— Dejar a un niño moribundo en la calle, ¿te parece agradable? — un aire de disgusto arreciaba por el estrecho lugar.
—¡Ahhh! ¡Eso! — Lleva una mano a su cara para ocultar su sonrisa — Solo esperaba que perdiera la consciencia — hizo una clase de cara con aire de lástima para buscar alguna forma de simpatizar con el presente — Verás, Sukuna es muy terco.
El albino la ve con desprecio, un remolino de varios sentimientos no gratos empieza a escalar en su cuerpo. Se imaginó que fue cosa del destino y el azar que sea Sukuna el que estuviera pasando tan desagradable momento y no su pequeño Yuuji. Dentro de Satoru tres sentimientos se combatían entre sí: alivió, rabia y celos; El Alivió era de cierta medida que fuera el gemelo mayor el que estuviera pasando el infierno, Satoru pudo deducir que el abandono no era lo único que vivía el pequeño gemelo, sino que intuyo algo más oculto detrás de la vestimenta del cachorro, todo esto fue en el momento que le dio una mirada a rápida a Sukuna cuando este estaba en los brazos de Choso, algo que él mismo reconocía y sabía de antemano, un recuerdo fugaz de su padre llegó a él.
Otro sentimiento que llegaba a casi opacar su alegría eran los celos, esos malditos celos irracionales que crecían a ver como el pequeño Yuuji ocupaba toda su atención en su Gemelo y para el colmo sus celos iban de la mano con la rabia; rabia al no poder hacer nada calmar el malestar que estaba sintiendo su omega, rabia al ver como el pequeño solo tenía la vista puesta en su hermano, rabia al ser completamente ignorado y opacado por el gemelo maldito. Dentro de él sabía que eran unos pensamientos egoístas, pero no podía dejar que su ira lo cegara por completo.
— Gracias a tu estupidez, mi lindo Yuuji andaba enfocado en hermano — su voz suena como algún tipo de reclamo.
La mirada de la mujer se ilumina al escucharlo.
— ¿Entonces? No estoy equivocada — La mujer baja su mano y deja a la vista un semblante de superioridad ante Satoru, dejando en claro que tenía un as bajo la manga.
— ¿Y si fuera así? ¿Qué harás? — le pregunto sin decencia.
— ¿Quién diría que el líder de un clan tan poderoso tenga una fijación en niños?, las noticias corren rápido, además no sería buena publicidad para ustedes— Una sonrisa de deleite y su mirada la describen como si tuviera todo el control, deja salir sus feromonas agrias y saladas en el estrecho callejón, todo para lograr amedrentar al más joven, Esta era una estrategia simple que siempre aplicaba, la extorsión y el chantajismo fue su manera de sobrevivir en el bajo mundo donde convivía y si las cosas no salían como ella quería, podía usar su atractivo sexual para completar.
Gojo pudo sentir las feromonas ajenas, dejaban en claro que se trataba de un alfa, pero Satoru pudo sentir también un leve olor dulce, la descarada mujer intentaba... ¿Intimidarlo? Satoru ríe por el atrevimiento.
— ¿Sí? — Satoru no deja ir su sonrisa simple y continua hablando — Crees que, ¿alguien le haría caso a una prostituta? Y para el colmo, una que abandonó por completo a todos sus hijos — Satoru saca una mano del bolsillo y mueve su dedo índice en forma de negación — ¡Vamos Madre!, debes de ser más inteligente — al decir lo último una mirada asesina se refleja en sus hermosos ojos.
La mujer retrocede un poco.
— Tú misma lo dijiste, ¿no? Un clan tan poderoso, también tiene varios contactos en diferentes medios.
El semblante de la mujer cambia drásticamente y empieza a temblar levemente.
— Lo dice un mocoso que siempre vivió en una cuna de oro y protegido por su clan — en su mirada dejaba en claro la frustración que tenía.
ESTÁS LEYENDO
𝓵𝓪𝔃𝓸 [Goyuu]
Fiksi PenggemarSatoru Gojo se percató de que el destino puede ser impredecible y caprichoso. Enfocó su atención en un punto rosa que resaltaba claramente a su mirada perspicaz, y su instinto animal salió a la luz, reclamando al pequeño Omega como propio. En ese in...