Tercera Prueba.

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- ¿Listo chico de los ojos bonitos? – le pregunte a Cedric abrazándolo por la espalda y colocando mi mentón en su hombro.

- Siempre linda- dijo dándose la vuelta para vernos a la cara. Él al ver la mía se preocupó - ¿Estas bien? ¿Qué te pasa?

- Promete que volverás. Promete que pase lo que pase saldrás con vida, promete que si piensas que ya no puedes saldrás y no te quedaras ahí para no decepcionar a Hogwarts, porque como amiga, novia y como la estudiante de una escuela rival sé que tanto ellos, como tus padres como yo estamos muy orgullosos de ti. ¿Lo prometes?

- Lo prometo, ahora no hablemos de cosas tristes, ven vamos con mis papas, ya los conoces y ellos a ti, pero no como mi novia.

Reí ante su comentario, esperando una buena reacción por parte de sus padres, empezamos a caminar abrazados y agarrados de la mano hacia donde estaban los señores Diggory.

- Señor y señora Diggory, es un placer verlos nuevamente – dije al que llegáramos con ellos.

- Dime Amos querida – dijo el señor Diggory.

- Mama, papa, sé que ya conocen a Antonella Weasley, pero se las quería presentar como la chica que me apoya, la chica que siempre está para mí, la chica a la que quiero cerca en los buenos y malos momentos, la chica que siempre está en mi cabeza y más importante la chica a la cual le pertenece mi corazón, mi novia, (La mejor de todas).

- ¡Qué alegría! Al fin está pasando amor – dijo el señor Diggory.

- Felicidades, les deseamos lo mejor a los dos y esperamos que sean felices y si no es mucho pedir que se casen y nos den unos hermosos nietos, pero sin presión, que su relación sea larga y duradera – dijo la señora Diggory.

- Gracias por reaccionar así, Cedric es una increíble persona, una de las mejores que he conocido y es de las personas que deseo siempre estar cerca para poder apoyarlos en todo – dije y Dumbledore me interrumpió.

- ¡Los campeones vengan por favor! – grito.

- Me tengo que ir – dijo Cedric viéndome mientras me abrazaba por la cintura.

- Suerte, sé que puedes – dije y el me beso.

Vimos como él con el señor Diggory se alejaban.

- Por favor vuelve – susurre para mí, mientras miro el camino por el que se fueron – con permiso – le dije a la señora Diggory y me encamine en busca de alguien.

Viktor iba a competir, Esteban estaba con Parkinson y no quise arruinar su momento, Bastián estaba con los guardias y ellos simplemente no me caen bien, ¡No me dejan hacer nada, ni respirar! Así que definitivamente con el no, Draco estaba con su familia así que tampoco, Alice estaba con Percy, Alexandra estaba con saber ni quien, pase así un rato hasta que vi muchas cabelleras rojas y una castaña y me acerque a ellos.

- Hola hermanita- dijeron Bill y Charlie.

- Hola chicos, mama, papa – dije y abracé a todos.

Me senté en medio de Bill y Charlie.

En eso empezaron a salir todos, primero salieron Cedric y su padre, luego Fleur y madame Maxime, luego Viktor y Karkarov y por último Harry y Dumbledore.

- ¡Sonorus! – dijo Dumbledore y todos se callaron –. El día de hoy por la mañana el profesor Moody coloco la copa de los tres magos en el laberinto, solo él conoce su exacta ubicación. Ya que el señor Diggory – dijo y todos los Hufflepuff, algunos Slytherin y evidente mente yo gritamos, mientras el señor Diggory alzaba la mano de Ced y el rápidamente la bajaba -, y el señor Potter – todos los Weasley, Hermione y algunos otros estudiantes gritaron –, están empatados por el primer lugar serán los primeros en entrar, seguidos del señor Krum – los de Durmstrang, Karkarov y yo gritamos –, y la señorita Delacour – los de Beauxbatons y yo gritamos –, el primero que toque la copa será el ganador. Esteremos vigilando si alguno quiere retirarse lance chispas rojas con la varita – finalizo y todos nos paramos y aplaudimos.

La Weasley diferente y en DurmstrangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora