ANTERIOR TÍTULO: DARK QUEEN
Ya no me basta solo con recordarla. Ya no me basta solo con poseer su cuerpo solo por momentos.
Quiero algo más.
Aunque intenta resistirse, jamás renunciaré a ella. Jamás la dejaré ir.
Nada nos separará. Ni ella. Ni nuest...
Dale al Diablo lo que es suyo; lujuria, envidia y orgullo.
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Narrador Omnisciente:
Tres seres infernales fueron liberados: Una bestia, un Anticristo y un ángel oscuro.
La medianoche recibió con su punto más alto a la Luna. Florencia no tenía ni idea de lo que estallaría aquella noche de otoño, nadie estaba preparado para semejante traición y dolor impuesto.
Esa noche no importaría rango, jerarquía o poder. Dicen que el amor ciega pero el odio mueve montañas, sin embargo es bien sabido que la pasión por otro lado causa desastres donde quiera que fuese.
Años de supervivencia de la mafia negra y hasta el momento nadie ha podido salir bien librado de una burla, ni siquiera la misma esposa del Capo.
Dicen que los espíritus al igual que los vivos, tienen sus propósitos fijos. Algunos reaparecen en paz buscando entablar alguna conexión con aquellas personas que estimaban; como otros, buscando venganza.
El Anticristo caminaba con elegancia por las escaleras de la mano de su esposo. Con suma seguridad de que nadie lo reconocería con la ayuda de la máscara que portaba. Kenna podría pensar que esta era su noche, su momento y que después de esto tendría su propio resguarde. La mafia azul podría ser poderosa y maquiavélica a su manera, pero jamás se le igualaría a la negra o a la roja.
Lamentablemente, ella ganaba todo eso con un único motivo. Dejar a sus hijos de lado, tenía en mente que sus pasos posteriores no serian nada buenos para ellos y no quería volver a exponerlos como ya lo había hecho con Nas en su momento.
La bestia, a su lado, traiga su cabeza revuelta con dilemas, propósitos y hasta recuerdos embargándole sin mesura alguna. Sentía algo florecer dentro de él, un calor que podría comparársele a un volcán en erupción. Su sangre ya no era más una benigna, nunca lo fue. Su bestia estaba despertando y nadie silenciaria su primer rugido en cuanto le aúlle a la Luna reclamándola y proclamándose el rey supremo.
¿El Ángel oscuro?
Este solo estaba presente a plena luz de luna con una copa en mano y sonriéndole a todos. Bebiendo y disfrutando de los placeres mundanos, aguardando por el momento que tanto había planeado.
Tener a su Talisse junto a él.
Mientras que los invitados se daban abrazos fraternos y fingían amarse cuando realmente tenían un francotirador apuntándoles el entrecejo, el Anticristo se preparaba para que la anunciasen detrás de las grandes puertas sobre las escaleras.
Los guardias detrás de esta la reverencian en silencio para posteriormente hacer resonar unas trompetas de alguna procedencia diabólica, ya que coloca inmediatamente a todo el mundo quieto.
Las flamantes puertas de la residencia Al Capone se abren con lentitud debido a todo el peso del oro incrustado.
—Pónganse en pie. —el sonido grotesco se reinicia —Kenna Bianchi Volkova ha llegado, reverencien y sírvanle con sangre a nuestra Red Queen, a nuestra legítima reina y heredera de todo el imperio rojo.
