~𝟏7~

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—Suguru —Satoru se encontraba en la parte trasera del auto, moviendo uno de sus pies impacientemente —¿puedes ir más rápido?

— Voy lo más rápido que puedo, además estoy en una zona residencial, no puedo ir a toda velocidad —Suguru le responde en forma de queja.

— ¡Tck! —Satoru chasquea la lengua —Son las dos de la mañana, casi no hay gente.

— Lo sé, pero estas son las horas de las urgencias y todo el mundo sale corriendo a lo loco, así que quédate tranquilo y cállate — reprime el azabache — Shoko — la llama Geto — puedes bajar la ventana.

Shoko, la cual estaba en el asiento del copiloto, lo mira con algo de sorpresa, Suguru había conducido todo el trayecto con la ventana del conductor baja, era obvio que la brisa fría de la noche entraba en el automóvil. Shoko tuerce el gesto por la extraña petición.

—¿Algún problema? — le pregunta.

— Sí —le contesta Suguru bastante seco — el problema es el idiota que está atrás — su voz empieza a salir irritante.

Geto detiene el auto repentinamente a un lado del camino. Shoko y Gojo lo miraban con duda.

— ¡MALDITA SEA SATORU CÁLMATE! —Suguru grita antes que alguno de los dos pudiese hablar —TUS MALDITAS FEROMONAS ANDAN EN TODO EL AUTO ¿PUEDES POR LO MENOS REPRIMIRLAS UN POCO? Satoru lo ve con un disgusto obvio y cuando iba a responder, Shoko tomó la delantera.

— Si no te calmas, vamos a demorar más en llegar, así que colabora y quédate quieto — esta vez era Ieiri lo estaba reprimiendo.

Satoru se acomoda en el asiento nuevamente, claro que está molesto e irritado, pero sabe que sus camaradas tienen razón, con impaciencia bruza los brazos y con sus manos aprieta fuertemente sus bíceps para retener un poco, logra apretar fuertemente su mandíbula y cierras los ojos, todos esto lo hace para poderse controlar.

*

**

—Estamos en el parque —Habla Suguru— ¿por dónde? —pregunta

Satoru se encontraba con los ojos cerrados, aunque habían transcurrido unos minutos desde su retorno. Para el albino, estos eran los minutos más extensos de su existencia. Con moderación, observó a sus camaradas, al principio deseaba dejar en reserva donde residía su pequeño Omega, cuando había brindado los servicios de su médico particular. En su mente, había planificado trasladarse al consultorio privado de Shoko, con el fin de prevenir que su gente diera con la casa de lo Itadori, pero el llamado de Choso esa madrugada cambió todo sus planes.   

Sin miramiento, le indico a su amigo por donde ir, no sin antes darle una advertencia a los dos.

No quiero que manden a alguien a vigilar la casa.

—Lamento la hora —Choso se mostraba un poco angustiado, el alfa vestía una camisa tres cuartos, acompañado de un chaleco sin manga, pantalón de vestir y una pajarita, atuendo que usaba para atender el bar familiar—Fuiste al primero que se me vino ...

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—Lamento la hora —Choso se mostraba un poco angustiado, el alfa vestía una camisa tres cuartos, acompañado de un chaleco sin manga, pantalón de vestir y una pajarita, atuendo que usaba para atender el bar familiar—Fuiste al primero que se me vino a la mente.— menciona apenado. 

𝓵𝓪𝔃𝓸 [Goyuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora