Satoru estaba sentado en una banca del parque, a su lado el adorable Yuuji degustaba alegremente el helado que sus hermanos le habían comprado. Satoru usa su pulgar en zonas como los cachetes regordetes para limpiar el exceso del dulce en la cara del pequeño, impidiendo de esta forma que Yuuji no se manchara o hiciera un desastre con el helado que poco a poco se iba derritiendo.
Yuuji pudo observar cómo en esta ocasión el albino limpiaba la comisura de sus labios y llevaba su pulgar a su boca, en la cara de Satoru pudo observar ¿Deleite? ¿Alegría? O era una combinación de ambas. Un pensamiento puro llegó a su cabeza. ¿Tal vez Satoru quiere un poco de helado? Se plantea a la vez que muerde un poco y traga con cuidado.
— Satoru ¿quieres un poco? — le ofrece acercando de forma alegre el helado.
Un ligero carmesí invade la cara del joven. Un júbilo que no puede explicar, invade su ser, siente como su ser más primigenio se alza, el pensamiento de compartir un beso indirecto con su omega lo entusiasma. Ve el brazo extendido del pequeño y se acerca con una cautela de depredador, a la vez alza su mirada perspicaz hacia Yuuji.
Al pequeño se le escapa un ligero temblor, la reacción no es por miedo, sino por impresión, al ver los ojos celeste de Satoru noto un brillo antinatural, aunque fue ligero y muy tenue jura que vio un color dorado alzarse en ese azul irreal.
El carraspeo de garganta de uno de los trillizos los hizo salir de esa típica burbuja que siempre hacían a su alrededor, con pesadez Satoru aparta la mirada de Yuuji para alejarse y ver con fastidio a los otros jóvenes.
Los trillizos rodeaban a ambos y murmuraban cosas que Satoru no quiso prestar atención hasta qué...
— Así que — El llamado Shoso fue el que empezó hablar con el joven — Eres como el Sugar Daddy de Yuuji ¿No?
— ¡Hermano! —Sanso también empieza a hablar — Eso mismo estaba pensando — al decir esto, golpea la palma de su mano con un puño.
— ¡¿Qué demonios?! — la voz de Satoru suena exasperada.
— ¿Huga addy? — repite inocente Yuuji a la vez que mira con curiosidad a Satoru.
— ¡Así es! Yuu Yuu— la voz de Kosso sonaba alegre, al escuchar a su pequeño hermano repetir aquellas palabras.
— ¡¿Qué?! — Satoru se escandaliza más, y tapa de manera rápida los oídos al pequeño. A la vez que un sudor frío empezó a salir por su cuerpo, escuchar a su omega decir tan horribles palabras lo hizo estremecer y de manera violenta dirigió una mirada de enojo hacia los trillizos.
— ¡Dejen de decir tonterías! — los reprende a los tres — No ven que anda repitiendo todo lo que dicen.
Los trillizos solo miran con curiosidad la reacción repentina del joven y estallan en una carcajada sincronizada.
Yuuji solo ve curioso todo lo que estaba pasando, aunque no puede escuchar que le estaba diciendo el joven a sus hermanos, sonríe por debajo al entender más o menos que estaba pasando. Sus hermanos solo se estaban burlando de manera estrepitosa del joven y él, sin querer, él había colaborado en el acto. Todo el asunto le hizo recordar cuando por culpa de sus tres hermanos, Sukuna empezó a llamar al abuelo «Viejo».
En un momento uno de los trillizos señala a Yuuji con el dedo y dice algo que el más joven no logra escuchar, a la vez que se voltea un poco y ve a alguien. Satoru con cuidado aleja sus manos del pequeño y mira resignado a los chicos, el peculiar uniforme que visten delata su estatus dentro la sociedad, se notaba que provenían de una familia con dinero.
— ¡Eh! Yuu Yuu — Kosso llama la atención del más joven — ¿ella es la Sra Aiko? — Señala hacia un grupo de madres reunidas.
Yuuji se mueve a un lado para ver mejor.
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𝓵𝓪𝔃𝓸 [Goyuu]
FanfictionSatoru Gojo se percató de que el destino puede ser impredecible y caprichoso. Enfocó su atención en un punto rosa que resaltaba claramente a su mirada perspicaz, y su instinto animal salió a la luz, reclamando al pequeño Omega como propio. En ese in...