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La reacción natural de Satoru es jalar a Choso del brazo hacia él, de esta forma el hermano mayor pasa de estar en el recibidor al pequeño porche de la encantadora casa y a su vez se trae el pomo de la puerta con él logrando cerrarla.
— ¡Oye! ¡Oye! — Satoru empezaba entrar en pánico, imaginen su alteración que el dulce que llevaba en la mano fue directamente hacia el suelo — Es-esto no me los esperaba — logra decir algo entrecortado, mira con ligereza a Choso — Esto no es justo, ¿Por qué traes a todos tu hermano justamente cuando fuimos por Sukuna?— su voz suena como un conjunto de rabia y angustia.
— Trillizos — fue su única respuesta.
La cara de Satoru empieza a reflejar varios cambios, el cual dejaba en duda si era rabia y miedo.
— ¡Maldición!¡Maldición! Esos imbéciles — el albino empieza a rascarse la cabeza con ambas manos creyendo que de estar forma la angustia dejaría su cuerpo — Dime, al menos que no saben lo de Yuuji — pregunta intentando buscar algún tipo de consuelo a la vez que sigue rascándose la cabeza.
Choso solo mueve su cabeza de arriba a abajo, dejando en claro su respuesta.
Feromonas de diferentes olores empieza a salir del albino, está revelan el estado frenético que se encuentra en ese momento.
— ¡Estoy frito! No estoy preparado para presentarme — Habla en un tono alterado y sigue despeinado su cabellera — Ya de por sí estar con Wasuke es incómodo — habla resignado — no me imagino estar en el mismo lugar con todos los hermanos se Yuuji — su ánimo va cambió a la vez que piensa diferentes cosas — pero si es por Yuuji, vale la pena ¡Joder que sí! — su voz suena algo animada a la vez deja de despeinarse — pero está el más raro de ellos ahí — su voz decae un poco — no me siento cómodo estando cerca de él.
Satoru se calla por un momento, intentando frenar sus pensamientos para buscar una forma de aclarar su mente frenética, deja salir un suspiro y pasa la palma de su mano en su cabello, dos veces para ser exacto, logrando peinarlo hacia atrás.
Mi Yuuji lo vale. Sí, que sí.
Intenta calmarse un poco.
Las feromonas del albino de un olor agrio y amargo delantal su angustia al ser presentado tan formal ante toda la familia de su pequeño Omega.
Choso solo deja salir una sonrisa al ver el nerviosismo de uno de los alfa más aclamados en la sociedad actual.
Satoru se ha visto tan tranquilo y sereno en esos grandes eventos que son transmitidos en vivo, pero ahora casi está que huye por la izquierda a estar al frente de toda la familia de su destinado, traga grueso y se acomoda la ropa.
Choso deja de posar su vista en Satoru para ver al azabache que ha estado callado todo el tiempo, el joven parecía estar tan desconcertado o retraído con gesto de incredulidad en su máxima expresión acompañado de una boca completamente abierta.
— ¿Estás bien? — le pregunta a Suguru, el cual no contesta y sigue perdido en su sub-consiente.
Choso deja de posar la mirada en el amigo de Satoru al escuchar el rechinido de la puerta detrás de él abriéndose.
— ¿se quedarán toda la tarde en el porche? ¿O entrarán?— Wasuke los ve con una mirada aguda y los dos (ya que Suguru estaba perdido en su incredulidad) afirman con la cabeza. Wasuke se mueve de lado dando espacio para que pasaran.
— Desde la cocina podía escuchar tu escándalo — le hablo al albino cuando le pasó, por un lado.
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𝓵𝓪𝔃𝓸 [Goyuu]
FanfictionSatoru Gojo se percató de que el destino puede ser impredecible y caprichoso. Enfocó su atención en un punto rosa que resaltaba claramente a su mirada perspicaz, y su instinto animal salió a la luz, reclamando al pequeño Omega como propio. En ese in...