no quería perder lo poco que tenía con Yunho y, sobretodo, porque no quería lastimar al humano.

No Pets Allowed! | 2HoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora