Vuelta a la base

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Sabía que me iba a arrepentir de esto. Ponerme en contacto con Stark no entraba en mis planes.

-¿Seguro que esto es necesario? -pregunto cuando detiene el coche frente a una casa de madera.

-Necesitamos su ayuda para perfeccionarlo todo -dice Nat desde el asiento del copiloto.

-Todo saldrá bien -intenta tranquilizarme Scott.

¿Os acordáis de él? La última vez que le vi fue para meterle una paliza.

-Vamos -ordena Steve.

Los tres bajaron del vehículo, yo prefiero quedarme dentro viendo la escena. No sé qué diablos tienen en mente, pero por la cara de mi padre se ve que algo totalmente absurdo.

Un momento después salió una niña y se sentó en su regazo. En ese momento fijó la vista en el coche, en mi. Les dijo algo y todos se giraron un instante.

Después él entró en su casa y los demás vinieron al coche. Estaba en absoluto silencio hasta que Scott abrió su bocaza.

-¿Por qué no vives con Stark? -me preguntó-. O sea, es que es raro. Eres su hija y... ¿le dejaste? ¿Por eso tuvo otra? No me malinterpretes, es simple curiosidad. Como no bajaste a saludar...

-No soy nadie para él -respondo.

-Pues preguntó por ti.

Sequé una gota que se estaba formando en el lagrimal y me puse a mirar por la ventana. ¿Por qué no se acercó al coche? Ya sé que podría haberme bajado, pero no fui yo quien jodió todo por hablar sin pensar.

Llegamos a una cafetería donde habían citado a Bruce. No era el que yo recordaba. Ahora era un listillo verde gigante que no está a favor de la violencia. Los únicos que pidieron fueron él y Scott. Cuando les sirvieron todo comenzaron una charla incongruente para mis oídos. ¿Viajes en el tiempo? ¿Eso existe de verdad?

-Voy a echar un pitillo -avisé a mis compañeros y salí del local.

Ya, ya, fumar es malo, pero hay cosas peores. Yo me refugié en el humo para calmar mis nervios y mi ansiedad, para asimilar que perdí a mis amigos, a toda la gente que me importaba, incluído mi padre. Ahora no puedo dejarlo. Lo intenté, pero es muy difícil.

-¿Fumar? ¿En serio?

-¿Qué quieres, Rogers?

-Tenemos una idea. Hay que volver a la base y Hulk nos ayudará.

-Va a salir mal -tiro la colilla al suelo.

-¿Por qué?

-Stark siempre fue el cerebro. Sin él estáis perdidos.

-Te tenemos a ti, a Scott y a Banner. ¿No heredaste nada de él?

-Los malos hábitos.

En ese momento salieron los tres que faltaban y fuimos a la base. Hace tiempo que no piso este sitio. El único cambio que tiene es el aumento de la cantidad de máquinas.

-Ponte este traje -ordenan a Scott.

-¿Por qué yo?

-Porque tú tuviste la idea -le chincha Nat.

Todos estamos pendientes de él. Bruce aprieta el botón y de pronto aparece un Scott niño.

-¿Qué es eso? -pregunta Nat.

-¡Soy Scott!

Pulsa de nuevo y aparece un Scott viejo.

-Este está un poco pasado -opino.

Pulsa otra vez y aparece Scott bebé.

Oh Dios mío. No puede ser. Si esto es posible, tal vez...

Pulsa por última vez y aparece Scott, nuestro Scott.

-Esto no sirve de nada -se queja Rogers y se va.

-Banner -le llamo-, ¿podemos hacer una prueba conmigo?

-¿Para qué quieres meterte ahí?

-Si Peter vuelve, me gustaría estar como antes.

-Es muy peligroso.

-Por favor.

A regañadientes me lo permitió. Me puse el traje. Cuando apretó el botón sentí que todo dentro de mi se revolvía. Cuando pisé tierra firme, Banner levantó los pulgares. Me quité el casco y corrí hacia un espejo. Volvía a tener quince años, al menos físicamente.

>>Gracias, Bruce.

Me quité el traje y lo dejé a un lado en el suelo.

Con ese meneo me entró hambre. Al llegar a la cocina veo tacos. Ricos, deliciosos y condimentados tacos.

-¿Por qué todos se comen mi comida?

Oh, mierda... ya llegó don ego.

Seguí comiendo sin responder.

>>No tenemos porqué llevarnos mal -seguí sin responder-. Ya sé que fue mi culpa y que debí disculparme antes, pero no fui capaz.

-Déjame comer.

-Le hablé de ti a Morgan. Quiere conocerte.

-Déjame.

-No puedes evitarme para siempre.

-Puedo y lo haré.

-No lo harás.

-¿Por qué volviste? -me enfadé-. ¿Ya te aburriste de jugar a la familia feliz? ¿O viniste a por el perro?

-Cuando termine todo esto quiero que vengas a vivir con nosotros -ignora mi enfado-. Nunca quise que nos distanciáramos -se sienta a mi lado-. Dame una oportunidad.

-¿Otra?

-Por favor. Déjame ser un buen padre mientras pueda.

Estar hablando con él es un regalo. Tengo que dejar de hacerme la dura, sobre todo cuando vamos a embarcarnos en una misión suicida.

-¿A Morgan le gustan las hamburguesas?

-Le encantan.

-¿Sabe que soy su hermana?

-Sí. Está deseando conocerte -me mira a los ojos-. ¿Te has vuelto más joven?

-Un poco.

-Traeré al mocoso de vuelta.

-¿Qué te ha hecho cambiar de idea?

-Verte en el coche. Si traigo a Parker de vuelta, se te quitará esa cara de culo.

 ______ Stark (Peter Parker y tú) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora