𝓵𝓪𝔃𝓸 [Goyuu]

~𝟑𝟎~

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— ¿Cómo pueden estar tan calmados con lo que Yuuji piensa hacer?— pregunta sin mucha discrepancia a la vez con un tono de rabia Kechizu, el pequeño cerebro del joven, no puede, no quiere procesar todo lo que está ocurriendo — Incluso el abuelo se está tomando esto muy a la ligera. El joven dirige su mirada desaprobación hacia el viejo Wasuke, el cual desvía la mirada al escuchar al más joven. El mayor quiere reprocharle por ser tan terco, pero no puede, no encuentra las palabras adecuadas para llegar a Kechizu.

— Ustedes —Ahora el joven se dirige a los que no son de la familia — Deberían de salir de aquí — le indica a la vez. Nanami y Shoko solo dirigen su mirada hacia Satoru a la espera de alguna respuesta. El albino andaba cabizbajo sin saber qué hacer.

El hermano mayor, al terminar de hablar, cambia de foco para ver a su pequeño hermano entre sus brazos.

Yuuji lo ve con un puchero marcadamente en su rostro, algo era claro, en el lugar había varias personas que compartían el mismo semblante de frustración, pero acompañado de pensamientos diferentes.

El pequeño Yuuji se siente con duda por todo lo que pasó, ¿Su hermano estaba molesto por lo que decidió? O tal vez ¿No debía meterse en la conversación de los adultos? Su abuelo lo regañaba cada vez que lo hacía, pero Yuuji, estaba completamente seguro que los mayores hablaban de él y Satoru, entonces, Él debía tomar la decisión ¿No? Su omega le reprocha, pero no sabe qué hacer, tiene tantas preguntas sin ninguna respuesta clara.

Satoru por su parte duda, en su interior a la vez, se encuentra peleando y regañando a su afanoso alfa, le reclama por haberlo dejado en el banquillo noqueado mientras que su alfa había tomado todo el control.

Te dejo todo preparado, solo debías hacer una cosa. Le reclama.

Sigues con eso, se queja el albino. Es un niño.

Mi omega me estaba cediendo el permiso, le replica. No forcé nada.

¡Maldita sea!

Claro, aquel ser más antiguo lo amonesta por haber perdido su oportunidad, aun con el debate interno Satoru dirige una mirada escondía hacia Yuuji, en su interior quiere, no, desea ver nuevamente esa parte demandante de su omega.

Por otra parte, Kechizu también se encuentra en estado de alerta, no sabe qué es lo correcto, se echó, se siente perdido al no comprender bien la relación de Α y Ω. Solo sabe cosas vagas como; las feromonas, el sexo y la marca durante este proceso, pero nada más, nunca fue de su interés y en ese preciso momento, se arrepiente el no haber terminado sus estudios cuando Choso se lo había reprochado en muchas ocasiones en antaño, pero ¿quién le iba a recriminar? Si lo importante en ese entonces era el bienestar y el cuidado de sus hermanos más pequeños, lo que había pasado con Kosso fue lo suficientemente traumático para que volviera a pasar.

Kechizu deja salir un suspiro para aliviar un poco su estrés, ve que su pequeño Yuuji y con cuidado toca ligeramente el cuello asegurándose que nada había alterado esa zona sensible. Kechizu se siente frustrado por todo este asunto y la tristeza invade su semblante.

¿Cómo puede cambiar el destino de su pequeño hermano?

El pequeño reacciona al tacto de la mano de su hermano y tiembla un poco.

— ¡Her-hermano! ¡Hermano! — Nouranso llama a Kechizu, el cual deja de ver a Yuuji para dirigir su mirada a su hermano con duda en la cara — !N-no hagas eso! — El habla de Nouranso se escucha entrecortado y con miedo.

— ¿Qué? — Pregunta aún más dudas por el repentino comportamiento de su hermano, además vio cuando su hermano hizo ese gesto raro con su mirada, sin pena ni gloria se voltea a ver al joven Gojo y un ligero temblor se escapa de su cuerpo de forma involuntaria y gira su rostro de forma rápida.