▹ 𝒂𝒍𝒊𝒗𝒆

15.9K 734 111
                                    

» Capítulo narrado por YoonGi.

•••

Muchas veces llegué a cuestionar todo; ¿Por qué las cosas sucedían así? ¿Por qué yo tenía que aguantar esto?

¿Por qué seguía vivo?

Sin embargo, nunca tuve el atrevimiento de terminar con mi propia vida; mi mano temblaba cuando tenía el cuchillo rozando mi garganta, o cuando estaba apunto de colgarme, mis piernas simplemente se quedaban quietas y terminaba por desatar el lazo.

Pero con el paso del tiempo, fui experimentando algo que para mí, es peor que la muerte física.

Mis sentimientos, mis emociones, mi pasión por lo que hacía, ya no existía; estaba muerto todo eso.

El piano en el que antes me desvivía tocando, ahora sólo lo utilizaba como un mueble más, donde iba poniendo ropa, comida, basura... La verdad ya no sabía ni qué tanto tenía en ese lugar, pero el olor que emanaba desde luego que no era agradable. Mi cocina también era un desastre, pues los platos estaban amontonados en el fregadero y no había ni un tenedor limpio, pero me valía, las galletas que estaban por ahí dispersas eran las que me alimentaban. Mi habitación, bueno, al menos podía dormir en mi cama llena de objetos y ropa.

Claramente, esta no era mi situación hace unos tres años. En ese tiempo era feliz, no lo tenía todo, pero lo que tenía era suficiente. Mi desgracia fue cuando mis únicos apoyos se fueron y es a ese lugar al que no me he atrevido a ir. Mi hermano y mi mejor amigo, precisamente cuando iban a buscarme, se cruzaron con un tiroteo y murieron horas después en un hospital.

Eran las únicas personas que no me hacían sentir inservible y las perdí. Intenté salir adelante, pero no lo pude conseguir.

Mi hermano siempre me decía: "YoonGi, el día que yo me case, quiero que tú toques el órgano"
Pero ni siquiera pudo comprar esa casa por la que tanto había estado ahorrando.

Las últimas palabras de mi mejor amigo fueron: "YoonGi, nunca me olvides, toca para recordarme"
Perdóname, Hoseok, pero cada que miro una partitura, quiero matarme aunque no sea capaz de hacerlo.

Así eran todos mis días, donde sólo me quedaba viendo la ventana como si eso fuera a darme vida. Ya no era una persona productiva, ni ese chico que le gustaba aprender y urgar en todos lados; no, ya no.

Recuerdo que una tarde recibí una llamada y era de una persona que no había visto hace mucho tiempo. Esa persona me dijo que en ese mismo momento iría a mi casa, y no estaba mintiendo, en pocos minutos escuché a alguien tocar la puerta de mi departamento y, sin sentir vergüenza por el asco de casa que tenía, le abrí la puerta. La imagen de él era de un tipo empresario, con traje, alto y con un buen rostro; todo lo contrario a mí.

¡YoonGi!—Exclamó—Dios mío... Te ves...

Lo sé, no hace falta que me lo recuerde, hyung—Dije—¿Para qué vino?

Necesitamos hablar, Min YoonGi.

Perdona, Kim SeokJin, pero no hay nada de qué hablar.

Por supuesto que sí—Afirmó—Hace poco me enteré, de verdad lo sient...

Cállate—Interrumpí—¡Cállate!

YoonGi, tranquilízate. No quiero que te pongas agresivo, sólo ven conmigo. Cámbiate de ropa o... Sólo ponte los zapatos—Me pidió mientras me miraba de arriba a abajo. Desde luego que yo no estaba nada presentable, ya no recordaba mi última ducha o cuándo me cambié de ropa.

𝐑𝐄𝐀𝐂𝐂𝐈𝐎𝐍𝐄𝐒 ▹ Min Yoon Gi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora