-Sesshomaru despidió a tu papá, Rin.
La castaña negó y buscó sus llaves para abrir la puerta de su apartamento.
- ¿De qué estás hablando, Kirinmaru? ¿Qué tiene que ver Sesshomaru en todo esto? - espetó molesta -. De verdad lamento como quedaron las cosas entre nosotros, pero... ¿usar a mi papá? No. Estás cruzando los límites.
- No te estoy mintiendo, Rin. La fábrica pertenecía al conglomerado... Fue él.
La castaña se detuvo antes de abrir la puerta. Frunció su ceño, sintiendo una extraña opresión en su pecho.
- Que la fábrica haya pertenecido al conglomerado, no necesariamente significa que fue Sesshomaru quien lo despidió - murmuró de espaldas a él y luego se giró a mirarlo -. Eso fue hace como 10 años atrás, Kirinmaru. Sesshomaru probablemente ni siquiera estaba acá, probablemente ni siquiera lo sabe. Debe haber tenido con suerte 20 años cuando todo esto ocurrió.
- 22 - precisó el pelirrojo. Rin abrió más sus ojos y retrocedió un paso -. Fue él, Rin. Está en todos lados...
Ella tragó pesado y apretó las llaves en su mano.
- No lo sabe... - murmuró con la voz cortada.
Kirinmaru masajeó su frente y negó.
- No puedo creerlo... ¡¿De verdad vas a seguir defendiéndolo?! - Rin apretó aún más sus puños cerrados, con su mirada baja y sus ojos vidriosos - Lo sabe, Rin. Lo conozco y te lo puedo asegurar... Es un maldito hijo de puta y se ha estado riendo de ti todo este tiempo.
- ¡Cállate! - gritó casi con desesperación. No quería seguir escuchándolo, no podía - No digas eso, porque no puedes saberlo...
- Joder... ¡Arruinó sus vidas, Rin!
- ¡Fue un accidente! - las lágrimas saltaron de sus ojos. Los cerró con fuerza y luego se giró para no verlo más - Kirinmaru, déjame sola, por favor...
- Rin...
- Por favor.
Él asintió renuente, y antes de irse la miró fijamente por algunos segundos.
- Piensa en lo que te dije - susurró con más suavidad -. Podemos empezar de nuevo...
Sin esperar una respuesta, se dio la vuelta y salió caminando por el estrecho pasillo. Rin no prestó atención a sus últimas palabras y sólo se quedó ahí de pie, mirando su puerta sin reaccionar.
La anciana que vivía algunos metros más allá se asomó por el pasillo a mirarla.
- Lo siento - murmuró la castaña y abrió su puerta con sus manos temblorosas.
Se dejó caer en su sillón, mientras la fuerte lluvia golpeteaba en sus ventanas. Un escalofrío recorrió su espalda, y miró todo a su alrededor...
Por un momento, ese lugar... su casa, le pareció más pequeña y fría que de costumbre.
***
Sesshomaru apagó el motor de su auto y miró la hora; aunque se habían atrasado por el temporal, aún le quedaban algunos minutos antes de la cena.
Tomó las llaves de su auto, dispuesto a bajarse, cuando su teléfono comenzó a sonar...
Una llamada entrante de un número desconocido.
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Sempiterno
FanfictionNi uno de los dos imaginó los estragos que causaría ese fugaz encuentro casual, ni que los recuerdos de aquel serían tan difíciles de borrar... Incluso para él, un hombre frío y calculador, que no deja detalles al azar y con su exitoso futuro cuidad...