CAPÍTULO 31

8.4K 943 763
                                    

Enemigos unidos jamás serán vencidos.

Enemigos unidos jamás serán vencidos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Kenna Bianchi.

<<Hay alguien más en la otra cabina...>>

<<Dile a alguien que la saque, yo ya tengo lo que quiero>>

<<Te amo>>

<<¿Qué le sucedió?>>

<<Quítate de mi camino Malak>>

<<¡Tú le hiciste esto!>>

<<¡Que te quites o no respondo! >>

<<Todo está bien, estarán bien, estaremos bien; solo no cierres los ojos por completo>>

<<¡Un médico>>

<<Está embarazada, aproximadamente dos semanas y presenta una desnutrición grave, posiblemente deshidratación, contusiones en zonas importantes, envenenada por un experimento posesivo e invasivo para su sistema nervioso>>

Siento que me mueven rápidamente, intento abrir mis párpados, pero estos pesan demasiado y solo quiero dejarme ir por la luz oscura, hacerle caso a la paz de mi mente, sin embargo, los llantos de Kali y los ojos de Nas me llaman entre recuerdos.

<<¡Mami!>>

<<¡Hoy gane en esgrima!>>

<<El profesor me felicitó por mi exposición en literatura. Gracias por ayudarme.>>

<<Papi sigue diciendo que me parezco mucho a ti, cuando está solo siempre mira una foto tuya y bebe>>

<<No quiero dormir, sé que si cierro los ojos hoy y los abra mañana tú ya no estarás con nosotros>>

<<Te queremos>>

Abro un poco mis ojos reconociendo el lugar y el olor a antisépticos. Era un hospital. Reparo mi vestimenta limpia y mis heridas vendadas, un suero a mi costado, además de un despeinado Kenneth sentado en un sillón sin soltar mi mano.

-Yo te he cambiado, supuse que no querías que nadie más te viera en ese estado.

Le agradezco con la mirada. Quisiera decir tantas cosas, pero se me es imposible decidirme por cuál.

-¿Cómo está?

-No lo sé, te han hecho un sin fin de exámenes desde que hemos llegado. La última doctora dijo que tenían que hacer un ultrasonido.

La puerta se abre dejando entre ver a un equipo médico con algunas máquinas, las reconocía a todas.

-Se han tardado -Kenneth gruñe y se acomoda en su sitio sin soltarme. Me mira y aprieta mi mano.

EL TRONO © #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora