- ¿Por qué no me avisaste de inmediato, Jaken? - le preguntó Sesshomaru, con su tono más frío y serio que lo usual, mientras caminaba hacia el estacionamiento.
- Usted estaba en reunión y no lo quise interrumpir, amo Sesshomaru... ¡¿Qué haremos ahora?! Por favor - pidió reverenciándose -, ordéneme qué hacer.
El peliblanco negó.
- Haz lo que quieras - espetó con frialdad y su gesto imperturbable mientras se dirigía hacia su auto.
- Sesshomaru - la grave voz de su padre en el estacionamiento lo hizo voltearse -. ¿Cómo les fue?
- Tan bien como podría - respondió él, sin expresión aparente y sin dejar de caminar. Toga comenzó a caminar a su lado.
- ¿Inuyasha está listo?
- Toga, no tengo tiempo para esto, debo irme - dijo, sin prestarle más atención -. Habla con ellos.
- ¿Irte? Pensé que tu vuelo no sería hasta en un par de días... ¿Está todo bien?
Sesshomaru lo miró por sobre su hombro.
- Hakudoshi encontró a Rin y a su padre.
El mayor desvió su mirada, pensativo.
- Ya veo... Y, ¿qué piensas hacer?
- Encontrarlo - respondió él con determinación, más como si hablara para sí mismo, y finalmente subió a su auto, seguido de Jaken.
Toga apoyó su mano en la ventana abierta del conductor.
- Sabes, Sesshomaru... la propuesta que le hice a Rin todavía sigue en pie.
El peliblanco menor lo miró con el ceño fruncido.
- Tiene que ser una jodida broma... ¿Estás hablando en serio, Toga? - arrancó el motor -. No estoy de humor para esto.
Inu no Taisho negó.
- Tranquilízate, ¿quieres? - pidió con fastidio -. Piensa bien las cosas, Sesshomaru... ¿Qué vas a hacer cuando encuentres a Hakudoshi? ¿Matarlo? - le preguntó con ironía, pero su hijo lo miró serio, como si aquella idea no le pareciera tan descabellada como sonaba. Toga suspiró -. Aún si él desapareciera... ¿Crees que es el único hombre que obedece a Naraku? Van a seguir buscándola, te lo aseguro... Esto es por su bien. Es suficiente dinero para que empiecen de nuevo, lejos de aquí, donde Naraku no pueda volver a encontrarlos. Y además... puedo garantizarle un puesto mucho mejor que el que tiene ahora en la consultora - juntó sus labios y se encogió de hombros ligeramente -. Ya no es un soborno, ahora sólo es... todo lo que puedo hacer por ella.
Sesshomaru dejó escapar una suave risa sardónica y negó con desprecio y con su vista al frente.
- Rin no va a aceptar dinero que venga de ti o... de mi. Y tampoco va a aceptar un trabajo que cree que no merece o que no se ha ganado ella misma. La conozco.
- Entonces hablas con su jefe y lo arreglas - arremetió, serio -. Llegan a un acuerdo, en silencio. A veces toca hacer cosas desagradables por quienes uno se preocupa, pero lo que importa es el fin, Sesshomaru, no los medios. Y todo lo que tú quieres es mantenerla a salvo.
"- No creo que el hombre sea malo por naturaleza o que el fin justifique los medios. Este libro avala la crueldad...
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Sempiterno
FanficNi uno de los dos imaginó los estragos que causaría ese fugaz encuentro casual, ni que los recuerdos de aquel serían tan difíciles de borrar... Incluso para él, un hombre frío y calculador, que no deja detalles al azar y con su exitoso futuro cuidad...