𝒞𝐻𝒶𝓅𝓉ə𝓇 47

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Su visita a todos los juegos de la feria fue realmente incómoda, intentaba hablar con Renata, pero no podía, las palabras simple y sencillamente no le salían, tenía miedo de decir algo que lo arruinara todo y mejor terminaba por no decir nada.

No sabía desde cuándo le gustaba la pelirroja, no lo había notado, fue hasta el día en el que ella la besó en que se dio cuenta y le dio un miedo terrible por el cual tuvo que salir huyendo, por el cual tuvo que alejarse de ella por completo y pensar, meditar en lo que realmente sentía por la ella. Y cuando concluyó que quizás le gustaba tuvo todavía más miedo, porque no tenía con quien consultarlo, a quien preguntarle si lo que sentía era normal, porque si le decía a su madre ella entraría en pánico de sólo saber que quien le gustaba era una chica.

No tenía a nadie más que a su padrastro, y lo quería, pero no estaba del todo segura de que podría hablar de eso con él, porque después de todo se había casado con su madre. Aun así, había intentado insinuárselo, decirle que probablemente le gustaba alguien y él había estado emocionado cuando pudo captarlo, aunque Amber no sabía si seguiría feliz si supiera que quien le gustaba era Renata, una chica igual que ella.

Intentó divertirse después de la manera más desastrosa, en la que perdió en el tiro al blanco, la menor soltó una risa cuando vio que no se acercó al centro ni un poco y, de alguna forma, Amber sintió que eso estaba bien, que no había una necesidad real de llamarlo "normal" o "anormal", porque solamente eran ellas dos conociendo el amor.

Para cuando entraron a la casa embrujada la rubia ya estaba menos incómoda, había hecho un par de chistes que hicieron reír a Renata e incluso la había abrazado en el momento en el que ella casi se cae luego de haberse tropezado con una piedra. Y dentro de la casa embrujada, la pelirroja la había abrazado por la cintura y su corazón había comenzado a latir con fuerza, como si le protestara por haberse negado el hecho de que Renata le gustaba muchísimo.

El día prácticamente estaba pasando muy rápido, porque ninguna de las dos estaba pensando en lo que realmente les preocupaba, estaban ocupándose de divertirse y fingir que no sabían que había algo más ahí que "solamente amigas". Pero Amber se permitió quitarse esa máscara cuando se metieron al túnel del amor por error, habían pensado que la fila era para las tazas, pero habían terminado en una balsa en el túnel. ¿Coincidencia?

Fue incómodo cuando Renata entendió de qué era el túnel, no volvió a decir nada ni a intentar que las cosas fueran como antes, simplemente se quedó ahí intentando disfrutar del paseo. Y cuando llegaron a una parte del túnel que estaba oscura, la mayor decidió hablar por primera vez de ese tema que no había querido tocar con la pelirroja directamente hasta ahora, así que localizó su mano entre la oscuridad y la tomó antes de acercarse más.

—Quiero hablar— dijo cuando la luz volvió al túnel, haciendo que ambas se dieran cuenta de lo cerca que estaban y que Renata pudiera leerle los labios—. Y tú sabes de qué quiero hablar.

—No es...— la más baja intentó seguir hablando, pero un sonrojo cubrió sus mejillas y ella procedió a soltarle la mano para mover las manos rápidamente y explicarse.— "No es necesario hablar de eso, ya entendí que sólo podemos ser amigas".

—No— la menor ladeó la cabeza confundida—. No, tenemos que hablar de esto, Renata

—"Pero..."— la pelirroja no pudo seguir moviendo sus manos porque Amber la tomó de ambas e hizo que se acercara más para mirarla a los ojos.

—Me gustas— dijo la rubia, despacio, para que la menor pudiera entenderlo, y la vio sonreír de una manera tan brillante que se le contagió y sonrió también—. Y si no te lo dije antes fue porque tenía miedo, miedo de darme cuenta de que era verdad y ahora que lo sé y, que te lo estoy diciendo, tengo miedo de nuevo.

٭𝚄𝚗𝚍𝚎𝚛𝚍𝚘𝚐 || 𝙴𝚖𝚒𝚕𝚒𝚊𝚌𝚘 ° ٭⊹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora