~ 𝟎𝟏 ~

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Al llegar a la mansión Gojo, Geto no dio tiempo a nadie en saludar a Satoru, pasó corriendo jalando por un brazo al albino por toda la residencia hasta llegar al despacho de Kento.

Observar a los sirvientes del lugar quedarse estáticos a ver al Suguru llevar de aquella manera al joven amo, era algo fuera de lo común.

La razón era que, siempre era todo lo contrario, Gojo era quien metía a en problemas Suguru, ¿El motivo?, era para que el regaño de Nanami fuera impartido para los dos y no solo para el joven Alfa. En pocas palabras, ver al azabache llevarlo era algo extremadamente nuevo en ese sitio.

Incluso murmullos eran resaltantes entre la servidumbre al ver la escena.

—¿El joven Suguru se metió en problema?

—Es culpa del joven amo, descarriló al bueno del Geto.

—¿Ahora van a hacer dos? — un suspiro —de broma aguantamos al Joven Satoru.

Geto no podía prestarle menos atención a los rumores de pasillos, sabía que primero debía resolver aquel problema y después se encargaría de los chismes infames de los sirvientes.

Tan pronto llegaron al despacho de Nanami, abrió la puerta y tiró en una silla al albino y se aproximó al rubio. Todo aquello sorprendió a Kento, no era común ver al azabache en aquel estado.

—Esto es nuevo — fue interrumpido.

Nanami no se encontraba solo en su despacho, con él estaba Shoko, la médico particular de la familia Gojo, al parecer tenían una reunión interna.

—Nanami — hablo Geto, pero no continuo, no sabía cómo decir todo lo que había o estaba pasando, así que continuo sin nada en mente— lo fui a buscar... y co-ccomo siempre —se excusó — pero al-go... Algo le paso.

Para Kento todo aquello no tenía sentido, no comprendía nada y Shoko al parecer también se encontraba con la misma duda.

— Algo está mal— Shoko llama la atención de los dos alfa — primero: ¿Por qué el idiota está tan tranquilo?, y dos: ¿Por qué no está haciendo berrinche como siempre? Todavía es muy temprano para estar en la mansión.

Los presentes voltearon a ver a Satoru, el cual seguía perdido viendo el infinito.

Ieiri aprovechó esto y se acercó un poco a Gojo, movió una de sus manos al frente del albino y nada.

—¿Se le ha freído el cerebro al fin?— hizo un comentario hiriente.

—Eso creo —Suguru Soltó un suspiro —incluso su infinito está desactivado.

Estas palabras alertaron a Nanami.

—¡Suguru!— lo llamo Kento le iba a dar una orden al joven alfa cuando...

— ¡Qué asco! —Gritaron al mismo tiempo el catire y el pelinegro, tapándose la nariz.

Shoko volteo a ver al par de alfa, mientras se alejaba un poco de Gojo con duda pregunto.

—¿Qué pasó?

— ¡No lo sientes! —grito irritado Geto —¡es asqueroso!...e-sse horrible olor que sale de él.

Ieiri se sintió ofendida por las palabras del alfa, se volteó y cerró los ojos.

— Disculpen que sea una beta — dijo molesta —aunque viendo cómo están reaccionando, me alegro de serlo.

— ¿Es hormonal?—dijo Nanami, había agarrado un pañuelo para alejar un poco aquel olor empalagoso.

— No lo sé, tengo que hacerle estudios previos para encontrar la razón — miro a "Gojo el perdido" — pero puede ser que su celo este por empezar.

𝓵𝓪𝔃𝓸 [Goyuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora