Me pierdo en tus ojos (Madelaine Petsch y tú)

C A P Í T U L O 42

Madelaine Petsch.

Han pasados dos días desde que estamos estamos Boston, la hemos pasado bastante bien.

Hoy convencí a _______ a venir a un club nuevo que inauguraron hace poco aquí.

El ambiente es muy agradable, música retumba por todo el lugar, las luces de colores es lo único que ayudan a ver en la oscuridad del lugar.

Estamos bailando acorde a el ritmo de la música, _______ viene con un vestido negro que se acomoda a sus curvas bastante bien, su cabello suelto y un maquillaje que yo le hice.

En estos días su sonrisa está mucho más presente que antes, siempre esta sonriendo y riendo por cualquier cosa y es algo que me alegra.

Ya cansadas de tanto ajetreo nos dirigimos una de las pocas mesas vacías.

—Voy por algo para tomar, ¿Quieres algo?—pregunto organizando su cabello.

—No, estoy bien así.

—No seas aburrida, no haz bebido nada en lo que llevamos de la noche.

—Alguien tiene que estar sobria—respondí sonriendo y ella giro los ojos para luego adentrarse entre la masa de personas y desaparecer.

-

Luego de que _______ llegará con una botella de whisky y que se la terminara ella sola seguimos bailando y riendo con locas.

Estoy saliendo del baño cuando me topo accidentalmente con un chico haciéndole regar su bebida encima.

—Perdón, no te vi—mencione apenada.

El gruño—Pon más cuidado, patética.

—Lo siento de verdad—hablé.

—Ahora vas a tener que pagarme esto, ¿Por qué no bailas para mi?—sonrió.

—Te pagaré el trago solamente—comente con firmeza.

Y di unos pasos para alejarme de él, cuando su brazo toma el mío con fuerza y me atrae hacia él de nuevo.

El chico coloca sus manos en mi cintura y me pega a él.

—Baila para mi, bonita—artículo aguantandome con fuerza de la cintura.

—Suéltame, tengo que irme—hablé mientras me esforzaba por apartarlo.

Él menea la cabeza negando y luego la acerca a mi oreja, su aliento roza con mi lóbulo.

—No te iras sin pagarme.

El chico dejo un beso humedo en mi mejilla y en segundos alguien me jalo y me coloca atrás de su cuerpo.

—Déjala en paz—habló cortante.

—No es problema tuyo—demando el chico.

_______ rió con amargura y le dio un golpe en el rostro haciéndolo retorceder, me agarro del brazo y salimos del lugar.

Ella sacó las llaves del auto que rentamos e iba a conducir pero logre arrebatarselas.

—Estás ebria, voy a manejar—mencione subiéndome al auto.

Ella chasqueo la lengua y igual se adentró, encendí el motor y emprendí camino directo al hotel mientras  _______ se acomodaba en el asiento del copiloto a dormir.

-

Ya casi llegando a el hotel nos agarro un tráfico horrible, _______ no logro dormir mucho, encendiendo el radio y se puso a cantar a todo pulmón haciéndome reír.

—Eres muy linda—titubeó mientras me miraba—¿Quién eres?

Gire mi rostro para verla y sonreí—Tu novia.

Su rostro se contrajo de alegría—¡¿En serio?!

Solté una carcajada—Sí.

—Guao—musitó.

Me acerque a su rostro y le di un pequeño beso.

_______ siguió tarareando cada canción hasta que salimos del auto.

-

Estamos llegando al hotel, ________ tuvo que quitarse los tacones porque casi se cae, yo venía aguantandola de la cintura mientras llegábamos a la suite.

Ya en nuestra habitación ella se tiro a la cama a balbucear cualquier estupidez mientras yo me cambiaba.

—Mads—me llamo en susurro.

—Dime—hable mientras colocaba mi pijama.

—Tengo...ganas...de...—ni siquiera termino su oración porque salió corriendo directo al baño.

Y en segundos escuche como comenzó a vomitar, me encamine hacia ella.

Esta tirada en el suelo junto al retrete—¿Todo bien ojos grises?

Ella me dio una sonrisa torcida mirándome de arriba a abajo.

—Eres muy sexy.

Reí por lo bajo y la ayude a levantarse.

—Debes darte un baño y luego hay que dormir—formule.

—No, yo quiero salir, vamos a otro club—titubeó mientras trataba mantenerse de pie.

—Estas loca, ya no saldremos más por hoy—comente tratando de quitar su vestido.

Davina Jones.

—¡¿Dónde se habrán metido?! Han pasado dos días en los que no sé nada de ______—hablé alterada.

—Bueno...fui hace unos minutos al departamento de Mads, la recepcionista dijo que ambas salieron en la madrugada con maletas, pero no dieron razón a donde, ¿Por qué no la llamas?—comento Travis.

—Ya lo hice, ¡Tiene más de veinte llamadas perdidas! Su celular parece estar apagado al igual que el de Madelaine—pase mis manos por mi cabello con frustración desorganizandolo un poco.

—Estan bien, tal vez solo se fueron de viaje—se encogio de hombros sentándose en el gran sillón.

—¿Y por qué no me aviso? ¿Y si les sucedió?—él meneo la cabeza negando—Voy a llamar a las amigas de Mads a ver si ellas saben algo—él asintió para después agarrar su móvil.

-

Luego de haber llamado a Vanessa, Camila, Lili, Cole, Kj y sin mentir hasta a los padres de ambas chicas todos me dieron las mismas respuestas: No sabemos nada.

—Ella no es así, _______, me diría si se hubiera ido de viaje—mencione cruzándome de hombros.

—Calma, ven siéntante—artículo él, mientras palmeaba un lado del sillón.

Suspiré con cansancio y me sente a su lado, Travis paso su mano por mi cuello y sonrio; él dio leves caricias en mi hombro.

—Están bien, las malas noticias son las primeras en llegar y llegan mucho más rápido cuando se trata de Madelaine Petsch y ______ Williams—declaró.

—Supongo—formule.

Por unos minutos nos miramos, Travis bajo su mirada a mis labios y lamio los de él, ambos nos acercamos con lentitud y sin pensarlo nos besamos.

Un beso para nada suave, lleno de emociones guardadas, nuestros labios se rozaban desesperados, nuestras respiraciones agitadas.

Nos separamos segundos después, el chico sonrió y volvió a dejar un corto beso en la comisura de mis labios.

—Besas muy bien, Davina Jones—halago.

Sentí el calor llegar a mis mejillas—Tú igual, Travis Mills.

-----------------------------------------------------------