[¡Hola! Lo siento por desaparecer por algunos días, estuve un poquito complicada, pero ya estoy de vuelta. Como el capítulo anterior fue más centrado en Rin, ahora le tocó a Sesshomaru. Ojalá les guste, se los dejo...💕]
***
- ¿Qué tanto hablaste con Rin? - preguntó el peliblanco al entrar en la ostentosa oficina de su padre.
- Si tuviera pensado decírtelo, no te habría pedido que nos dejaras solos en primer lugar - respondió calmadamente desde su escritorio, sin inmutarse con aquella irrupción, ni levantar su mirada de los papeles que revisaba.
- Tsk. No juegues Toga, no estoy de humor.
- ¿Y cuándo lo estás? - le cuestionó con una leve sonrisa, viéndolo por encima de sus anteojos de lectura - ¿Ya te vas? - le preguntó al verlo listo para salir y luego negó con un suspiro al no recibir respuesta alguna y ver su mirada desafiante - Sólo le pedí disculpas por lo ocurrido y revisamos cosas de rutina para estos casos.
Sacó de su cajón la carta de disculpas firmada por ella y se la extendió.
- ¿Le hiciste firmar un maldito acuerdo de confidencialidad? - preguntó molesto.
- Es lo que hubiese hecho con cualquiera... - respondió relajadamente con su espalda recargada en el respaldo de su silla - Recomendación de los abogados, sólo una formalidad.
- Ella no es cualquiera.
- Eso me quedó claro - admitió con una corta sonrisa de lado -. Tranquilo, Sesshomaru, dejaré el tema atrás.
Su hijo lo miró incrédulo por algunos segundos y finalmente asintió con la mirada.
- Supongo que despediste a Naraku...
- Lo despedí formalmente de su puesto como encargado de seguridad, pero sabes que no puedo sacarlo de todo...
- Entonces encuentra la manera - dijo fríamente, volviendo hacia la puerta.
- ¿Me estás amenazando, hijo? - le preguntó serio antes de que se saliera - Una cosa es que no te vaya a molestar más con lo de Rin, pero no dejaré de hacer mi trabajo por ella. Sabes como funcionan las cosas, Sesshomaru, Naraku tiene temas importantes de los que encargarse, tenemos un acuerdo con él y no seré yo quien lo rompa. Cuando tú tomes la presidencia podrás decidir qué hacer, pero por ahora, Naraku se queda.
- Sé como funcionan las cosas y por lo mismo sé que apenas Naraku tenga la oportunidad de ir contra ambos, no dudará en aprovecharla, pero voy a encargarme de él antes de que eso suceda.
- Lo sé perfectamente, pero no puedes destruir a un hombre sólo por ser ambicioso, hijo, o tú y yo seríamos los primeros en esa lista - sonrió con ironía -. Yo me encargaré de Naraku y tú encárgate de hacer tu trabajo - ordenó -. No quiero volver a hablar más sobre el tema.
Sesshomaru le dio una última mirada por sobre su hombro y le dedicó una fugaz y oscura sonrisa antes de salir por la puerta.
No se le daba muy bien acatar órdenes. No pensaba destruir a Naraku sólo por ser ambicioso... lo iba a destruir por atreverse a desafiarlo.
Subió a su auto y manejó hasta un exclusivo bar que quedaba a algunos minutos de sus oficinas. Entró al lugar robándose todas las miradas como de costumbre y con toda su habitual indiferencia tomó asiento junto a la pelinegra de exóticos ojos color carmín, que lo esperaba tranquilamente sentada en una de las mesas, bebiendo una copa de vino tinto a juego con su labial.
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Sempiterno
FanfictionNi uno de los dos imaginó los estragos que causaría ese fugaz encuentro casual, ni que los recuerdos de aquel serían tan difíciles de borrar... Incluso para él, un hombre frío y calculador, que no deja detalles al azar y con su exitoso futuro cuidad...