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Advertencia: este capítulo puede resultar algo empalagoso y generar algunos paros cardiacos, se recomienda discreción (Y un desfibrilador a un lado, por si las moscas)

Advertencia: este capítulo puede resultar algo empalagoso y generar algunos paros cardiacos, se recomienda discreción (Y un desfibrilador a un lado, por si las moscas)

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Satoru bajó un poco la mirada y se encontró con el rostro durmiente del pequeño Yuuji, esa expresión serena que emanaba su pequeño, lo tranquilizó enormemente, es más, era como si el tiempo se hubiera detenido. Cerró un poco sus ojos y plasmó en lo más profundo de su corazón y en su memoria ese preciado momento.

El joven no podía describir con simples palabras o letras la felicidad interna que tenía e incluso, se cuestionó si sentirse feliz era lo correcto, haber conseguido a su destinado a una edad temprana, siendo este un niño, pero no dejo que eso lo desanimaba, se fue por la parte buena que podía generar el hecho que fuera tan pequeño, el cual sería tener más momento de esta índole y unos hermosos recuerdo que perdurarán toda su vida.

Satoru con sumo cuidado y delicadeza tocó los cachetes de Yuuji, el joven no pudo detener la sonrisa ligera que se le escapó sin aviso, lo mejor de todo, era que nadie había interferido el preciado momento.

El pequeño se acurrucó más y con pesadez abrió sus resaltantes pestañas que tenían ese peculiar color rosa al igual que su cabello.

— Satoru — su voz sonaba ronca — Yuuji quiere dormir un poco más.

El joven alfa abrió sus ojos con sorpresa, no esperaba que su gesto despertara a Yuuji, la culpa lo invadió.

— Tranquilo, Yuuji puede dormir un rato más— Satoru libero sus feromonas para relajar más al pequeño.

Yuuji cerró nuevamente los ojos y Satoru lo acomodo en sus brazos, al poco tiempo el cuerpo de Yuuji empezó a responder a las feromonas del alfa, no para insinuársele, sino para tranquilizar al alfa, era una forma en que las parejas se calmaba mutuamente en este extraño mundo.  Al poco tiempo, cumplieron su función, las feromonas del pequeño omega al ser liberadas relajaron tanto en mente como en cuerpo al joven alfa, en tan solo un momento el pequeño Yuuji sin darse cuenta y sin saber le había contagiado su estado soñoliento a Satoru.

El joven cerró sus ojos y acompañó a su pequeño destinado al mundo de los sueños del dios Morfeo.

*

**

***

— Disculpa — Choso había bajado las escaleras y se estaba acercando al mueble individual, al estar de espalda no podía ver con suma atención que estaba haciendo el joven Gojo, al llegar para entregarle la manta, se detuvo — Wasuke había movidos las cobijas de lugar y no sabía dónde se encontraban.

Al llegar, se topó con el joven dormido en conjunto con su pequeño hermano. Dejó salir un suspiro y se acercó, notó el peculiar aroma dulce mezclado y dedujo rápidamente que las feromonas liberadas por los dos no eran de cortejo. Ya se había topado con un escenario parecido el día anterior.

𝓵𝓪𝔃𝓸 [Goyuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora