~ 𝟎𝟒 ~

12.5K 1.2K 835
                                    

En el parque era usual ver madres con sus cachorros, ir y venir, gente ejercitándose, ancianos observando el paisaje e incluso grupos haciendo diferentes deportes, pero ver a una persona tan joven y vestido de traje sentado en un banquillo como si estuviera derrotado era algo nuevo, en especial para la comunidad de aquel lugar.

¿Cómo había llegado? era lo que se preguntaba mentalmente, simple, todo aquello fue por impulso, su plan de mantenerse a raya y lejos se fue al traste, su alfa le decía a grito que debía de encontrarse con el pequeño.

Observó nuevamente el parque, no era muy grande. Este se encontraba en una zona residencial bastante amplia. Tal vez fue muy temprano ese día, de seguro el niño estaba en clases o quizás jugaba en la tarde. No sabía a qué hora y día frecuentaba el punto; simplemente una pérdida de tiempo.

¿Debería de decirle a Suguru para vigilar el sitio? Descarto la idea, no quería involucrar a la gente del clan. Además, siempre llegaba tarde a la mansión, pasar todo el día en el parque, no molestaría a nadie.

*

**

***

Satoru estaba frustrado, el dulce no lo estaba ayudando a calmar su paciencia, parecía más un animal que cualquier otra cosa, todo le molestaba, todo lo irritaba, el olor agrio y amargo lo acompañaban, gruñía de la nada y la tensión estaba presente donde iba.

¿Tal vez lo hubiera evitado? ¿No lo quería ver? ¿O el destino era un hijo de puta que le reveló todo en aquel día y después lo llevó de la nada? Se la pasaba maquinando cosas absurdas.

— ¡Se pueden ir al diablo! — Dijo molesto y abandonó el lugar.

Se encontraba en plena reunión del clan, los viejos se le quedaron sorprendidos por la actitud del menor, pero lo más raro del asunto era que, nadie había hablado, la reunión ni siquiera había empezado y ya el líder se había retirado.

Nanami tenía una idea, pero dejaría que el menor resolviera su problema. Dentro del clan era el único que sabía lo que estaba pasando el albino.

Llevaba desde el lunes yendo al parque, pero le era imposible dar con el pequeño o el anciano que lo acompañaba, pensó un poco en el mayor, intentó recordar algo para identificarlo, pero nada, no recordaba para nada el anciano ¿Cómo no? Su atenció...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Llevaba desde el lunes yendo al parque, pero le era imposible dar con el pequeño o el anciano que lo acompañaba, pensó un poco en el mayor, intentó recordar algo para identificarlo, pero nada, no recordaba para nada el anciano ¿Cómo no? Su atención estaba completamente en el niño.

Al principio la gente era un poco recelosa con la llegada del adolescente al sitio, pero viéndolo tan seguido se empezaron a acostumbrar a su presencia, en ocasiones algunos niños se le acercaban para hablar o saludar.

Se volvió a quedar hasta tarde en el lugar, se estaba resignando un poco.

Tenía que llevárselo esa vez.

Abarcó todo el banquillo con sus brazos y se dispuso a ver el cielo casi nocturno ¿Qué más debía hacer para encontrarlo? ¿Tal vez recorrer un poco el vecindario? ¿O preguntarle a los más pequeños? Esto último se lo planteó varias veces, tal vez con preguntas simples y discretas podía sacarle un poco de información a los niños del lugar, pero no se sentía cómodo con esa acción.

𝓵𝓪𝔃𝓸 [Goyuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora