C A P Í T U L O 51

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_____ Williams.

Madelaine comenzó a besarme con desesperación, sacó mi pijama en microsegundos.

Dejaba besos por todo mi cuerpo desnudo.

—Parece que no haz tenido sexo en años—hable divertida entre jadeos—¿Acaso no te estoy cumpliendo bien?

La pelirroja se detuvo tratando de controlar su respiración—Sí me cumples, solo que...¡Dios! No puedo contigo.

Comenzó a masajear mis senos y luego metió uno a si boca, empezó a chuparlo, haciéndome soltar pequeños gemidos.

Ahí estábamos ambas desnudas entregandonos como ya lo veníamos haciendo muchísimas veces.

Mads detuvo el "masaje" que le estaba dando a mis pechos, me agarro de la cadera e hizo un movimiento rápido dejándome tirada en la cama.

La pelirroja se levantó, la mire confundida, fue hasta el baño y en minutos salió con unas esposas y un arnés ya puesto.

Lade mi cabeza mordiendo mi labio inferior.

<<Esta mujer podría hacer  lo que sea conmigo, tiene todo el poder sobre mí.>>

Mads subió a la cama nuevamente, tenía una sonrisa traviesa que le quedaba tan bien, dejé llevarme por ella, agarro mis manos y las esposo al cabezal de la cama.

Mi chica empezó a dejar besos humendos por todo mi cuerpo haciéndome excitar de maneras increíbles. Llego hasta mi vientre y después paso a besar y chupar mis muslos.

—¿Vas a torturarme?—inquirí en jadeos.

Ella se mantuvo en silencio con esa sonrisa, luego solo sentí el maravilloso contacto de la humedad de la lengua de Madelaine en mi entre pierna, fue realmente imposible no soltar un gemido de inmediato.

Sentí como rió, y empezó a lamer y chupar, haciéndome delirar.

Mis gemidos se hacían audibles, fuertes, mi respiración estaba descontrolada, mis piernas temblaban y sentía toda una ola de deseo por mi cuerpo.

Llegaría al orgasmo y ella lo sabía.

Deje de sentir sus cálidas lamidas en mi zona y después sentí como el arnés me penetraba, Mads comenzó comenzó moverse, se veía tan sexy...

-

Dove Cameron.

—¿Así que te dejo plantada?—inquirió.

Estamos hablando de mi vergonzosa situación hace unos días.

—Sí, y eso me tiene frustrada, Sofia—suspiré—Desde el segundo uno me gustó.

—Dove—habló—Si sabes que tiene novia ¿no?—fruncí mis cejas—Estás muy desactualizada,—me señalo el sofá donde estaba, me acerque a paso lento y tome asiento—.Es ella, Madelaine Petsch.

Tome su teléfono en mis manos, la foto de la pelirroja y _____ riendo me revolvió el estómago.

—Joder...—musite.

Le devolví el aparato y agarre el mío que esta en la pequeña mesa a mi lado.

—¿Qué vas a hacer?—pregunto.

—Llamar a ____—respondí con simpleza.

Ella frunció el ceño.

Busque el contacto de ____ en mi teléfono y luego presione en llamar, no paso mucho hasta que me contesto.

Me pierdo en tus ojos (Madelaine Petsch y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora