La Weasley diferente y en Durmstrang

El perdón

- La gloria eterna, es lo que le espera al estudiante que gane el torneo de los tres magos, pero, para lograrlo tendrá que sobrevivir a tres pruebas, tres pruebas en extremo riesgosas. Por esta razón el ministerio decidió aplicar nuevas reglas, para explicar esto mejor tenemos al director del departamento de cooperación mágica internacional, el señor Bartemius Crouch.

Antes de que pudieran continuar entro uno de los aurores, o cazadores más conocidos, Alastor Moody. Se empezaron a escuchar murmullos de "Ya vieron es Ojo loco Moody" (Ese fue por parte de Ron) "Dicen que está loco" y "Él es el auror".

- Mi viejo amigo gracias por venir – se escuchó que Dumbledore le dijo.

- Estúpido techo – respondió el.

- Después de un largo análisis el ministerio decidió que por su seguridad ningún estudiante menor a 17 años, se le permitirá postular su nombre para el torneo de los tres magos – se empezaron a quejar la mayoría de alumnos – La decisión es definitiva.

- Silencio – grito Dumbledore.

Tras un movimiento de varita, Dumbledore dejo ver el cáliz e fuego – El cáliz de fuego, quien desee participar en el torneo solo debe escribir su nombre en un pedazo de pergamino y lanzarlo a la llama antes del jueves a esta hora. Piénsenlo con mucho cuidado de ser elegidos ya no hay escapatoria, en este momento el torneo de los tres magos da comienzo – finalizo.

Todos seguimos comiendo en silencio, bueno, se escuchaban los susurros de cada grupo de amigos. Al finalizar todos nos fuimos a nuestros dormitorios en el caso de nosotros nos fuimos al barco.

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- Chicos ¿Me prestan sus lechuzas?

- ¿Para? – dijo Esteban.

- Mandarle los regalos de perdón a mis hermanos – dije terminando de escribir mi tarea acerca de "Las artes oscuras a través del tiempo" de 70 cm.

- Y ¿La tuya?

- Es que no duermen en el mismo cuarto, ron duerme en uno, Fred y George en otro y Ginny en otro y necesito que lleguen al mismo tiempo.

- Bien, agárrala – dijo Víctor.

- La mía también, pero, me debes ayudar con la tarea – dijo Esteban.

- Bien, aquí tienes – dije y le pasé mi pergamino – solo no lo arruines. ¿Dónde están sus lechuzas?

- En mi cuarto – dijeron ambos.

- Víctor si quieres ayúdate de mi trabajo – dije y me fui a sus cuartos para mandarles las cosas a mis hermanos.

- Toma, llévalo al cuarto de George y Fred – le dije a la lechuza, después de atarle a la pata una carta de disculpas, junto con algunas ideas para bromas y una carta donde decía que los ayudaría con la broma que ellos quisieran.

- Lleva esto al cuarto de Ron – le dije a la lechuza de Esteban después de darle la carta de disculpas y una escoba de quidditch.

- Tú, Vil, lleva esto al cuarto de Ginny – dije al igual a las demás le di una carta y una escoba de quidditch.

Al salir vi a los chicos jugando naipes explosivos, supuse que ya habían terminado sus tareas, así que decidí salir a leer los libros del torneo de los tres magos. Luego de terminarlos le pedí permiso al profesor Dumbledore para usar libros de la biblioteca, a lo cual accedió.

- No esperaba encontrarte aquí – dijo alguien sacándome de mis pensamientos.

- ¡Cedric! – dije y me quito el libro – Dámelo.

- No, ¿Para qué lees esto? Ni siquiera tienes la edad para participar.

- Lo sé, pero, me dejaran participar en el – dije.

- ¡¿Cómo?! – grito/susurro.

- Cállate y si, okey, allá al ministerio no le importa nada, ni ellos mismos, mandaron una carta al de aquí y me dejaron participar tras algunas platicas con el ministerio de allá y mis profesores. Aunque aún no se si meteré mi nombre.

- Yo si lo hare – dijo sentándose a mi lado.

- Lo supuse.

- Ven, vamos a mi lugar especial – dijo parándose.

- No, tengo que terminar de leer esto.

- No, ven o ¿No me quieres? Y por eso no vas conmigo

- No es eso solo... - dije.

- No, ven.

- Está bien, vamos – termine cediendo.

Pasamos toda la tarde hablando y jugando en su lugar especial, a decir verdad, era muy bonito; tenia flores, arboles, un hermoso paisaje y sobre todo una paz especial que no se encuentra en todos los lugares. Luego mis hermanos llegaron en el mejor momento – que se note el sarcasmo – a llevarme con ellos.

Me despedi de Cedric, no sin antes decirle: Nos vemos luego, tenemos que hacer la revancha, ya que yo gane y no lo aceptas, recibiendo esta respuesta: Claro, tu ganaste y yo no soy un Diggory, pero esta bien, te dare la revancha, para que veas que soy una buena persona y un gran amigo.

- Gracias – dijeron todos al mismo tiempo antes de intercambiar una mirada todos.

- Lo – dijo Fred.

- Sentimos – dijo George.

- Tanto – termino Fred.

- Sí, no debimos enojarnos contigo por no contárnoslo, Ron nos dijo por qué lo hiciste – dijo Ginny.

- Si, perdónanos – termino Ron.

- Tranquilos yo soy la que debería de pedir disculpas yo lo oculte y no importa porque lo hice.

- Cambiando de tema ¿Cómo conseguiste las escobas? Son las ultimas que han sacado – dijo Ron, entusiasmado.

- Creo que ser jugadora de quidditch tiene beneficios.

- Si estos son, juega más seguido – dijo Ginny.

Y así de fácil me perdonaron, creí que sería más difícil, creo que, que hayan reflexionaron, eso facilito las cosas.