𝒞𝐻𝒶𝓅𝓉ə𝓇 63

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Joaquín siempre se había considerado una persona que no tenía nada que envidiarle a nadie, por lo tanto, jamás se había sentido celoso, o no lo recordaba, y si llegó a sentirlos fueron celos sanos, no de esos celos enfermizos sin fundamentos.

Y ahora estaba ahí, parado frente a la caja registradora del restaurante en el que trabaja, con un puchero en los labios y el ceño tan fruncido que casi podía formar una uniceja. Andrés que estaba a su lado, suelta una risita y luego le da un leve codazo, él es el que está más divertido con toda esta situación, porque entiende que el menor esté celoso, lo que no entiende es porqué él se niega a aceptarlo.

—Vamos, Joaco— su amigo reprime una risa en su puño izquierdo, antes de golpear levemente al judío para llamar otra vez su atención—. Admite que estás celoso.

—No voy a admitirlo porque no es verdad— chilló el judío, desviando la mirada de las dos personas que estaba observando, sólo para entregarle su orden a una señora y cobrarle—. Los celos son malos, y yo no puedo sentirme así, no tengo por qué sentir celos.

—Pero los tienes.

—¡Qué no!

Todo había comenzado aquella tarde, cuando EJ había decidido ir a visitarlo en la hora del almuerzo, obviamente Joaquín había estado muy feliz de poder comer con su novio. De hecho, una de sus compañeras de trabajo le había coqueteado y no se había sentido así.

Pero cuando su novio ya se iba se topó con Cam, y ese fue el principio del fin, porque no sólo resulta que aquellos dos se conocían, sino que Cam había sido el crush de EJ hace algunos años.

Y bien, eso tampoco tendría que haber sido un problema, porque Diego también había sido el crush del ojiverde y él no lo hacía sentirse así, el problema fue cuando EJ mencionó que eran novios. La cara de Cam había cambiado drásticamente, como si le hubieran dicho que su abuela había muerto en ese mismo instante, había dejado de sonreír y el castaño jura que lo vio mirarlo de arriba hacia abajo con desprecio.

Sin embargo, Cam no dijo nada, simplemente hizo una especie de "Hum" con la garganta y centro completamente su atención en EJ, sonriéndole e invitándolo a sentarse en una mesa del restaurante a platicar sobre cómo habían sido sus vidas últimamente.

Joaquín había sentido como se le revolvía furiosamente el estómago, le echó la culpa a lo que había almorzado y corrió a decirle a Andrés sobre lo que había pasado y lo que sentía.

Él, como buen amigo, le había dicho que estaba celoso y el menor, como buen samaritano, se había negado rotundamente a esa posibilidad. Porque no, no era posible estar celoso de Cam, no tenía por qué, Cam no había sido nada del mayor, ni lo sería pronto, no había nada porqué sentirse así y se negaba a pensarlo.

Además, los celos siempre le habían parecido absurdos, porque si tu novio o novia no te da razones para sospechar, no tienes por qué hacerlo, no hay necesidad. El ojiverde no le daba motivos para desconfiar de él ni para sentirse amenazado por Cam, ni siquiera se habría enterado de que a EJ le gustaba sino iba él a visitarlo ese día. No tenía por qué sentirse celoso.

Aunque muy en el fondo sabía que sí, que estaba celoso, pero sentía que sí no lo decía en voz alta entonces no era cierto.

—Mira Joaquín— su amigo suspiró y el mencionado volteó a mirarlo.— Que no hayas sentido celos antes no significa que no existan o que esté mal sentirlos.

—Claro que está mal— Joaquín apretó uno de los botones de la caja registradora con fuerza y esta se abrió, la señora a la que atendía dio un respingo—. Los celos siempre son malos, son un signo de la falta de confianza en la relación y de inseguridad en ti mismo.

—No siempre lo son— Andrés resopló y la señora que el más bajo atendía se fue, mirándolos mal por estar hablando en horas de trabajo, pero su amigo simplemente le sonrió y le dijo que volviera pronto—. En algunos casos es normal sentir que puedes perder a una persona.

—Eso no tiene sentido— Joaquín se cruzó de brazos antes de seguir atendiendo a los clientes, mirando de reojo como EJ y Cam hablaban y se reían—. No pierdes a las personas, ellas deciden sí se van o se quedan, no sirve de nada que te pongas celoso.

—Diego nunca me ha celado, no ha tenido la necesidad. Pero yo sí, lo he hecho muchas veces y yo no soy celoso — continúo Andrés, ignorando lo que su amigo dijo y sonriéndole a los clientes para que no fueran a quejarse con el gerente—. Te lo digo así: puedes ser el ser humano más seguro de ti mismo e igual sentir celos. Porque quieres a esa persona y sientes que ni siquiera tú eres digno de estar con él o ella.

—¿Así te sientes tú con Reed?— preguntó el judío con un hilo de voz.

Su amigo se quedó callado, atendiendo a una clienta que tardaba demasiado tiempo dando su orden porque tenía demasiados hijos.

—Sí,— respondió Andrés al final, recargándose en la caja registradora y sonriéndole ampliamente.— Cada día y cada segundo siento que no lo merezco, que él no tiene porqué cargar conmigo, y sin embargo, ahí está, amándome.

El judío bajó la mirada, comprendiendo lo que su mejor amigo decía, volteó a mirar a su novio y sonrió levemente, realmente lo quería tanto si podía identificar lo que sentía Andrés por Diego en sí mismo.

Se sentía así por EJ en ese momento. Durante el tiempo que llevaban siendo novios Joaquín había pensado que él y el mayor se merecían mutuamente, pero echando un vistazo hacia atrás se dio cuenta de que no, que en realidad la razón por la que sentía eso era porque EJ se esforzaba por merecerlo. Y pensando en todo lo que se esforzaba el de ojos verdes y, pensó que en realidad quien no lo merecía, era él, siempre dándolo por sentado.

No se había esforzado mucho por conquistar al más alto porque, quien lo había conquistado había sido él, y siempre pensó que con eso bastaba, que con gustarle no tendría que luchar por él porque de una u otra forma lo tendría.

Y ahora se daba cuenta de que no, no tendría a EJ, a pesar de que eran novios, también tenía que poner de su parte. Así que sonrió para sí mismo y decidió que lo invitaría a una cita que él mismo organizaría.

Ahora era su turno de conquistar a TJ.
















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Sin mas que decir, se les quiere.

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