CAPÍTULO 38

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En los tiempos propensos que se asoman, los hijos superan a los padres, en materia, bienes y maldad. Una era cae y otra se construye.

 Una era cae y otra se construye

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Kenneth Al Capone.

-Interceptaron el helicóptero de los niños -clarifica mi duda.

-¿Lograron llegar a tierra o fue en aire?

-Todo en aire, Nas está inconsciente y Azael solo tiene heridas leves; se llevaron a Kali. Dante y yo nos estamos moviendo hacia allá, no queremos moverlos hasta que decidas algo -Enzo informa culminando de amargarme la mañana.

-Envíame otro helicóptero, me largo de aquí -corto la llamada.

Termino por abrochar los botones de la camisa blanca, para salir y ver el cuerpo semidesnudo de Kenna aun en la cama.

Esto va a acabar con nosotros en algún momento. Somos de acero, lo demostramos todo el tiempo, pero cuando se trata de los niños, toda pizca de buena fe se nos acaba.

¿Theo quiere joder?, pues bien, porque le tengo una maldita hambre que lo hará tragarse todo lo que ha generado.

Voy por las maletas y meto lo necesario en ellas sin dejar de pensar en lo que podría estarle haciendo a Bella. Detesto su cabello rubio, sin embargo, estaba dispuesto a acabar con cuanta persona se me pusiese enfrente solo por respirar cerca de ella; y pongo la mano al fuego a que mi hijo piensa de la misma manera.

Bajo las escaleras con la maleta pequeña en una mano y mi saco en otra. Hago una parada breve en la cocina para ingerir un café que me mantenga en mis cinco sentidos. No necesito perezas ahora.

-¿Ojos grises?

Sigo como imán, a la voz temeraria que acompaña el leve sonido de las olas. Ella se encontraba al pie de las escaleras con las sábanas tapando su cuerpo.

-Vístete que nos iremos de aquí -arruga su nariz en disgusto.

Me observa tomar café por unos minutos, ninguno retira la mirada. Por mi parte, trato de descifrar qué es lo que pasa por su mente en ese momento, si la personalidad dominante de la mujer que amo está por algún lado a punto de asomarse.

Aunque todo ese pensamiento se va a la mierda cuando gira sobre sus talones sin decir más, obedeciendo lo que le pedí. No hay discusiones, retos o peleas y me mata, ya que, como alguna vez le dije: Cuando se nos acabe el odio y todo sea amor, estaremos jodidos; porque pasaremos de ser los malos a ser los buenos. A escoger al otro sobre sí mismo.

Dejo todo de lado con la intención de marcarle a Elio, pero luego me arrepiento y termino llamando a mi base en Roma.

-A sus órdenes, General.

-Quiero que busquen a un niño, su nombre es Christopher Fisterra. Encuéntrenlo y si hace falta aplicar fuerza háganlo.

-¿Cómo se cataloga la operación?

EL TRONO © #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora