C A P Í T U L O 4

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Madelaine Petsch.

—¡Hey!—dije recién llegue donde ____.

—Llegas tarde, te están esperando—dijo en un tono tan serio, no traía lentes y sus lindos ojos solo mostraban indiferencia.

—Amm...lo sé, perdón, no sucederá nuevamente, solo que estuve de compras con mis amigas y compre un nuevo celu...—

—No te estoy pidiendo explicaciones, solo no vuelvas a llegar tarde—y con eso se alejo de mi.

No entiendo a esta chica, anoche cenamos y cuando me dejo en mi departamento todo estaba bien entre nosotras, supongo que tuvo una mala mañana.

—¡Hola!—una voz atrás de mi, gire sobre mis pies inmediatamente. La chica de cabello castaño. Davina.

—Ey—fue lo único que dije.

—Oye no quiero molestar pero, ¿Sabes dónde puedo encontrar a ______?—traía puesto un sueter color negro y un jogger color blanco, su cabello en una coleta alta, su color de ojos eran azul, y su rostro no tenía ningún rastro de maquillaje.

—Sí, creo que esta en uno de los set de por allá—señalé.

—Gracias—asentí, ella camino hasta llegar a _____.

Davina la abrazo como si no la hubiera visto hace años y entonces esos ojos de diferente color hicieron contacto con los míos.

_____ se separo de su amiga y aún así siguió manteniendo contacto visual conmigo, después de un momento solo volvió a dirigir su completa a atención a la persona que tenía a su al frente, suspiré y decidí dirigirme a mi camerino para empezar a alistarme para grabar.

-

—La película va a ser un éxito con nosotros dos—dijo Henry entusiasmado—Espero que te haya encantado besarme—me guiño un ojo y reí.

—Eres un tonto Becker, también espero la golpiza que te van a dar por meterte con la novia de tu mejor amigo—levantó sus manos mostrando inocencia.

Eran las tres casi cuatro de la madrugada, estábamos terminando nuestra última escena para irnos a casa.

Ya solo quedábamos unos cuantos en los set, estaba en el estacionamiento con Henry, según él me va a llevar a casa.

—Ya súbete calabaza, muero de sueño—dijo dramáticamente, abrí la puerta del asiento del copiloto para subirme.

—¡Ey! ¡Madelaine!—dirigí mi mirada a la persona que me llamó, ______.

—¿Hola?—

—¿Puedo llevarte?—soltó llegando a nosotros, mire de reojo a Henry.

—De hecho, yo la llevaré—ella ni siquiera se molesto en mirarlo, su mirada siempre estuvo puesta en mi.

Me sentía algo presionada, no sé cómo siempre es tan fácil para ella hacer contacto visual, en lo personal me pone algo nerviosa e incómoda cuando lo hago.

Cerre la puerta del auto de Henry—Me llevarás después bicho raro, iré con ella—él me miro por unos segundos y asintió.

______no dijo nada más, ni siquiera se despidió de Henry solo camino hacia su auto y me hizo una seña para que de igual manera lo hiciera.

Ya en su auto, la mire mientras encedia el motor, su perfil era demasiado bonito, simplemente ella es hermosa.

Después solo se quedo mirando al frente su mirada fija en no sé qué, pude ver como apretó el volante con fuerza y luego tomó una gran bocana de aire y exhaló por la boca despacio.

Me pierdo en tus ojos (Madelaine Petsch y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora