𝐑𝐄𝐀𝐂𝐂𝐈𝐎𝐍𝐄𝐒 ▹ Min Yoon Gi

▹ 𝒄𝒐𝒎𝒆 𝒃𝒂𝒄𝒌 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒎𝒆

Sosteniendo una fotografía en tus manos, llegaban los recuerdos a tu mente; tu hijo cuando era un bebé y tú, cuando estabas casada. Esos tiempos que habían pasado realmente no sabes cómo definirlos... ¿Felices? ¿Tristes?

Lo cierto es que disfrutaste cada segundo que tuviste a tu niño en brazos y ahora disfrutas verlo correr por la casa a sus 5 años, sonriendo y diciendo cada una de sus ocurrencias.

Pero, ¿Qué había pasado con tu matrimonio?

Lamentablemente, cuando todo parecía que iba bien, fue cuando todo se desvaneció. Ahora, estabas divorciada, llevabas 3 años así y aunque luchas por superarlo, simplemente es algo que llega a tu cabeza muy a menudo.

—Mami, ¿En qué piensas?—Llegó tu pequeño hijo, sacándote de tus pensamientos. Él se acercó y miró la fotografía—¡Oh, ese soy yo! ¡Estaba muy pequeño!

—Sí, Yonghyun, eres tú—Dijiste—¿Me ayudas a pegarla en el álbum de tus fotos?—Preguntaste y él, casi arrebatando aquel papel de tus manos, se lo llevó para ponerlo en su álbum.

A pesar de lo que había sucedido, intentabas mostrarte feliz, porque tenías a tu hijo y ahora estabas dando todo por él.

—Oye mamá, mi papá dijo que este fin de semana me llevaría a Daegu—Te decía tu niño mientras caminaban por el parque—Quiere que vea a los abuelos.

—Oh, irás a Daegu...—Suspiraste—Espero que te diviertas con los abuelos.

Era inevitable que tú sintieras un pequeño pinchazo en el pecho cuando tu hijo te dice que se irá con su padre. Sabes que no puedes alejarlo de su progenitor, porque tu hijo lo adora, a pesar de lo que sucedió cuando él sólo era un bebé. El adorable Yonghyun siempre se pone increíblemente feliz cuando va de visita con su papá, y tú, claro que no vas a amargarle su felicidad.

Cuando por fin llego ese día que a tu hijo le tenía tan emocionado, tú te encargaste de preparar su equipaje y de arreglarlo. Te sorprendía el gran parecido que tenía con su padre; su rostro, piel, cabello... todo era tan similar a tu ex esposo.

—¡Yonghyun, necesito abrochar tu camisa! ¡Ven aquí!—Gritabas intentando que tu hijo se estuviera quieto por un minuto, pero por ahora era imposible—¡Vamos, que llegarán por ti pronto!

Mientras tú seguías vistiendo a tu pequeño, tocaron el timbre de tu casa. Suspiraste profundamente y fuiste hacia la puerta para abrirla, encontrando frente a ti a esa persona que tanto deseas olvidar.

—Hola...—Dijo él con una leve sonrisa, pero tú sólo te mostraste incómoda—¿Dónde está Yonghyun?

—Lo traeré—Dijiste yendo a por el niño y dejando en la puerta a aquel tipo. Fuiste a la habitación de Yonghyun y, en cuanto le avisaste que su padre le esperaba, salió disparado.

—¡Papá!—Exclamó el pequeño aventándose a los brazos de su progenitor. Tu hijo sólo se despidió de ti y se fue junto a su padre.

Realmente desearías que todo fuera perfecto y que tu hijo disfrutara a diario de tener una familia completa, pero era algo que tú no podías darle, y todo, siendo originado en un acto de egoísmo.

Sí, recuerdas perfectamente ese día en el que llegaste a casa con tu pequeño de dos años en brazos. Tu hijo estaba llorando porque se había caído y no habías podido calmarlo. Tenías pensado en ese momento prepararle leche y cambiarlo para que se durmiera, pero algo interrumpió tus planes. Tu en ese entonces esposo, salió de su estudio molesto y con una cara terriblemente mala. Comenzó a renegar alzando la voz, quejándose de que su trabajo estaba saliendo mal por culpa de su hijo.