CAPÍTULO 29

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Mi arcángel ha llegado y no estaba lista.

Mi arcángel ha llegado y no estaba lista

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Annelise Benedetto.

-Hasta que apareces ¿Terminaste de tomar el té con tu hija? -ahogo una risa.

-¿Terminaste de meter tus narices en donde no te han llamado? -me mira mal.

Ruedo los ojos.

-Como iba diciendo, tenemos una leve sospecha en donde pueden estar, pero nos tomará tiempo llegar y poder idear un plan para entrar.

-Se supone que eras la que iba a dirigir esa base ¿Cómo es que no sabes en donde demonios estas?

-El Pentágono tiene bases por todos lados, conozco un par y ya busqué en ellas. No están.

Un tipo tatuado y con una tableta en mano, aparece por el pasillo.

-Malas noticias. Los drones con la mercancía para Arabia no han llegado, las cámaras no registran nada porque jamás se encendieron y los hombres están muertos. Hemos perdido 5 toneladas de CB.

-Hemos no, has. Se supone que tú eres el que hace el control.

-Discúlpame por haber estado ocupado consiguiendo patos para el estanque de Kali, libros en un extraño idioma para Nas y un jodido acuario para Azael.

El italiano respira profundo.

-Piérdete si no quieres que te arranque la cabeza.

-No podrías hacer nada sin mí.

-¡Vete o le diré a Gianna que estuviste comiéndote con la mirada a Annelise!

-No hace falta decirme nada.

Carraspeo ante la voz de su esposa. Me sentía incómoda sin sentido alguno, soy hermosa y tengo rasgos buenos, pero no soy la culpable de que un hombre ponga los ojos sobre mí. Es algo nato de ellos siempre desear más de lo que tienen.

-Gianna...

-Cierra tu boca y camina -señala las escaleras y casi río por la cara del tipo.

Tengo el don de reírme en situaciones serias.

Kenneth alza una de sus cejas sin quebrantar su postura dominante. Es guapo, aunque casado y con hijos. Prohibido con todas sus letras. Vemos a la pareja bajar las escaleras en medio de una disputa.

-Sabías que estaba cerca y por eso lo gritaste ¿no?

-Sí.

-Eres malo.

-Como no tienes idea -me mira-. Estuve pensando en que las bases son grandes, aproximadamente de dos a tres manzanas y necesitan fachadas que cubran tales terrenos. Necesitamos encontrar lugares cerca al castillo con esas características, empecemos por cincuenta kilómetros a la redonda y luego alargamos el número hasta cubrir todo.

EL TRONO © #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora