La Weasley diferente y en Durmstrang

Antes de ir a Hogwarts

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- ¿Cómo creen que les ira en el examen? – pregunto Esteban.

- A mí, espero que bien – dijo Víctor.

- ¿Cómo qué esperas? Se seguro de ti mismo, ¿Cómo es posible que un jugador de quidditch profesional no sea seguro de sí mismo? Imposible, aparte confió... No confiamos en ti. A mí me ira bien... Espero – dije lo último en un susurro.

- ¡Krum, Víctor, es su turno! – exclamo la profesora Gutiérrez (Mestiza, ese es el porqué de su apellido)

- Deséenme suerte – dijo y entro en la sala donde estaban examinando.

- Esperemos que le vaya bien – dije.

- No que, confiabas en el – me dijo.

- Eso era para que el confiara en él.

A los 5 minutos salió Víctor con una sonrisa en la cara, dirigiéndose a nosotros.

- No esta tan difícil, pero debo irme, la parte oral me espera en la clase de alquimia, suerte – dijo y desapareció.

- Según tengo entendido son tres fases: Teórica, oral y practica

- Ya valí en lo teórico – dijo Esteban

- Si... Digo no, tu puedes

- ¡Rosier, Esteban, su turno!

- Suerte, querido amigo – le dije y él se alejó con una cara que transmitía que tenía miedo.

Esteban se tardó un poco más que Víctor, él me dijo que estaba más difícil de lo que son los exámenes de inicio de curso, esos por más difícil de creer, son más difíciles que los finales.

- ¡Weasley, Antonella!

Al entrar, me indicaron que me sentaran, me dieron una poción supongo que es varitaseum, me preguntaron qué si había estudiado y si leí algún libro relacionado a los temas que se supone que todo mago, o al menos de Durmstrang debería saber estando en octavo grado. Luego de muchas preguntas me pasaron tres hojas, las cuales me explicaron que yo tenía más contenido de los demás por mi edad, y así con eso poder participar si lo apruebo. "Órdenes del ministerio de Londres" Supuestamente, es una mentira, aquí, al ministerio le da igual tu vida e incluso tú, pero al de Londres quien sabe.

El examen oral y el práctico, fueron mucho más fáciles, aunque el teórico no era de esos que eliges la respuesta al azar y esperar a que te haya ido bien.

- Solo faltan los resultados, nos los darán mañana. Ahora sigamos investigando – dijo Víctor.

Los chicos me esperaron afuera del salón donde estaban haciendo el último examen, decidimos que sería mejor ir al cuarto de Víctor.

- ¿Cuántas personas conoces que tengan ese nombre, Anto? – me pregunto Esteban.

- Una de cada nombre a excepción de Tom Riddle y, si es que estamos en lo correcto y el otro es un nombre no conozco a nadie a quien le digan así – dije tratando de recordar si mínimo los había escuchado –. Cedric, es hijo de un amigo de papa, amigo mío, Harry, el mejor amigo de Ron, Harry Potter.

- ¿Conoces a Potter? – pregunto Esteban

- Ya sé de tu "ligera" obsesión con él y por qué sobrevivió así que te lo iba a presentar en los mundiales, pero por el tema que paso después ya no pude.

- ¡No te reclame!

- Pero lo ibas a hacer.

- Si.

Luego fuimos a cenar y nos dormimos, bueno ellos, yo no puedo dormir desde la clase de adivinación y ahora con la espera de los resultados, menos podre dormir.

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- Las personas que están en esta sala son las que aprobaron el examen, ahora, se les reducirá el tiempo de clases para que puedan practicar la entrada – dijo el director Karkarov, después de haber llamado a 11 chicos y 8 chicas contándome y haciéndonos entrar en la clase de esgrima -. La profesora Linda y el profesor Hugo les enseñaran la entrada y quiero que les hagan caso, de lo contrario esa persona será castigada al estilo Durmstrang, para los que lo hayan olvidado, maldiciones de tortura, incluyendo la imperdonable. Practiquen – dijo y salió del salón.

- Bien, entrarán todos caminando, Víctor y Antonella irán hasta atrás junto al director – dijo el profesor Hugo

- Tú, Iván, harás un dragón de fuego cuando lleguen a la parte donde se sientan los profesores, cuando lleguen instantáneamente sabrán de donde hablo. Cada uno llevara su capa y túnica de gala y su bastón – dijo la profesora Linda.

- El cual somataran contra el piso.

- Que aburrido – susurro Esteban – hubiera reprobado a propósito.

- ¿Por qué no lo hiciste? – le pregunto Víctor igual en un susurro.

- ¿Qué diría mi padre? Aparte no me iba a hacer el tonto.

- La mayoría de veces lo haces, así que ¡Mientes! Es porque quieres ir a ver a Alexandra – dije

- Si... Digo no, digo sí, pero a Alice también – se defendió.

- Lo que digas.

- Ahora que ya les explicamos, como deben de hacerlo lo harán solos ¡A sus posiciones! – gritaron ambos profesores.

Ya valimos no prestamos atención.

¡No quiero ser torturada!

 ¡Ni que mis amigos lo sean!

Lo único malo que le veo yo al colegio son sus castigos, aunque la gente exagera mucho, una maldición Cruciatus no se siente como que te enterraran cuchillos, más bien es como si te rasparas, no sé cómo explicarlo mejor. Después de 3 veces, ya no se siente como un castigo o mejor dicho como una tortura.