Patronus.

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Antonella:

Me gustaría pasar el día de mañana contigo, claro si quieres y puedes.

Si decides ir, estaré en el callejón Diagon, a las 9:00 a.m.

D.M.

Luego de la destrucción del ministerio me quede en la cabaña con Cedric, se nota más alegre, ya no tan deprimido.

Le conté sobre lo que pase, no se lo tomo bien..., pero tampoco tan mal, dijo que tuviera cuidado y que él siempre me apoyaría en lo que yo decidiera.

Nadie más sabe de lo que paso, a excepción de Cedric, Bastián y Dumbledore. Y estoy más que bien con eso, no quiero que nadie más se entere, aunque guardar secretos me ha metido en muchos problemas, creo que este guardarlo me salva de muchos.

- ¿Qué harás hoy? – pregunto Cedric, poniéndose atrás de mí y abrazándome por la cintura.

- Mama va a celebrar que Ron es...Perfecto ¿Prefecto?... Como se diga y quiere que este ahí. Y mañana saldré con un amigo.

- Eso quiere decir que me volverás a dejar solito.

- No... Bueno si, pero solo por un tiempo, planeo regresar después de eso, si es que no surge alguna emergencia.

- ¿Podemos hablar? – dijo con un tono nervioso.

- Claro – dije dejando de lado los papeles que estaba terminando de llenar.

- Quiero decirles a mis padres que estoy vivo – dijo seguro.

- Claro, los citare aquí y luego los dejare solos, si te parece.

- Perfecto, solo necesito tiempo, no es fácil decirles a tus padres que estás muerto, pero en realidad estas vivo y encerrado.

- Ya hablamos el porque tienes que estar encerrado.

- Lo sé, pero extraño al mundo exterior.

- Podríamos salir a dar un paseo, pero tu tendrías que tomar poción multijugos.

- Por esa poción es que estoy aquí.

- Sé que te desagrada la poción, pero es la única opción que se me ocurre, ya que, aunque no sea fan de esto, pensé en ir al mundo muggle, pero sí de casualidad nos topamos con algún mago que lea "El Profeta" valimos.

- O sea que si quiero salir esa es mi única opción.

- Aunque podría hacer un traslador y que tu visites la casa de tus padres, en vez de ellos venir aquí.

- Creo que es mejor eso.

- Bien, tú avísame cuando y yo lo hare, pero por el momento debo arreglarme, aún tengo que ver de dónde me saco una escoba para Ron.

- Con cuidado – dijo revisando que habia para comer.

Me aliste y me despedí de Cedric, por más que no lo quisiera hacer, debo hacerlo, si desaparezco mucho tiempo pueden empezar a sospechar ambos lados.

Fui a comprar una escoba y de algo sirve revelar tu identidad, ya que mama dijo que una barredora, pero logre conseguir una nimbus y sé que el preferirá esa, ¿Por qué no una saeta de fuego? Bueno pues, se supone que es de parte de mis padres y aunque yo la pague, seria sospechoso que le dieran una saeta.

Al entrar en el cuartel escuche que alguien sollozaba y como la buena persona que soy decidí ir a ver qué pasaba.

Querrás decir chismosa.

Mama estaba paralizada enfrente de un cuerpo, vi como Lupin y Black entraban y ahí mi cabeza hizo click. Me acerque a mama.

- Mama, está bien, tranquila solo es un boggart.

La Weasley diferente y en DurmstrangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora