9. Marek

15.2K 1.8K 469
                                    

—Papá ¿Qué haces aquí? —Alek baja su arma y la guarda en la parte de atrás de la cintura del pantalón.

—Sigo siendo el dueño de este lugar, puedo venir cuando quiera. —El acento de Marek me recuerda a cierto árabe, ambos hablan gracioso.

—Por supuesto papá.

—¿Me puedes decir que está pasando? ¿Qué es todo ese relajo que vi fuera de la caverna?

—Tenemos un problema. Alguien atacó a las esclavas durante la prueba de elección, ya revisamos pero no hallamos al culpable.

Marek arquea una ceja, camina en círculos alrededor de su hijo y de pronto le da una bofetada. Khan y yo nos quedamos petrificados, nos miramos el uno al otro, ambos nos cuestionamos si deberíamos desaparecer o mejor ni movernos para no llamar la atención.

Optamos por la segunda opción, yo ni siquiera respiro.

—Ser el responsable de este lugar no es sólo revolcarse con las esclavas Alek, también debes protegerlas y tú hijo mío eres un pendejo en ese sentido. —El tono de voz frío de Marek es terrorífico.

—Papá, es la primer vez que sucede esto, nunca les ha pasado nada a las chicas bajo mi cuidado.

—¿Entonces porque hay una mujer embarazada en este momento? En ese sentido también hay que cuidarlas.

Abro los ojos desmesuradamente, ¿Una de las esclavas está embarazada? ¿Quién?

Repaso mentalmente todas las mujeres que hay en la mazmorra, no me imagino quien podría ser, la embarazada debe tener poco tiempo, no hay ninguna barrigona aún, a menos que sea una de la cloaca, pero no, ellas aún no tienen estatus, no atienden clientes,

¿Será posible que un guardia?

No, no creo que sean tan estúpidos de hacer una pendejada tan grande.

—¿Cómo lo supiste papá?

—Yo sé todo lo que pasa aquí aunque no esté presente.

—Resolveré ese problema esta misma noche.

—¿Ah sí? ¿Qué harás? ¿Traerás un doctor para que le quite el problema a la mujer esa?

Me tapo la boca con ambas manos, ellos piensan deshacerse del "problema".

—¿O vas a liberarla? —En los ojos del viejo árabe puedo ver un deje de furia mezclada con tristeza.

—Ni uno ni otro papá, ya tengo la solución que no implica traer un médico, aunque se que podría contar con el apoyo de Rutilus.

—Mas te vale resolverlo bien Alek, no querrás que tú madre tome cartas en el asunto.

—No papá, mamá no tiene porqué enterarse de esto.

Marek vuelve a caminar, de pronto repara en nuestra presencia, se detiene frente a mí e inexplicablemente me acaricia el rostro. Khan nos observa con la boca abierta, Alek con el ceño fruncido, yo simplemente estoy estupefacta.

—Preciosa Nath —murmura Marek.

Saydaa —contesto bajando la vista.

—No, déjame ver esos ojos por favor. —Coloca la mano en mi mentón y alza mi cara.

La expresión en la cara de Marek me confunde, en el pasado en algunas ocasiones lo había sorprendido mirándome con intensidad pero él nunca se me acercó, nunca me tocó ni reclamó mi cuerpo como lo hizo con algunas otras esclavas.

—Papá... —Alek habla con tiento.

—Cállate.

La forma de mirarme y la voz que utiliza con su hijo me esta poniendo en verdad nerviosa, más de lo que pudiera recordar ¿Qué tanto me ve Marek? Hace años que yo estoy aquí, aproximadamente hace dos años le cedió a su hijo el control del burdel, pero en los años anteriores jamás se comportó como ahora.

PENUMBRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora