٭𝚄𝚗𝚍𝚎𝚛𝚍𝚘𝚐 || 𝙴𝚖𝚒𝚕𝚒𝚊𝚌𝚘 ° ٭⊹

𝔼𝕤𝕡𝕖𝕔𝕚𝕒𝕝 𝟚 (𝔼𝕁)

Las manos de EJ estaban temblando y su corazón no dejaba de latir como si tuviera vida propia y quisiera expresar todo lo que estaba sintiendo en este momento. No había pensado antes en la posibilidad de tener que sentarse frente a su madre y confesarse, porque tampoco había estado en sus planes el darse cuenta un día que "Creo que me gusta mi mejor amigo".

Aunque tampoco esperaba que Diego fuera a ser su tipo, es decir, esperaba algo distinto cuando se dio cuenta de que tal vez, y sólo tal vez, le gustaban los hombres. Quizás alguien que fuera mucho más diferente al rubio porque a EJ había muchas cosas que le desagradaban de él, pero al final no podía decidir de quien gustar, su corazón elegía solo. Por eso había citado a sus padres en la sala para decirles, para confesar que no iba a hacerlos sentir orgullosos, para confesarles que era gay.

No quería decepcionar a nadie, pero sentía que ya estaba haciéndolo. El corazón se le iba a salir por la boca, las manos le estaban sudando dentro de los bolsillos y miraba intercaladamente a sus padres sin saber qué decir o con qué comenzar. Tampoco sabía a cuál de los dos hablarle primero, los tenía enfrente a ambos y llevaba dos minutos mirándolos sin decir nada, estaba temblando de miedo, de no saber cómo iban a reaccionar sus padres cuando lo supieran todo.

-Vamos, hijo, ¿Qué pasa?- la voz de su padre lo regresa a la tierra, mordiéndose así mismo el interior de la mejilla con nerviosismo-. ¿Es algo que hiciste? ¿Reprobaste alguna materia?

-¡No!-y en recordó que no era demasiado bueno que digamos en matemáticas-. Bueno, aparte de eso.

Sus padres se miraron, sabían acerca de que su hijo no era para nada bueno en matemáticas, habían estado hablando acerca de llevarlo con un tutor. EJ sin embargo suspiró, preparándose mentalmente para lo que diría, no sabía cómo iba a comenzar ni tampoco cómo es que iban a reaccionar sus padres, pero tenía que hacerlo, tarde o temprano tenía que hacerlo, y por eso estaba aquí temprano.

Tenía catorce años, pero ya sabía exactamente lo que tenía que decirles a sus padres, sabía que tenía que enfrentarlo y ser valiente. Así que inhaló hondo, se mentalizó para lo que diría y puso las manos frente a su cara para hablar en lengua de señas.

Se sentía más seguro de esta manera, porque no iba a temblarle la voz, probablemente le temblaran las manos, pero sabía que aun así sus padres serían capaces de entenderlo.

-"Tengo algo muy importante que decirles"- sus padres asintieron mientras se tomaban de las manos-. "Y quiero pedirles que por favor no se decepcionen de mí".

-Nunca lo haríamos- se apresuró a decir su padre, sonriéndole levemente al decirlo-. Eres nuestro hijo, y te amamos.

Eso de alguna forma logró tranquilizarlo, pero seguía estando algo nervioso. No creía que sus padres fueran a tratarlo mal simplemente por su orientación sexual, pero sabía que sería un gran impacto para ellos, así que suspiró y decidió continuar hablando.

-"Hace un tiempo intenté tener una novia"- comenzó-. "Lo intentamos, pero no funcionó".

-"¿Qué pasó?"- preguntó su madre, realmente intrigada en por qué no había funcionado su intento de tener novia al fin.

La verdad al principio el ojiverde tampoco lo sabía, quiso creer que era porque había ido demasiado rápido con Vanessa, pero al intentarlo también con Samantha, había terminado deduciendo que se trataba de que no le gustaban.

Y luego decidió pedirle a Diego que lo dejara besarlo, era algo que guardarían para ellos mismos pero que lo ayudaría a aclarar un poco más las cosas. El estómago le dio mil vueltas cuando lo hizo, se le sonrojaron las mejillas y bueno, concluyó que le gustaba su mejor amigo.