𝒞𝐻𝒶𝓅𝓉ə𝓇 29

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Llamó a su madre después para notificarle que iría a la casa de EJ y se quedaría ahí hasta que parara la lluvia, le recalcó que si llevaba paraguas y que estaría bien. No les mentía a sus padres, se sintió terriblemente mal por hacerlo y durante un rato EJ y él se quedaron ahí esperando a que Joaquín se calmara de su repentino ataque de soy un muy mal hijo por mentir.

Fueron a la casa de EJ después de eso, él si llevaba un paraguas y le dijo que siempre era precavido al respecto, que nunca olvidaba llevárselo a ningún lado en temporadas de lluvia. Joaquín era bastante despistado y, aunque si solía llevarlo, confiaba en el servicio meteorológico para esas cosas, cosa que no siempre acertaba.

—Oye, pero La vez que te quedaste conmigo no llevabas paraguas, ¿no? Por eso te quedaste conmigo... — Joaquín se detuvo para mirar al más alto que también se detuvo, no lo miró inmediatamente y observó el cielo durante un segundo antes de voltear a verlo. —¿ O... sí llevabas uno?

EJ pasó saliva, Joaquín observó su cuello cuando lo hizo, el ojiverde hizo el amago de rascarse la nuca, pero al hacerlo apartó el paraguas del más bajo y Joaquín se mojó un poco, así que acomodó el paraguas rápidamente y se disculpó por el accidente.

—Eh, yo...— esta vez, cuando Joaquín notó que probablemente de nuevo EJ intentaría rascarse la nuca (Porque era algo que él hacía demasiado, como un tic), se acercó más al más alto para evitar mojarse. EJ se puso más nervioso que antes y se mojó los labios con la lengua. —No, ¡Quiero decir! ¡Sí! La... La otra vez que me quedé contigo yo llevaba un p-paraguas.

Joaquín miró a EJ directamente a los ojos, le costaba un poco de trabajo porque era más alto y estaban más cerca de lo que habían estado nunca, lo observó detenidamente, casi sin prestar atención a lo que había dicho del paraguas, y se dio cuenta de que su hombro izquierdo estaba empapado. Todo ese tiempo EJ había estado caminando del lado izquierdo y Joaquín del derecho, supuso que, gracias a que era más alto, EJ había tenido que inclinar el paraguas más hacia él.

Las gotas de agua caían sobre el paraguas creando una extraña armonía que Joaquín no supo cómo explicar, le puso una mano en el hombro y sí, efectivamente estaba empapadísimo de agua, Joaquín negó con la cabeza y procedió a seguir caminando, esta vez pegándose más a EJ para evitar que se mojara.

—Debiste decirme que te estabas mojando el hombro— Joaquín hizo que EJ caminara, ya que el ultimo tardó un poco en salir del trance y cuando lo hizo sólo salió un pequeño "¿Qué?" de su boca—. Sí, para que pudiéramos caminar más juntos y no te mojaras.

—Oh, claro— EJ se aclaró la garganta un poco nervioso—. Es que no quería incomodarte.

—No, está bien, vamos.

Fue así como continuaron caminando hasta la casa de EJ sin mencionar ni una palabra del paraguas, cuando llegaron al fin a la casa del Ojiverde y entraron, él se quedó quieto en la entrada como esperando, se escucharon las patas de un animal corriendo a toda velocidad y entonces apareció un dálmata adulto que de inmediato se lanzó sobre EJ para saludarlo.

La cola del perro comenzó a golpearle las piernas a Joaquín, EJ reía estruendosamente por los lengüetazos del perro y entonces una bella mujer rubia hizo acto de presencia en el recibidor de la casa, tenía el cabello sostenido en un moño sobre la cabeza, sus ojos eran de un verde muy bonito y tenía una esbelta figura, cabe aclarar que se parecía demasiado a EJ.

—Ok, ok, basta— Joaquín regresó la vista a EJ sólo para encontrárselo peleando con el perro para que lo dejara en paz de una buena vez—. Juke, basta, sé que estás emocionado, pero tengo que presentarte a alguien.

٭𝚄𝚗𝚍𝚎𝚛𝚍𝚘𝚐 || 𝙴𝚖𝚒𝚕𝚒𝚊𝚌𝚘 ° ٭⊹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora