٭𝚄𝚗𝚍𝚎𝚛𝚍𝚘𝚐 || 𝙴𝚖𝚒𝚕𝚒𝚊𝚌𝚘 ° ٭⊹

𝒞𝐻𝒶𝓅𝓉ə𝓇 𝟤

Comenzó a ponerse a pensar en qué había hecho mal para que la persona que le escribió esa carta le escribiera así, tal vez había chocado con esta persona por el pasillo y no se había disculpado por estar distraído. Tal vez lo piso sin querer uno de esos viernes donde todos se abalanzaban a la salida y no podías ver ni tus propios pies, o tal vez le robó el último muffin de chocolate antes de que pudiera tomarlo (aunque creía imposible esto último porque siempre era a él al que le robaban los muffin's).

Era gracioso ver como nunca se preocupó por lo que las demás personas pensaran de él, fuera bueno o malo, a Joaquín realmente esa información le resbalaba, hasta que recibió la primera carta de lo que sus amigos comenzaron a llamar «Su hater».

No era como que estuviera feliz de tener su propio hater, es decir, sí, siempre se preguntó qué se sentía no agradarle a la gente, porque siempre les agradaba a todos o a la gran mayoría, y los que no lo tragaban se limitaban a no acercársele ni decírselo y ya, porque era obvio que había gente que no lo toleraba, era imposible que todo el mundo lo amara, no era posible agradarle a cada ser en la tierra, pero hasta ahora parecía que era así.

Bueno, se equivocó al pensar que les agradaba a todos, porque el hecho de que no se lo dijeran no quería decir que no les desagradaba. Esa carta de su «Hater» le hizo caer de cara contra el pavimento, porque, aunque nadie a su alrededor lo creía posible, sí existía alguien en el mundo a quien no le iluminaba el día.

—Oh, vamos Joaco, ¿Sigues pensando en eso?— preguntó Buffy un día mientras estaban comiendo en la cafetería durante el receso, ella fue la primera en enterarse de que trataba esa carta, la primera en ver como la realidad lo golpeaba en la cara—. Ya te dijimos que es sólo una persona envidiosa que desea toda la atención que tú tienes, no es verdad nada de lo que dice y lo sabes.

—Lo sé, pero...-soltó un suspiro y Andrés recién se dio cuenta que a su alrededor estaban hablando, así que se tragó el trozo de hamburguesa que aún tenía a media garganta y presto atención—. No puedo dejar de pensar en lo que hice para que esta persona me odiara tanto.

—No hiciste nada— interfirió Andi inclinándose más en la mesa para enfatizar lo que estaba diciéndole, Amber asintió de acuerdo y Andrés volvió a morder su hamburguesa—. La gente suele ser así por tonterías, odian sin razón aparente y a veces ni siquiera se dan cuenta de lo ridículo que es

—Si pero...— Joaquín puchereo, recientemente parecía que no podía no terminar una frase con un "Pero...", porque en estos casos siempre había un maldito pero, tenía que haber un pero porque, ¿Cómo alguien puede odiar a una persona sólo porque sí?— ¿Realmente no hice nada para que me odiara? ¡Hablo en serio! ¿Qué tal que la persona que le gusta se enamoró de mí? ¿O sí le gustan los flamencos y me odia porque yo les tengo miedo?

—Sabes que esas no son razones con sentido, ¿Cierto? — Amber soltó una risa después de la pregunta, amaba lo lindo que podía llegar a ser Joaquín cuando necesitaba respuestas—. Aunque, bueno, la de que tal vez la persona que le gusta se enamoró de ti no suena tan descabellada.

—Aunque sí la persona que me gusta se enamorara de ti...— vaciló Buffy volteando a mirar "Discretamente" a Marty, haciendo a todos rodar los ojos y bufar porque ella aún se empeñaba en ocultarlo, pero era demasiado obvio que estaba enamoradísima de él—. creo que no me enojaría contigo, seguro también me enamoraría de ti si no supiera que eres gay.

—Sí, amigo­— Andrés se limpió la boca con una servilleta de manera asquerosa antes de hablar, Buffy, Andi y Joaquín hicieron una mueca de asco, Amber suspiró enamorada—. Si yo fuera gay estaría detrás de ti sin dudarlo. Lamentablemente para ti, no lo soy, pero sabes que te quiero mucho, ¿No?

—Sí, sí, eres de mucha ayuda, Andrés— Andi rodó los ojos, sabiendo que Andrés estaba cagándola al decir eso, ya que, aunque él no lo sabía, Andrés había tenido un pequeño crush en él. Volteó a mirar a Andrés y le sonrió mientras le colocaba una mano en el hombro—. No te preocupes más por eso Joaco, sólo no le hagas más caso y verás que esa persona se cansará de molestarte.

Y Joaquín quiso creer en eso, hasta que le llegó otra nota al casillero.