~𝟐5~

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Yuuji se estaba resguardando en los brazos de su hermano, de alguna forma sentía como Choso se había tranquilizado, lo descifraba por ese ligero olor dulce que estaba desprendiendo.

—¿Yuuji? — lo llama con calma Choso, Yuuji suelta el abrazo y se sienta en el regazo de su hermano para verlo seriamente y descifrar si estaba diciendo la verdad —Ya recupere las fuerzas necesarias — le habla mientras le mueve un poco el cabello. — deberías de ir a ver a Sukuna, No crees que ¿también necesita un abrazo?.

Yuuji deja de ver a Choso para ver la puerta de su cuarto, donde a lo lejos se podía observar a su copia perfecta descansando en su cama, aunque Sukuna le estaba dando la espalda, sentía un alivio enorme que no podía explicar al percibir que su gemelo se encontraba mucho mejor que antes, simplemente lo sabía, pero ahora una duda empieza hacerse presente en su mente.

¿De verdad Sukuna se quedaría de ahora en adelante con ellos? Yuuji empieza a morderse la comisura del labio.

— ¿Yuuji? —lo llama nuevamente Choso a la vez que pasa su mano por la cara del menor para que dejara de morderse, el hermano mayor conocía perfectamente esa maña de su pequeño hermano— de ahora en adelante Yuuji debe de pensar como agradécele a Satoru y como pasara sus días con Sukuna— toca ligeramente la nariz de Yuuji — así que Yuuji no debe de preocuparse por los asuntos de la gente mayor —Choso no quería utilizar al albino en nada, esa era la soluciona momentánea para que el pequeño no le diera tantas vueltas al asunto de la custodia de su gemelo.

Yuuji solo lo ve y voltea a ver su gemelo.

—A Sukuna no le gustan los abrazos — el niño empieza a responder la primera pregunta que había formulado su hermano mayor. —Yuuji irá a ver cómo sigue Sukuna — el pelirrosa se levanta del regazo de su hermano para ir a su habitación, al pasar el marco de la puerta, se voltea un poco y nuevamente a Choso — ¿Pu-puedo cerrar la puerta? — le pregunta a su hermano.

A Choso se le hace extraña la pregunta, pero, no se niega a la petición de su hermano, siente el ligero olor dulce que libera Yuuji, sin duda eran de felicidad.

—Es tu habitación, puedes hacer lo que quieras —fue su única respuesta.

El mayor estaba seguro de que en algún momento cuando Sukuna recupera la conciencia, de seguro que le compartiría algo a Yuuji. Para Choso era importante que los gemelos compartieran un momento de privacidad entre ellos, pero la razón del porqué Yuuji quería cerrar la puerta era para ocultar algo. Vergüenza.

El pequeño estaba intentando disimular un poco su vergüenza, al hacerse el «duro» en frente de su hermano mayor y no exponer el conflicto interno que tenía. Uno que fue otorgado por su propio hermano.

Yuuji al escucharlo, cierra la puerta sin mucha prisa y se deja tumbar atrás de esta, para apoyar su frente en sus rodillas.

Su cara se encuentra roja completamente.

Debía de agradecerle apropiadamente a Satoru. Era el pensamiento que ahora invadía su cabeza. ¿Pero cómo podía hacerlo? Y lo más relevante, ¿cómo sabía que era apropiadamente?

—Satoru — lo nombró en voz baja y su vergüenza subió más en su pequeño cuerpo.

Fue muy distraído al no saber en qué momento el albino no lo había acompañado a su casa.  

Yuuji se esconde más entre rodillas y lleva su mano a la cara, sintiendo el calor a través de regordetes cachetes. Ni siquiera se había dado cuenta de que Satoru no estaba con él, pero ¿Quién lo iba a culpar? Su preocupación y mente estaba ocupada en ayudar a su gemelo.

— ¿Satoru se habrá molestado? — Yuuji genera una pregunta al aire.

No, no lo hizo.

Pero, Yuuji lo dejó solo.

𝓵𝓪𝔃𝓸 [Goyuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora