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Wooyoung se bajó del taxi con total resolución. No pensaba dejar que San se saliera con la suya, y ya le estaba empezando a mosquear la forma en la que, poco a poco, lo dejaba meterse en su vida. No, él era Wooyoung. Él no era el omega sumiso de nadie.

Y se lo iba a demostrar.

Entró al salón con paso decidido, enseguida una de las estilistas lo reconoció.

—¡Hola, Woo! —lo saludó con mucha efusividad mientras lavaba el cabello de una cliente—. Tienes que ver el nuevo tinte verde que tenemos. Conociéndote, seguro que te va a encantar. ¿Quieres comprar?

—No —Wooyoung respondió a secas—. Me teñiré aquí —la chica sonrió.

—¿Te darás verde entonces?

—No. Negro. Tíñelo todo de negro.

...

Mingi se despertó con el incesante sonar de su teléfono. Al principio, la música le había parecido algo distante, como un sonido lejano en medio de su sopor. Pero, después de un rato, no pudo ignorarlo. Abrió sus ojos, algo molesto ya, y sin siquiera fijarse en quién era, contestó la llamada.

—¿Qué?

Mingi... —era la voz de su hermana mayor. Eso terminó de despertar a Mingi, quien se irguió sobre la cama y se aclaró la voz.

—¿Qué quieres?

Papá quiere que vengas a hablar con él. No puedes simplemente recoger tus cosas e irte. Piensa...

¿En qué dirán los vecinos? ¿La opinión pública? Eso no me importa. Creo que ya lo tenías claro.

No seas testarudo, Mingi. ¿En serio vas a abandonar tu familia por un animalejo de esos?

Mingi se mordió el labio y suspiró antes de contestar.

Ese "animalejo" está durmiendo al lado mío —Mingi miró el rostro durmiente de Yeosang y acarició su cabello, descubriendo la marca de sus dientes en el pálido cuello del omega—. Ya está hecho.

—¿De qué estás hablando?

No creo que lo vayas a entender. A todas estas, simplemente tienes que saber que estoy en una relación con él.

Tienen que romper, Mingi. ¡No seas imbécil y date cuenta de que eso no tiene sentido! No importa que seas... gay, hoy en día eso no tiene tanta importancia. Pero, por favor Mingi, no hagas a esta familia pasar por esa vergüenza. ¡Aunque te vayas de la casa sigues siendo un Song!

Quítenme del registro.

¿Qué va a pensar la gente si te quitamos del registro?

¡Entonces digan que me morí! ¡Mierda! ¿No te das cuenta que la gente no vive con nosotros? ¡Hablarán de eso dos o tres y días y después lo olvidarán! ¡Los rumores desaparecerán! ¡Lo que no va a desaparecer son mis heridas, o las tuyas, las de mamá! ¡Esas estarán ahí para siempre!

—¿Mingi? —Yeosang se removió al escuchar la voz exaltada del mayor.

—... Ya te dije que yo no voy a sacrificar mi felicidad por la opinión de personas a quienes lo único que le importa es hablar mal de los demás.

Yeosang frunció el ceño al escuchar aquello y se levantó un poco, dedicándole una mirada somnolienta y preocupada a su mayor.

Mingi, podrías decir eso si fueras un cualquiera, pero no lo eres. Tienes que pensar en la carrera de tu padre. ¿Tienes idea de cuantos votos perderá si se sabe lo que has estado haciendo? Harán un festín burlándose de eso.

No Pets Allowed! | 2HoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora