—No puedo salir— fue lo primero que dijo Amber cuando Renata fue a buscarla—. Tengo que... Pintarme las uñas, lo siento.
Y con eso último le cerró la puerta, sonriéndole aparentemente apenada por haberla dejado plantada. Aunque Renata la entendía, comenzaba a pensar que no se trataba de algo que hacía sin querer, no era una coincidencia que siempre tuviera algo que hacer, ya fuera arreglarse el cabello, ir de compras con su padrastro, pintarse las uñas y otro montón de cosas estúpidas.
Suspiró, entendiendo que a la mejor lo que la rubia necesitaba era un tiempo a solas, tal vez eso la ayudaría a arreglarse consigo misma y a entenderse, así que no le reclamaría por eso. Decidiendo ir a casa de EJ al final, para poder hablar con él y, de paso, entregarle a Joaquín la carta porque por fin ese era el día en el que le darían el alta al de ojos verdes.
Todos habían querido ir, por lo que pensó que Amber también estaría ahí, pero se encontró con que ella sería la única en faltar. El próximo partido estaba cerca, y EJ todavía tenía que esperar a que el médico diera su veredicto sobre su lesión, diciendo si podía o no participar en el partido. Aunque muy posiblemente no fuera así, porque a pesar de que su lesión no había sido muy grave, si necesitaba recuperarse completamente antes de volver a jugar basquetbol.
La verdad, Renata había pensado que una vez que Amber y ella fueran novias las cosas serían diferentes, tal vez saldrían más seguido y juntas lucharían contra la homofobia de la gente. Pero no había sido así, ni por asomo, puesto que apenas y se veían y Amber se rehusaba a tomarla de la mano en público, como si tuviera alguna peste o algo así.
Y está bien, entendía perfectamente por lo que estaba pasando Amber, así que le daría tiempo.
—"Hola"— la madre del ojiverde le caía bien, ella siempre era muy amable y era la primera persona mayor que la pelirroja conocía que era sorda, y no sólo eso, sino que también sorda de nacimiento.
—"Hola, ¿Cómo está EJ?"— la seña que ambas tenían para el mencionado era distinta, porque ella utilizaba la combinación de ojos y verdes, mientras que la mujer utilizaba las señas de las letras—. "Me dijeron que hoy lo daban de alta".
—"Sí"— la mujer la dejó pasar, regalándole una gran sonrisa y ofreciéndole una galleta. La madre del más alto siempre estaba cocinando y preparando postres, esa mujer vivía en la cocina, pero no se quejaba—. "Hoy afortunadamente, el médico le dirá si puede jugar o no".
—"Espero que pueda"— Renata se detuvo a la mitad para morder una galleta, después miró a la mujer con una mueca preocupada—. "Aunque también deseo que EJ pueda descansar apropiadamente".
—"El médico dirá"— la madre del ojiverde se metió a la cocina, dejándole la vía libre para ir a la habitación del mayor, la cual estaba decorada por fuera con un montón de globos y confeti.
Supuso que sería exactamente igual por dentro, aunque no sabía cómo es que diez adolescentes más el padre de EJ y el médico entrarían completamente en la habitación del ojiverde, aunque supuso que no sería un problema porque en algún punto todos saltarían a abrazar a EJ.
Amaba la idea de EJ, amó su idea desde el principio, prácticamente desde que descubrió que él era KJE, pero ahora la amaba más porque a ella le había tocado llevar el color azul y solamente faltaría el morado para poder formar por completo la bandera gay. Renata había comprado dos pulseras con esa bandera que deseaba utilizar junto a Amber, sólo esperaba que ella aceptara llevarla en todo momento.
Cuando entró a la habitación del mayor encontró exactamente lo que esperaba, a Joaquín sentado junto a él en la cama y a todos los demás apretujándose a un lado, luciendo incluso cómico el hecho de que no cabían todos en el lugar.
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٭𝚄𝚗𝚍𝚎𝚛𝚍𝚘𝚐 || 𝙴𝚖𝚒𝚕𝚒𝚊𝚌𝚘 ° ٭⊹
Fiksi Remaja↬𝕁𝕠𝕒𝕢𝕦𝕚𝕟 𝕖𝕤 𝕖𝕝 𝕥í𝕡𝕚𝕔𝕠 𝕔𝕙𝕚𝕔𝕠 𝕢𝕦𝕖 𝕥𝕠𝕕𝕠 𝕖𝕝 𝕞𝕦𝕟𝕕𝕠 𝕖𝕟 𝕖𝕝 𝕔𝕠𝕝𝕖𝕘𝕚𝕠 𝕒𝕕𝕠𝕣𝕒, 𝕝𝕒 𝕞𝕒𝕪𝕠𝕣í𝕒 𝕕𝕚𝕔𝕖 𝕖𝕤𝕥𝕒𝕣 𝕖𝕟𝕒𝕞𝕠𝕣𝕒𝕕𝕠 𝕕𝕖 é𝕝 𝕠 𝕕𝕖 𝕒𝕝𝕘𝕦𝕟𝕒 𝕔𝕦𝕒𝕝𝕚𝕕𝕒𝕕 𝕢𝕦𝕖 𝕡𝕠𝕤𝕖𝕖. 𝔼𝕩𝕔�...