______ Stark (Peter Parker y tú) [COMPLETA]

Ida y vuelta

Los famosos vengadores ya están preparados. Todos tienen sus trajes puestos para viajar por el espacio-tiempo.

-Cuentas hasta cinco y le das a este botón -me explica Banner-. Cuando nos hayamos ido, vuelves a contar hasta cinco y le das a este otro botón.

-Recuérdame por qué no puedo ir.

-Porque tenemos lo justo para un viaje de ida y vuelta para once personas.

-Pero había veinticuatro botes. Los conté yo misma.

-El otro lo utilizamos de prueba. Lo siento, pero no puedes venir.

-Y también porque yo no te dejo ir -dice mi padre acercándose a nosotros-. Deja que nos encarguemos los adultos.

-¡Soy una adulta! -me quejo.

-A mis ojos no.

-Vais a volver, ¿verdad? -pregunto asustada.

-Sí.

-¿Todos?

-Todos. Te lo juro.

Dejando de lado mi frialdad, le di un abrazo. El lo correspondió y dejó un beso en mi frente.

Voy a ser franca. Aunque para mi solo vayan a pasar diez segundos, para ellos será más tiempo. Se pondrán en peligro y tal vez lleguen malheridos o algo peor.

-Ten cuidado -digo con los ojos llorosos-, por favor.

-No llores -me seca las mejillas-. Volveremos con las gemas, y luego iremos a comer una hamburguesa todos juntos.

-Stark -le llama Rogers-, tenemos que irnos.

Mientras ellos se meten en la máquina, yo me siento frente al panel de botones.

-¿Estás lista? -me pregunta Banner.

-Sí.

Respira, inspira, respira, inspira...

>>Cinco... cuatro... tres... dos... uno...

Pulsé el botón y desaparecieron. Juro que estoy temblando como esto salga mal me muero, como alguien no vuelva... ¿Y si es por darle mal a algún botón o palanca?

>>No me traiciones, dedito -le digo a mi índice-. Uf... vamos allá. Cinco... cuatro... tres... dos... uno...

Vuelvo a darle al botón.

>>Mierda -Nat no está-. ¿Qué ha pasado? ¿Le di mal al botón? -me alarmo-. Esperad, puedo arreglarlo, puedo...

-No ha sido culpa tuya -dice Burton-. Se ha sacrificado. Para conseguir la gema del alma, hay que entregar otro alma.

No puede ser. Entonces Nat... Nat está muerta.

Tuve que salir de esa sala y meterme en mi vieja habitación. No puedo creer que perdamos más vidas intentando salvar otras. Solo espero que su sacrificio no haya sido en vano.

-Toc-toc.

-Pasa papá -digo secándome las mejillas.

-Lo hizo por nosotros -se sienta a mi lado-. Nunca se me dieron bien las charlas motivacionales -ríe.

-Prefiero que seas sincero. ¿Vamos a salvar a los demás?

-Sí.

-¿Y va a morir más gente?

Se queda callado un momento.

-Tal vez.

-¿Y tú morirás?

-Espero que no.

Y otra vez a llorar. Lo juro, no soy así de llorona, pero la situación puede conmigo. No me imagino un mundo sin mi padre. No quiero que ocurra. No quiero que se dé esa realidad.

>>Sabes de sobra que hay muchas posibilidades. Podrías morir tú... pero eso no va a pasar. Me metería en medio para impedirlo.

Sin saber por qué, el cielo se oscurece. Algo enorme está a punto de caer sobre nosotros. Lo único que puedo hacer para ponernos a salvo es teletransportarnos, así que cojo a mi padre del brazo y nos llevo a unos cuantos kilómetros de allí, donde aún tenemos una vista de la base, ahora destrozada.

-Papá -señalo al cielo-, mira.

-Thanos.