𝐑𝐄𝐀𝐂𝐂𝐈𝐎𝐍𝐄𝐒 ▹ Min Yoon Gi

▹ 𝒊𝒏𝒔𝒆𝒄𝒖𝒓𝒊𝒕𝒚

» Pedido: moonflower_chic

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Le viste a él entrar apresurado y acercarse a ti, depositando un beso en tu cabeza. Esperaban ansiosos a la enfermera que traería a tu pequeña y, en cuanto entró a la habitación, Yoongi dio un respingo, para después tomar a la niña en sus brazos.

—Mira qué pequeñita es —decía mientras la colocaba en pecho para que le dieras de lactar—. Es tan linda.

Tu hija se convirtió en el medio de atención de todas las personas que conocías. Sus pequeños ojos y sus mejillas regordetas enternecían a todas las personas, mucho más a su padre. Para ti era tu pequeño sol y realmente estabas agradecida por tu niña, sin embargo, había algunos detalles que comenzaron a inquietarte con el paso de las semanas.

Todo comenzó cuando, después de que Yoongi te hubiese invitado a una cena organizada por Jin, tuvieras la tentación de comprar un vestido nuevo. Saliste al centro comercial, acompañada de una amiga tuya y de tu bebé, buscando alguna pieza que te gustara. Y la encontraste.

El vestido era sencillo, elegante y se veía cómodo, así que elegiste uno de tu talla. Pero vaya problema fue probártelo. Ya llevabas varios minutos en los probadores y lo único que hacías, era mirar tu cuerpo.

Notaste que, por más que intentaste cuidar tu alimentación después del parto, no habías regresado al peso que tenías antes. También las viste en el espejo, a esas marcas que no eran muy estéticas a tus ojos y que parecían no más que zarpazos. Genial, ahora eran blancas y sería mucho más difícil eliminarlas. Tu vista viajó hasta tus muslos y tu abdomen, quedando decepcionada por el aspecto que tenían. Sí, tu piel se miraba un poco flácida ahora.

Todas estas semanas habías estado tan abrigada, que ni siquiera te habías percatado del peso que habías aumentado. Y vaya problema fue para ti.

Inmediatamente vinieron a tu mente las ideas de qué diría tu esposo. Si para ti esas marcas eran desagradables, no te imaginabas para él.

—¿Te gustó cómo se ve? —preguntó tu amiga que te esperaba fuera con tu pequeña en brazos—. ¿O no te ha gustado? Podemos buscar otro —comentó al notar tu falta de respuesta.

—Creo que... No iré a la fiesta, no me siento muy bien —le respondiste finalmente, tomando a tu bebé.

Regresaste a tu casa, encontrándote con un Yoongi medio dormido mientras escuchaba la canción que estaba produciendo. Él, al momento en que escuchó la puerta, giró su vista y se levantó de inmediato, emocionado como un cachorrito. Se acercó y tomó a la niña, para después dejar un largo beso en tus labios.

—¿Cómo te ha ido? ¿Encontraste algo que te guste? Olvidé decirte que Jin abrirá la piscina, pero podemos comprar bañadores más tarde —decía mientras colocaba a la pequeña en su cuna—. Tal vez llame a la niñera para que la cuide, no creo que sea un ambiente bueno para bebés —sonrió, dejando ver sus encías.

—No hace falta, no te preocupes —sonreíste también, pero con cierta melancolía—. Me quedaré con ella, no me siento muy bien.

—¿No irás? —Viste su semblante decaer—. Entonces hay que ir al médico, ¿Te duele algo?

—No. Ve tú a la fiesta —respondiste, haciendo que él se llenara de confusión—. Saluda a los chicos por mí.

—¿Qué? ¿Pero por qué?