La puerta de la gran oficina del presidente del conglomerado se abrió de golpe, alertando a los dos hombres que conversaban tranquilamente dentro.
Inuyasha se giró a mirar a su hermano, quien hacía acto de presencia en ese momento, y algo llamó su atención...
Se veía molesto, mucho más que de costumbre. Casi tanto como la vez que entró a la mansión interrumpiendo su almuerzo y acusando a su papá de haber amenazado a Rin. Pero esta vez había algo diferente. Esta vez no sólo parecía molesto y enfurecido, parecía casi... afectado, y eso no era común.
Quizás no era un buen momento para decirle que Miyamoto estaba realmente enojado porque lo dejó plantado la noche anterior.
- Esas no son maneras de entrar en mi oficina - dijo su padre llamando su atención, con su voz seria, firme y autoritaria, que hizo eco en la gran habitación -. ¿Qué sucede, Sesshomaru?
- Fuiste tú - dijo el peliblanco con sus ojos entrecerrados -. Tú se lo dijiste a ese imbécil. Tú querías que esto pasara, por eso lo invitaste a la cena.
Su padre frunció el ceño.
- Cierra la boca si no quieres que medio mundo te escuche - advirtió.
- Me importa una mierda quien me escuche.
- Inuyasha - lo llamó el mayor -. Por favor, déjanos solos y cierra la puerta.
- No te molestes, Toga - espetó Sesshomaru -. No estaré aquí mucho tiempo. Sólo da la cara y dime si fuiste tú quien le dijo a Kirinmaru que yo despedí al papá de Rin.
- ¡¿Que hiciste qué?! - gritó Inuyasha.
- ¿Sabes, Sesshomaru?, me estoy cansando de que irrumpas y me hables con ese tono. Soy tu padre y el actual presidente de este conglomerado, así que ten respeto.
Él simplemente bufó y negó con desprecio en respuesta.
Inuyasha se paró a cerrar la puerta y los miró a ambos con el ceño fruncido.
- Uno de ustedes me va a explicar lo que está ocurriendo aquí, porque no entiendo un carajo y esto no suena nada bien.
- Lo que escuchaste - masculló su padre entre dientes -. Tu hermano despidió al papá de su novia por provocar el incendio que acabó con la fábrica Nakamura.
Inuyasha abrió sus ojos al escucharlo y comprender la razón por la que su hermano estaba así... pero, no había sido su padre quien se lo dijo a Kirinmaru, en realidad, ahora que recordaba, eso... quizás había sido su culpa.
Antes de que pudiera decir algo al respecto, el fuerte sonido de un golpe en la mesa lo hizo sobresaltarse.
- Pero no fue él - espetó Sesshomaru -. Cuenta la historia completa, Toga. No fue el padre de Rin quien provocó el incendio.
- ¿Cómo? - preguntó el menor confundido - ¿De qué están hablando?
- Fue Naraku quien quemó la fábrica para salvar su pellejo y el de Onigumo - dijo el peliblanco, sin quitar la mirada desafiante de su padre.
- ¿Me están jodiendo? ¿Y tú sabías eso cuando lo despediste, Sesshomaru?
Su hermano no dijo nada y únicamente lo miró de reojo.
- Claro que lo sabía - masculló su padre.
- No pensaban decirme nada de esto, ¿verdad? - preguntó Inuyasha, molesto.
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Sempiterno
FanfictionNi uno de los dos imaginó los estragos que causaría ese fugaz encuentro casual, ni que los recuerdos de aquel serían tan difíciles de borrar... Incluso para él, un hombre frío y calculador, que no deja detalles al azar y con su exitoso futuro cuidad...