٭𝚄𝚗𝚍𝚎𝚛𝚍𝚘𝚐 || 𝙴𝚖𝚒𝚕𝚒𝚊𝚌𝚘 ° ٭⊹

𝒞𝐻𝒶𝓅𝓉ə𝓇 66

Ya no tenia tantos nervios de sentarse frente al padre de su novio, había aprendido que todo lo que aquel hombre hacía era para ayudarlo, así que ya no tenía miedo y estaba mejorando considerablemente en su tratamiento.

Sus padres lo acompañaban esta vez, era la primera vez que Andrés iba a hablarles de su trastorno alimenticio, ellos sólo sabían que irían a ver al padre del novio de su hijo. La verdad, eso era lo único de lo que tenía miedo, porque no quería que sus padres se preocuparan desde un principio, pero ahora ellos sabrían que había tenido que lidiar con sus problemas solo y no quería que se sintieran malos padres.

Diego le dio un beso al recibirlo, temblando ligeramente al saludar a sus suegros, puesto que sabía que sus padres todavía tenían que asumir que no sólo le gustaban las chicas. Pasaron al consultorio del padre de su novio, y él los hizo sentarse mientras les sonreía.

Vio a sus padres preocupados al ver al padre de Diego vestido como doctor, de alguna manera ellos sabían que no estaría vestido así de no ser porque les hablaría así.

—Buen día, señores Beck— los padres de Andrés respondieron en voz baja—. Sé que seguro se preguntarán qué hago vestido de doctor.

—La verdad es que sí— el padre de Andrés carraspeó, visiblemente incómodo—. O sea, no porque nos extrañara su trabajo, sino que es como si fuera a darnos consulta o algo así.

—Bueno, no les daré consulta— sintió a sus padres suspirar aliviados, seguro pensando lo mismo que él cuando llegó ahí: que no tienen dinero para pagar–. Pero sí les daré el resultado de unas cuantas.

—¿Eh? ¿De qué habla?— se atrevió a preguntar la madre de Andrés, con la voz temblorosa.

—Su hijo, Andrés— su suegro lo señaló con una mano y él se sonrojó.— ha estado asistiendo a un par de consultas conmigo y está en tratamiento.

Los padres de Andrés voltearon a mirarlo, visiblemente sorprendidos, probablemente pensando en una manera de regañarlo por haber ido a consulta sin decirles y más cuando no tenían dinero. Andrés sabía que seguramente pensarían eso, él mismo lo había hecho cuando empezaron las consultas.

No quería decirles a sus padres lo que estaba pasando, no quería preocuparlos, pero su suegro y su novio lo habían convencido de que era lo mejor que podría hacer, ellos no podían vivir en la ignorancia sobre lo que le pasaba a su único hijo. Aunque, de ser por él, no les habría dicho nada nunca, ellos ya tenían suficientes problemas con intentar conseguir dinero para sobrevivir, no tendrían que preocuparse por lo que le pasaba.

—S-Sí es por el dinero— comenzó a decir el padre de Andrés, pero el padre de Diego lo detuvo poniendo una mano en alto.

—No se trata de eso— nuevamente, Andrés creyó verlos suspirar de alivio y lo entendía, lamentablemente había cosas que no podían permitirse porque no tenían dinero—. Yo personalmente le insistí a Andrés para que tomara terapia conmigo, gratis, de hecho, tampoco quería decirles, pero Diego y yo lo convencimos.

El mencionado Diego les sonrió a sus suegros, intentando ser amable para poder agradarles, Andrés casi se rio de eso. Afortunadamente no tenían que preocuparse por eso, aunque igual era algo incómodo saber que no era del completo agrado de los padres de su novio.

—Pero ¿Por qué nuestro hijo asistió a terapia?— se atrevió a preguntar el padre de Andrés, con una sonrisa nerviosa sobre los labios.

Ya que ellos no tenían idea de qué clase de doctor era, probablemente estuvieran imaginándose lo peor, aun cuando su diploma de nutriólogo colgaba de la pared. Ambos padres se miraron, pensando en que tal vez era demasiado grave o algo así, Andrés no estaba seguro.