~ 𝟏𝟒 ~

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Toji le hizo una seña para que entrara al minimercado. Al cruzar el pequeño mercado, los trabajadores del lugar se inclinaron en señal de respeto al recién llegado.

—Tiempo sin verlo, Sr. Satoru — El encargado del lugar, se estaba acercando para saludarlo.

—Les dije que no fueran tan cortés conmigo —Satoru le habló en forma de queja — trátame como si fuera otro cliente más.

El encargado lo miró con sorpresa.

— P-pero si usted es el dueño — respondió sin pensar.

—Por eso mismo, no quiero que todo el mundo se entere, así que solo trátame como otro cliente más —el albino se volteó un poco a ver la mascota del lugar — tengo un asunto importante que hablar —señaló con un dedo a la mascota —no quiero interrupciones- le dijo sin escrúpulo.

—Comprendo — miró al otro empleado y volvió a ver a su jefe —Solo le diré que últimamente no hemos tenido ninguna queja del Sr. Toji.

El hecho de que el encargado estuviera defendiendo a Toji, era porque entre los 4 empleados, él más resaltaba y el que más causaba problema.

Al principio, Toji se encargaba de mantener los pasillos y las despensas, pero no era bueno al atender a la gente del minimercado, después decidieron dejarlo en la parte de la carnicería, en ese tiempo las ventas subieron enormemente e incluso se hacían colas únicas para ser atendida solamente por el carnicero, claro el hecho de que alguien con la camiseta pegada que dejaba volar la imaginación y verlo usar el cuchillo de una manera ágil, era llamativa, pero las quejas de algunas parejas celosas eran igual que la clientela que entraba al negocio por el carnicero, así que para no generar molestias a Satoru se le vino una idea de disfrazarlo como la mascota de la tienda, de esta manera no llamaría la atención y al mismo tiempo no estaría atendiendo, ni estaría tan cerca de los clientes.

— Me alegra escuchar buenas noticias — se burló de la vaca - Megumi debe de estar muy orgulloso de ti.

—¡Jum! —Toji no respondió a la provocación del albino

— Pueden hablar tranquilamente en el cuarto de cámaras, le avisaré al vigilante para que les deje sola el lugar.

—Como quieras —Satoru desvió la mirada — Ijichi, ¿Tienen pudin?

—Cl-claro—Al principio el encargado dudo, después comprendió lo que le quiso decir el joven. —En la nevera

A Satoru se le dibujó una sonrisa infantil mientras se dirigía hacia la nevera.

*

**

***

Satoru y la vaca fueron llevados a una habitación no muy grande, donde varias pantallas reflejaban todo lo que ocurría en el pequeño negocio, la oscuridad era apocada por la luz que irradiaban las pantallas, en sí la habitación no posea nada llamativo, ni algo que lo hiciera resaltan mucho.

—Bueno, los dejo —Habló Ijichi, antes de salir de la habitación.

—Gracias por el esfuerzo — le respondió Satoru mientras se llevaba a la boca una cucharilla de plástico con una porción ridículamente pequeña del pudin.

Toji agarro el asiento donde el vigilante se sentaba a monitoria el negocio, lo aleja de las pantallas y sienta, con pesadez, se quita la cabeza del disfraz, para luego bajar el cierre del pecho, dejando expuesto su torso definido y formado, el cual resaltaba mucho por la luz de las pantallas que iluminaban las gotas de sudor que recorrían su cuerpo.

Toji se había acostumbrado a usar el ridículo disfraz sin camiseta por el calor que generaba.

Miro de reojo a Satoru, verlo tan estúpido comiendo un postre de niño le hizo replantearse ¿Por qué trabajaba para él?

𝓵𝓪𝔃𝓸 [Goyuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora