٭𝚄𝚗𝚍𝚎𝚛𝚍𝚘𝚐 || 𝙴𝚖𝚒𝚕𝚒𝚊𝚌𝚘 ° ٭⊹

𝒞𝐻𝒶𝓅𝓉ə𝓇 15

Quien se encargó de abrir la puerta todas las veces fue Amber, dejando pasar a los invitados y bailando en la entrada de la casa, sin perderse nada. Renata estaba a su lado, aunque no bailaba y sólo veía a Amber moviéndose al compás de una música que ella no podía oír, pero ella lucía feliz al ver a Amber. Y Joaquín seguía nervioso, miraba la puerta continuamente sabiendo que no notaría cuando su admirador llegara, pero quería grabarse las caras de todos por si acaso, obviamente se les olvidaron los rostros después de las primeras diez personas y suspiró cuando se dio cuenta de que ya no recordaba a casi nadie.

Sí reconocía a todos porque la mayoría eran sus compañeros, pero ninguno parecía ser la persona que él buscaba y al final se rindió, yéndose a la cocina para tomar un plato con nachos o una bebida y relajarse al fin, porque no iba a conseguir nada estando nervioso por su admirador y la fiesta era para divertirse. Casi nadie iba a la cocina durante las fiestas en las películas más que para buscar comida o algo de tomar, todos estaban en la sala bailando o platicando y Joaquín supuso que sería igual, que de hecho hubiera sido totalmente igual de no ser por EJ.

—Oh, hola— EJ volteó sobresaltado ante la voz de Joaquín y él sólo le sonrió para intentar disculparse— No esperaba encontrar a nadie aquí, ¿Cómo te la estás pasando?

—Um, hola, me la estoy p-pasando bien — fue en ese momento en el que EJ se rascó la parte posterior de la nuca y Joaquín hizo una mueca de confusión. —yo sólo... Es que estaba buscando algo de beber.

—Claro, qué mal anfitrión— Joaquín abrió la nevera y se asomó para ver qué había guardado—. ¿Quieres una soda o agua mineral? También tengo leche y té helado.

—Ah, té helado, por favor, murmuró EJ de una forma en ques el menor apenas alcanzó a escucharlo, tomó dos botellas de té, una para EJ y otra para él, le pasó la suya a EJ cerrando la nevera al mismo tiempo y le sonrió—. Gracias...

—De nada— Joaquín continúo con su sonrisa mirando como EJ abría su botella de té y tomaba un trago. Cuando él mismo intentó abrir su botella se topó con que no podía y se sonrojó volteando a mirar a EJ mientras le extendía su botella, él lo miró confundido—. Eh, tú, ¿Podrías... Abrirla por mí?

—Oh, claro— el más alto dejó su botella en la barra de la cocina y tomó la que Joaquín le ofrecía, abriéndola casi inmediatamente y volviéndosela a extender.

—Gracias— fue lo que dijo Joaquín, mientras tomaba la botella de té helado de la mano de EJ, sus manos se rozaron y pensó que tal vez tenía electricidad o algo así cuando EJ se alejó casi como si tuviera lepra—. Lo siento, ¿Tenía electricidad?

—No, eh, no, está bien— EJ para ese punto no estaba mirándolo de nuevo, Joaquín decidió dejarlo pasar.

—De acuerdo— le dio un trago a su té y luego volvió a mirar al mayor y le sonrió alegremente, luego recordó un tema importante—. A todo esto, ¿Quién te invitó?, Es decir, no me molesta que estés aquí, de hecho, me alegra mucho, pero ya que a Buffy no le caes muy bien y ni Andi, Renata, Amber, Andrés hablan contigo pues...

EJ se sonrojó en ese momento, sacando de balance a Joaquín cuando se dio cuenta.

—Ah, lo que pasa es que

—¡Joaquín! —y apareció Amber en la cocina, interrumpiendo lo que sea que EJ tenía por decir, él suspiro aliviado—. Qué bueno que te encuentro, hay unos chicos en la puerta diciendo que te conocen y la verdad no sé si dejarlos pasar, ¿Podrías venir a decirme si los conoces?

—Claro— Joaquín le sonrió a Amber y la siguió hacia la salida de la cocina antes de voltear a mirar a EJ—. Nos vemos.

Cuando Joaquín ya no estuvo a la vista EJ definitivamente suspiró más aliviado, le dio otro trago a su té y se pasó la mano por el cabello.

—Lo que pasa es que me invitaste tú— murmuró una vez que comprobó que estaba completamente solo, volvió a tomar de su té y suspiró. No conocía a casi nadie de esa fiesta porque no era de tener muchos amigos y Diego no quiso acompañarlo porque dijo algo sobre ser la tercera rueda que no tenía sentido porque Joaquín no sabía que EJ era KJE.

Volvió a comprobar que estaba solo en la cocina y sacó la carta que tenía preparada en su bolsillo, era una hoja de papel de color azul que decía "KJE para Joaquín Goodman", había preparado la carta para hacerle saber a Joaquín que había ido a su fiesta como él quería, pero ahora se sentía muy nervioso. Hasta hace diez minutos estaba seguro de que se acercaría y se la daría en persona.

Luego apareció el mismísimo Joaquín Goodman en persona para ponerlo en aprietos al preguntarle quién lo invitó y, obviamente, EJ no supo cómo decirle que él lo invitó sin revelar su identidad sin querer y fue un alivio que apareciera Amber para salvarlo. Usualmente Amber le hartaba porque se la pasaba pegada a Joaquín, pero justo ahora estaba amándola, lo había salvado y ni siquiera sabía que lo había hecho.

Observó la carta nuevamente, sintiéndose nervioso cuando pensó que tal vez no sería tan malo dársela y huir fingiendo que nada de eso había pasado, aunque le daba mucho miedo la reacción que él pudiera tener y no importaba las veces que Diego le hubiera dicho que fuera valiente y se declarara, el corazón de EJ seguía temblando cada vez que veía a Joaquín. Si alguien le hubiera dicho hace unos años que estaría completamente enamorado de un chico como Joaquín seguramente se hubiera reído, o hubiera golpeado a quien lo dijera, pero ya había cambiado.

Luego tuvo la maravillosa idea de dejarle la carta en su habitación, quizás era arriesgado intentar colarse, aunque siempre podría usar la excusa del baño, pero había un baño en la planta baja que literalmente tenía el letrero "Baño" y sería imposible perderse. Aun así, se aventuró y subió las escaleras, y amó que en esa casa todo tuviera letreros porque rápidamente halló la habitación de Joaquín al leer "Joaquín" en una de las puertas.

Coló la carta por debajo de la puerta y estaba dispuesto a irse creyendo que no había sido descubierto cuando se topó a una mujer al filo de las escaleras, quien obviamente era la madre de Joaquín porque eran muy parecidos. Tragó saliva creyendo que todo estaba perdido hasta que la mujer colocó su dedo índice sobre sus labios, indicando que guardaría su secreto y luego paso por su lado directo hacia la habitación que tenía letrero "Biblioteca"