Supongo que ahora soy maestra.

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Estoy viva, pero no estoy en casa, ni en el ministerio, ni en el colegio, aunque estoy en otro, en Hogwarts, no es mi año, lo sé por cómo se mira todo, se mira vintage, pero al mismo tiempo las estructuras se miran nuevas.

Vi a un chico idéntico a Harry, pero no es él, del chico desprende una energía traviesa y divertida, atrás de él vienen tres chicos, pero están más lejos que no puedo diferenciar sus fracciones. El chico se queda embobado viéndome, como si no lo pudiera creer, se acercaba lentamente a mi...

- ¡James!

- ¡James!

Llamaban sus amigos. Ahí reaccione que tenía enfrente a James Potter, con razón a Harry le dicen que se parece a su padre.

Si estoy en el pasado, no puedo dejar que me reconozcan, me acuerdo haber leído con Bastián algo del efecto mariposa, por lo que rápido, aprovechando que el volteo a apresurar a sus amigos, me fui de ahí. Empecé a caminar por los pasillos hasta que Dumbledore me vio.

- Disculpe señorita, ¿Quién es usted?

- No se lo puedo decir.

- Acompáñeme a mi oficina, por favor.

Ambos caminamos en silencio, yo tras de él, hasta que llegamos a esa única entrada.

- No es de este tiempo, ¿cierto?

- Exactamente.

- Algo me venía suponiendo, que mi yo del futuro hizo algo así. Mire por algo llegó aquí, ¿Es buena en pociones?

- Sí, soy la jefa del departamento de pociones en el ministerio de Bulgaria, en mi tiempo.

- Bien, hay una vacante para maestra de pociones avanzada, la clase no es grande, así se puede quedar aquí para lo que necesite lo que resta del año.

- ¿Y que se supone que debo hacer?

- Eso solo usted lo sabe.

- ¿Y si no lo sé?

- Lo descubrirá, pero no puedo yo, ni nadie decírsela, si más de alguien la puede ayudar, pero solo. La presentaremos en la cena, mientras, Wolfie – apareció de la nada un elfo domestico –, llévala a su nueva habitación.

- Sí, señor.

- Sígalo, a las 7:00 en el comedor.

- Claro, gracias.

Así el elfo me llevo a mi cuarto, es lindo, pero más alegre que los de Durmstrang. En la cama había una bolsa, con mi nombre en grande, por lo que la curiosidad me gano y la abrí. Había una nota.

Querida Camila:

Ojalá esto hubiera pasado mucho después o nunca, no te lo explique y no quiero que sufras por eso. La primera carta que leíste te cuenta sobre la historia de mi antepasado. Tú fuiste elegida como ese chico, James, no por la misma razón... y bueno en parte, puede que sí, pero te toca a ti descubrirlo. Confirmarás tus sospechas, conoce las historias de los que no cuentan en nuestro tiempo o de los que la cuentan mal. Te dejo unas cosas.

Att: Gustavo.

Entre la bolsa, había ropa más apropiada, por lo que me relaje totalmente, no me preocupa Voldemort, deje algo por si algo me pasaba, y si Bastián lo logra identificar, ya lo arregle, lo que si me preocupa es mi trabajo y la poción... eso y que Bastián mire el último recuerdo, donde dejamos de insistir en salvar la vida a su padre, donde me pedía que parará y donde se despedía.

A la hora que me indico Dumbledore, me dirigí al comedor, mientras mi mente estaba en mi tiempo, recordando diferentes escenas con diferentes personas justo en los pasillos. Al llegar al comedor, Dumbledore me hizo señas que fuera a la mesa de los maestros, la verdad, solo conozco a Mcgonagall.

- Queridos estudiantes, hoy tengo el Honor de Presentarles a la nueva maestra de pociones avanzadas, clase la cual aún hay espacio, ya que solo dos personas están en ella, aunque tendrán que pasar una prueba para entrar. Pero le dejó la palabra a la señorita y ella les dirá la prueba – dijo Dumbledore llamando la atención.

Como arte de magia, aparecieron unas hojas delante de mí, donde decía que habia visto cada grado y los nombres de las dos personas inscritas en la nueva clase.

Griffyndor:

Hufflepuff:

Ravenclaw:

Slytherin:

- Severus Snape.

- Regulus Black.

- Buenas noches, prometo seré breve, para que puedan darle inicio a su cena. Me presento soy... - Mierda, no pensé en eso – Amelia Topas, soy especialista en pociones, la prueba decidí que será secreta, pero que es una poción que ya vieron. Es un gusto y cualquier cosa, estoy para servirles.

Copiona, ese fue el mismo discurso que el de tu primo.

En el presente:

Bastián se encontraba en el cuarto de hospital con el cuerpo de su amiga.

- Niña, no sé qué hiciste, pero por favor no te vayas con papá, pero si decides hacerlo no te odiare, solo dile que lo extraño mucho y que lo amo – dijo, pero se calló al escuchar la puerta.

- Bastián, el pensadero – dijo Sebastián, sentándose en la otra silla, a la par de él – no se puede ir, no cuando estamos en estos términos.

- ¿Te arrepientes?

- Sí y no, si porque es mi amiga, no quiero que lo último de nuestra historia sea esta, pero amo a esa chica y ella no es quien para decidir con quién sí y con quién no. Creí que, por lo mismo, que éramos amigos, que estaría feliz por mí.

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Holis.

La verdad me costo mucho escribir este capitulo, no me encanto el resultado, pero creo que no está tan mal. Hay un mensaje oculto, en este cápitulo, que definira muchas cosas, mientras Antonella esté en la marauders era, y que tendra resonancia en el golden trio era, ¿Logran decifrarlo?

Pero, ¿A ustedes que les pareció?

¿Que habrá dejando Antonella, para que Voldemort este tranquilo, en el sentido que no empiece la matanza, antes de?

No se olviden de votoar y comentar, igual gracias por hacerlo y por leer.

Feliz día, tarde o noche.

P.C

La Weasley diferente y en DurmstrangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora