Sabía que no necesitaba el trabajo, sus padres lo amaban y podrían seguir dándole ciertas cosas porque todavía no cumplía los dieciocho, pero se sentía bastante inútil por haber perdido el empleo, porque no llevaba mucho tiempo en él y ya estaba fuera. Su madre le había dicho varias veces que no era su culpa y que era parte de la vida perder los empleos, pero eso no lo consolaba del todo, porque le gustaba ese empleo, y en parte.
Tal vez le gustaba trabajar, atender a los clientes y hasta el olor de los aros de cebolla, pero odiaba a Cam. Antes creía que ese sentimiento era demasiado fuerte y repulsivo, creía que no podía sentir algo así, pero entonces apareció él y se dio cuenta de que sí podía.
Así que tal vez estaba cometiendo una estupidez, pero ya estaba ahí. Joaquín Goodman nunca se rendía, siempre procuraba caerle bien a la gente, que se llevaran una buena impresión sobre él, y no podía hacerlo sí no trabajaba con Cam Goode.
—Sé que hice mal— comenzó, mirando a Cam, quien estaba leyendo algunos papeles que parecían importantes—. Pero no se repetirá, fue un caso especial, mi amiga no vendrá a visitarme de nuevo.
Claro que no lo haría, porque estaba molesta con él, terriblemente molesta, luego de que Joaquín le hubiera pedido que no le dijera nada a nadie sobre lo ocurrido, menos a EJ, ella había explotado, diciendo que no se merecía que lo tratara así ese tipo (bueno, usó otra palabra, pero tenemos clasificación A de Apto para todo público y pues, no queremos que se pase a B de Bien vulgar, así que no lo diremos).
El hecho de que prácticamente le había prohibido decir algo al respecto, había hecho que Amber se molestara, no le había respondido los mensajes y mucho menos le hablaba en persona.
De alguna forma sintió que ella estaba siendo injusta, porque él mismo pudo haber hecho eso cuando se enteró de lo que le hizo a Renata, pero había preferido apoyarla y, ahora ella le daba la espalda con algo que él consideraba importante. Pero no podía enojarse realmente con ella, la quería y sabía que ella lo quería a él, así que sólo esperaría a que se le pasara el enojo.
—¿Y qué esperas conseguir diciéndome esto?— preguntó Cam, mirándolo desde abajo, pero de alguna forma demostrando que era superior.
—Recontrátame— dijo con un hilo de voz, casi sin querer decirlo, Cam alzó una ceja, así que se aclaró la garganta y lo repitió, más fuerte esta vez— Recontrátame, por favor.
Se quedaron en silencio un par de segundos, mirándose directamente a los ojos, intentando saber qué pensaba el otro y sin poder descifrarlo del todo. Al final, Cam sonrió y aplaudió, poniéndose de pie.
—Okay, te recontrato— el menor casi se puso a aplaudir de felicidad. Casi— Con una condición.
—Que te hinques— la sonrisa de el castaño flaqueó, mientras que la sonrisa de Cam se hizo más grande.— y me pidas perdón.
—Oh, está bien— Joaquín carraspeó, remangándose un poco el pantalón antes de comenzar a hincarse.
—Pero no aquí— Cam le dio la vuelta a su escritorio, llegando a estar frente a él, jalándolo del brazos y haciendo que ambos salieran de la oficina del gerente, estando frente a sus compañeros de trabajo y algunos clientes—. Ahora sí, hazlo.
El judío volteó a verlo, con los ojos abiertos, sorprendido de la petición y casi esperando a que Cam le dijera que era una broma. Pero no lo hizo, continúo sonriendo, esperando a que se hincara y le pidiera perdón por algo que ni siquiera fue su culpa.
Tampoco tuvo que haberlo despedido en primer lugar, pero no iba a ponerse a discutir por algo así sí quería el empleo de vuelta. Así que se hincó.
Al menos esperaba que la gente alrededor se diera cuenta de que la víctima era él, porque Cam lucía desde ahí como un auténtico bastardo, satisfecho de tenerlo a sus pies, rogando por volver a trabajar ahí.
No tenía necesidad de estar haciendo algo como eso, sin embargo, lo hacía, viendo a lo lejos como Andrés fruncía el ceño y se cruzaba de brazos. Él estaba igual o más molesto que Amber, porque él había tenido que verlo soportar cosas así por más tiempo y el menor seguía diciéndole que no dijera nada.
—Perdón, señor— miró a Cam hacia arriba, odiando su sonrisa de superioridad con toda el alma, pero aguantándose las ganas de hacer algo para quitársela—. No volverá a ocurrir, mi amiga no vendrá a visitarme durante el trabajo.
—Bien, recontratado— iba a ponerse de pie, pero Cam lo detuvo— Espera, una cosa más. Pídeme perdón por robarme al novio.
Okay, esa era una estupidez. Joaquín no le había robado nada porque, en primer lugar, Cam había sido quien rechazó a EJ cuando tuvo la oportunidad de ser su novio.
Además, aceptar disculparse por eso aceptaba que lo había hecho, cuando no era cierto, jamás le robó el novio porque el ojiverde fue quien le pidió ser su novio, EJ no iba a esperar a Cam toda la vida y él tenía que aceptarlo. Sin embargo, miró hacia todos lados y vio como los demás susurraban y volvió a hincarse por completo.
—Perdón por robarte al novio— ante lo dicho, Cam sonrió como un niño en una dulcería y asintió, indicándole con el dedo índice que lo siguiera de vuelta a su oficina.
El castaño le hizo caso, siguiéndolo, mientras todas las miradas se posaban en él, las de sus compañeros de trabajo mirándolo como si fuera la peor persona de todas y la de Andrés mirándolo como si no lo pudiera creer.
Joaquín no sabía qué ganaba Cam con todo eso, con hacerles creer a todos que EJ fue su novio antes y que él se lo quitó, no lo sabía, pero sí sabía que Cam nunca hacía las cosas sólo por hacerlas, él tenía un plan, algo mucho más fuerte que sólo humillarlo frente a todos.
Lo sabía, podía verlo en el brillo malicioso de sus ojos cuando le pidió que se sentara frente a él en el escritorio, se cruzó de brazos y sonrió todavía más. Esa era, quizás, la sonrisa que vería todos los días en sus pesadillas a partir de ese momento, porque era impresionante lo mucho que las apariencias engañan; Joaquín había pensado que Cam era amable, una gran persona, pero desde que supo que era novio de EJ, se dio cuenta de que solamente llevaba una máscara encima y odiaba sentir que muchas personas de su entorno podían ser iguales a él.
Pero, sobre todo, le dio miedo pensar que tal vez él mismo, muy en el fondo, era igual a Cam.
—Tengo una última condición— El menor comenzaba a odiar las condiciones, sobre todo las de Cam-—. Que termines con EJ.
—¿Qué?
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Espero les haya gustado, no olviden Votar. ✌🏻
Dejen sus comentarios para saber sus opiniones, al igual si notan un error ortográfico en la historia.
Sin mas que decir, se les quiere.♡
Ya estamos en la Recta Final!! 👀
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٭𝚄𝚗𝚍𝚎𝚛𝚍𝚘𝚐 || 𝙴𝚖𝚒𝚕𝚒𝚊𝚌𝚘 ° ٭⊹
Fiksi Remaja↬𝕁𝕠𝕒𝕢𝕦𝕚𝕟 𝕖𝕤 𝕖𝕝 𝕥í𝕡𝕚𝕔𝕠 𝕔𝕙𝕚𝕔𝕠 𝕢𝕦𝕖 𝕥𝕠𝕕𝕠 𝕖𝕝 𝕞𝕦𝕟𝕕𝕠 𝕖𝕟 𝕖𝕝 𝕔𝕠𝕝𝕖𝕘𝕚𝕠 𝕒𝕕𝕠𝕣𝕒, 𝕝𝕒 𝕞𝕒𝕪𝕠𝕣í𝕒 𝕕𝕚𝕔𝕖 𝕖𝕤𝕥𝕒𝕣 𝕖𝕟𝕒𝕞𝕠𝕣𝕒𝕕𝕠 𝕕𝕖 é𝕝 𝕠 𝕕𝕖 𝕒𝕝𝕘𝕦𝕟𝕒 𝕔𝕦𝕒𝕝𝕚𝕕𝕒𝕕 𝕢𝕦𝕖 𝕡𝕠𝕤𝕖𝕖. 𝔼𝕩𝕔�...