C A P Í T U L O 50

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Madelaine Petsch.

Luego del incidente que ocurrió con Davina, fuimos por algo para comer para todos y nos quedamos con ella todo el día.

Ahora, ____ me está recompensado lo que paso en la mañana, estamos en un restaurante a las afueras de la cuidad, el mismo donde la traje por primera vez para agradecerle por a verme salvado cuando nos conocimos.

Ya habíamos ordenado, estamos hablando de cosas triviales, por momentos nos coqueteamos como si esto fuera nuestra primera cita.

—¿He comentado que tus ojos son muy lindos?—mencionó ella.

—No, jamás.

—Bueno. Lo son, me trasmiten mucha calidez y confianza—artículo sonriendo con dulzura.

—Yo podría perderme en los tuyos—agregue.

Ella colocó sus ojos en blanco.

Iba a decir algo más cuando su celular comenzó a sonar, ella suspiró con cansancio, lo sacó de su bolso de mano y luego hizo una mueca.

—¿Quién es?—cuestione.

—Te lo explicaré, voy a atender ¿Si? Ya vuelvo—se levantó de la mesa y se alejo.

_____ Williams.

Después de recibir la llamada de Dove salí fuera del restaurante, justo al estacionamiento.

Llamada: Dove Cameron.

—¡Hey!—habló con bastante energía—¿Dónde estás? Llevo esperandote media hora.

<<Maldición.>>

Carraspé mi garganta.

—Sí, yo amm...lo lamento, no puedo asistir, es que tuve un compromiso.

—Oh...—su voz se escucho desanimada—. Claro lo entendiendo.

—Pero, podemos hablar después y arreglar otro encuentro.

—Sí, no te preocupes.

—Bien, buenas noches.

Colgué, me encamine de nuevo al lugar, busque la mesa en la que estaba mi hermosa novia, me acerque y me senté de nuevo a su al frente.

Madelaine tenía sus brazos cruzados y tenía una ceja arqueada, su mirada trasmitia que quería una explicación.

—¿Y bien? ¿Quién era?—quiso saber.

—Dove Cameron.

Ella frunció el ceño y me miro confundida.

—¿Por qué te llama Dove Cameron? ¿Acaso se conocen?

—Creo que por todas las cosas que han pasado estos días no te dije—me acomodé en la silla y la mire—Voy a dirigir una serie en la que la señorita Cameron, va a ser protagonista—ella abrió su boca para habla pero la interrumpí—Sí, es la misma serie en la que va a trabajar Vanessa.

—¿Y por qué te llamo exactamente?—interrogó.

—Me invito a cenar hoy pero lo olvide por completo, le dije que lo dejaramos para después—comente encogiendome de hombros.

—¿Invitación a cenar?

Suspiré—¿No estás haciendo muchas preguntas?

—Tal vez, pero no es el punto, ¿Por qué te invito a cenar?—habló en un tono serio.

—No lo sé, Mads, solo lo hizo, no le vi nada de malo, voy a trabajar con ella—mencione.

—¿Ahora tienes una relación amigable y fuera de lo laboral con las personas con las que trabajas? Que raro, porque en elenco anterior parecía que odiabas a todos menos a mí—recalcó.

Me pierdo en tus ojos (Madelaine Petsch y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora