Camino a Hogwarts

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- Suban al bote – dijo el profesor Hugo

Ya habían pasado las dos semanas que teníamos en el colegio antes de partir, para suerte de los que se quedaban era que: El profesor más odiado se iba con nosotros para mala suerte de los que si aprobaron el examen.

Los alumnos que se quedaban nos decían siempre que nos los topábamos en el castillo "Por inteligentes aguantaran al profesor Hugo", "A veces es mejor ser una persona poco inteligente". Por si no bastaba eso, mi queridísimo primo el mejor maestro – no lo digo solo porque es mi familia. Lo dice todo el mundo (Algunos por amenazas que hice. Pero no todos) hasta los maestros – se queda.

- ¿Qué vamos a hacer en estas horas de camino? – pregunto Esteban.

- ¿Cuánto más o menos nos tardamos en llegar, Anto? – pregunto Víctor.

- Como ¿Por qué debería de saberlo? Pregúntaselo al chofer o a algún profesor.

- Se supone que sabrías ya que tu viajas a Inglaterra cuando se acaba el colegio – dijo Esteban.

- Bueno del colegio a la estación 9 ¾ son como 22 horas sin exagerar y de la estación 9 ¾ a Hogwarts no tengo idea, si no estoy mal son... ¿13 horas? Creo, no sé, no estoy segura.

- ¡Es mas de un día! – se quejó Esteban.

- Yo dormiré, no quiero llegar y que todo el mundo me mire mal, aparte como que me voy a enfermar, siento que me va a dar... no sé qué me va a dar, espero que nada – dijo Víctor.

- Mejor duérmete, no queremos que el mundo vea a el jugador más joven de la historia enfermo, arruinaría tu imagen, Esteban deberías hacer lo mismo – dije.

- Si, mejor que nadie más que ustedes me miren así, me voy, los dejo – dijo y se encerró en su habitación.

- Y ¿Yo por qué?

- Porque te mareas, viaje largo + una persona que se marea + mar = mala combinación, créeme será lo mejor.

- Y ¿Tu? ¿Qué harás? – me pregunto Esteban.

- Leeré.

- Que hueva hacer eso, mejor me quedo despierto y así me aseguro de que no leas – dijo y se volvió a sentar.

- Es bueno estar informado, ve a dormir – dije y saque mi libro "Historia el torneo de los tres magos y el peligro que trae consigo"

- Para que quieres ese, si ayer te compraste el libro "Todas las pruebas del torneo y los participantes" Aun no entiendo porque escriben un libro sobre la historia de cada participante.

- Ve a dormir, lo leo porque así se de las pruebas del pasado y poder suponer las pruebas de este año y, la historia de cada participante para saber que trucos y estrategias usaron y si nos podrían ser útiles – dije –. Ahora déjame seguir leyendo.

- Bueno, espero que sirva de algo que estudies eso – dijo y se fue, también se encerró en su cuarto.

- Ojalá nadie muera como en el torneo pasado – dije antes de sumergirme en el mundo de la lectura.

Faltaban tan solo 1 hora para llegar y los chicos no se habían despertado, era la única despierta, literalmente la única, el chofer dejo el bote en piloto automático y se durmió, los profesores igual. Yo me dormí luego de terminar los dos libros que tenía, aunque solo dormí 5 horas. Ya estaba leyendo otro libro titulado "Como tener más posibilidades de ganar el torneo de los tres magos".

- ¿Por qué lees eso? Nada puede decir que participaras – dijo Iván.

- No, pero podrías ser tú, Esteban, Víctor o cualquier otra persona y estos conocimientos sí podrían ser útiles – dije.

- Yo no estudiaría solo por eso – dijo –. Pero a lo que venía, cámbiate ya, ya casi llegamos...

- Iván, te necesitamos – interrumpió mi ex antiguo intento de pareja, (No fuimos nada, pero lo intentamos) Kevin –. Hola Antonella, te esperamos – dijo y se fue.

- Bueno el deber me llama.

- Tus amigos te llaman – le corregí.

- Es lo mismo, deber amigos. Adiós – dijo al alejarse.

Ahora lo difícil, despertar a mis queridos amigos.

- Vicky, levántate – dije entrando a su habitación.

- No quiero. Vete – dijo con un tono adormilado –. Cierra la puerta.

- Querido, si no te levantas ahora, todo el mundo no te vera con cara de enfermo, pero si con cara de sueño, yo en tu lugar me levantaría ahora para poder cambiarme y lavarme la cara.

- ¿En cuánto llegamos? – pregunto abriendo los ojos.

- En poco menos de una hora...

- Porque no me despertaste antes – se levantó de golpe – Sal del cuarto, me tengo que arreglar – dijo y se metió al baño.

- BIEN, VOY A DESPERTAR A ESTEBAN – dije, más bien grite para que me escuchara y salí de ahí.

- Estebin – dije al entrar.

- No me digas así – dijo aun dormido o fingiendo estarlo.

- Sé que ya te despertaste, apúrate, párate y alístate llegamos en 15 minutos.

- ¿Cómo que 15? Necesito una hora para arreglarme como mínimo. VETE – dijo y me arrastro a la salida.

En realidad, faltaban 45 minutos, pero si le decía eso se volvería a quedar dormido luego de que saliera de su cuarto, era la única opción.

Esteban se tarda, más que yo arreglándose, cosa por lo cual nosotros nos reímos de el – anqué sabemos que está mal – pero luego él se nos une siempre diciendo "No puedo creer que me tardo más en arreglarme que todos, incluso que Antonella".

Bien, me toca a mí arreglarme.

Hermanos, ya casi llego y me perdonaran, porque lo harán, ya sea por las buenas o por las malas.

La Weasley diferente y en DurmstrangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora