𝒞𝐻𝒶𝓅𝓉ə𝓇 43

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Había algo llamado dignidad, pero Renata no la tenía, carecía de ella al igual que carecía de audición, así que había ido a visitar a Amber un par de veces después de aquel día en su casa. Sabía que había sido una estúpida, porque no tenía que haber besado a Amber de la nada, así como si fuera súper normal besar a otra chica, menos sabiendo que ella estaba pasando por un proceso de superación respecto a Andrés.

No quería confundirla, tampoco quería que malinterpretara todo o bueno, más bien, que entendiera todo. Después de que la besó, Amber dijo algo sobre que tenía que irse que Renata apenas entendió porque la rubia ni siquiera se molestó en decírselo bien y había salido huyendo de la casa de la pelirroja como si estuviera embrujada.

Renata lloró toda la noche hasta que se quedó dormida.

Su padre intentó animarla, pero no tuvo éxito, por lo que se resignó a que su linda princesa estuviera triste. Renata regresó al colegio cuando se sintió mejor, e intentó actuar como si nada hubiera pasado para estar lista el día que viera a Amber, para volver a ser amigas y fingir que nada pasaba. Pero no pudo, porque Amber no se presentó los siguientes días, durante dos semanas, así que fue a visitarla, ¿Y qué le dijo el padrastro de Amber? Que Amber no estaba muy bien de salud y tampoco estaba recibiendo visitas.

Cuando les preguntó a los demás si habían ido a visitarla todos le dijeron que sí, y que ella se veía bastante resfriada pero que seguía igual de animada que siempre.

Y ahí lo entendió. Entendió que había arruinado todo, mucho más de lo que imaginaba, como si hubiera tomado un camino por la carretera y este camino no tuviera retorno, porque ya no podía regresar y arrepentirse, ya no podía decirle a Amber "Perdón, resulta que leí en internet que así se quita más rápido el resfriado". No podía retractarse por lo que había hecho, ahora sólo podía hacer dos cosas: disculparse por hacerlo y alejarse de Amber.

Así que fue a la casa de Amber, sabiendo que su padrastro o su madre le dirían que no podía pasar y sabiendo también que eso era por órdenes de Amber, pero sólo le quedaba eso, así que iba a pedirles un favor.

-No lo sé, linda- le dijo el padrastro de Amber, procurando que pudiera leerle los labios, después de leer la notita que Renata traía para él. La nota decía que no le dijera a Amber que era ella y la dejara pasar, solamente para que pronunciara sus disculpas y pudiera irse- Amber me dijo que no quería verte, no quiso decirme porqué, pero especificó que a ti no te dejara pasar.

Bueno, al menos había conseguido la verdad de la boca de ese hombre, porque las veces anteriores se limitaba a decirle la mentira que seguro Amber le pidió que dijera, ahora le había dicho todo directamente. Eso no hacía que le doliera menos, pero la verdad no siempre es buena. Y aquí había tres verdades, que a Renata le gustaba Amber, que a Amber no le gustaba Renata y que ya no eran amigas.

-¿P-Por favor?- Renata no sabía decir muchas palabras, usualmente tenía que leerlas para pronunciarlas, así que estaba haciendo un gran esfuerzo- Só-lo quiero discul-par-me y l-luego me... Me...

-¿Te irás?- Renata asintió, estando aliviada y agradecida de que el padrastro de Amber comprendiera lo que quería decir, puesto que el hombre sólo entendía que era sorda pero no sabía comunicarse- De acuerdo, te dejaré entrar a disculparte, pero voy a quedarme afuera por si necesitas algo, ¿Está bien?

La pelirroja asintió feliz y luego pronunció un corto "Gracias" que el padrastro de Amber correspondió con una sonrisa, dirigiéndola después a la habitación de Amber, la cual tenía una puerta blanca con un letrero que decía "Amber", alrededor había un montón de flores de colores y un arcoíris.

Mientras tocaba la puerta, miró el arcoíris y sintió ganas de llorar de nuevo, pero parpadeó repetidas veces y le sonrió al padrastro de Amber antes de tomar la perilla para entrar, dándole las gracias de nuevo por dejarla entrar.

٭𝚄𝚗𝚍𝚎𝚛𝚍𝚘𝚐 || 𝙴𝚖𝚒𝚕𝚒𝚊𝚌𝚘 ° ٭⊹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora