La entrevista

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Pasaron unos meses desde que volví a Londres.

Kate tenía una entrevista de trabajo en una empresa pero estaba enferma.
-¿Podrías hacerme el favor y ir en mi lugar?- dijo ella sonándose la nariz -te estaría muy agradecida-
-Está bien- dije sonriendo -Puedo ir luego a ayudar en la ferretería, me pilla de paso-
-Gracias cielo- dijo ella tosiendo -Aquí tienes todas las preguntas que debes hacer y mi grabadora-
-Vale- dije sonriendo.
-Suerte- dijo abrazándome.

Agarré mi bolso y fui a la dirección que me había dado Kate.
Al llegar me encontraba frente a un edificio de varios pisos de altura, Tomé el ascensor y subí a la última planta.
La sala estaba llena de mujeres muy lindas y de todas las edades, tomé asiento en uno de los sillones de piel.
Una mujer rubia iba llamando a cada chica por su nombre y apellido, al salir todas las chicas suspiraban y se mordían el labio, lo cual me parecía muy raro.

Estaba repasando por quinta vez las preguntas que Kate me había dado cuando la chica dijo el nombre de Kate, me levanté y fui hasta ella.
-Vengo en su nombre- dije -está enferma, pero me a pedido grabar la entrevista-
-Espere aquí- dijo la chica entrando de nuevo en el despacho.
-Vale- dije sonriendo levemente.
La joven salió a los pocos minutos y me permitió entrar en aquel despacho.

Era un despacho muy amplio, con un gran ventanal desde el cual se observaba toda la ciudad de Londres. La paredes estaban pintadas de un color gris muy pálido, los muebles eran de color negro y blanco, y tras una norme mesa de cristal había una silla de cuero negra donde un hombre de semblante serio e intimidante estaba sentado contemplando unos documentos.

De repente sus hermosos ojos se clavaron en mi haciendo que me quedase petrificada, nunca había visto unos ojos como aquellos, eran azules con toques de verde y marrón... simplemente hermosos y capaces de hipnotizarte con tan solo un simple vistazo rápido.
-Bien señorita Mason- dijo el hombre con una voz grave y sensual -siéntese-
-En realidad no soy la señorita Mason- dije mientras me sentaba en un sofá blanco -ella es mi compañera de piso-
-Bueno- dijo juntando sus manos frotando suavemente sus perfectamente curvados labios -¿Cuál es su nombre completo señorita?-
-Me llamo (T/N)______-dije observando como se levantaba y se ponía frente a la mesa agarrando el borde -(T/N)____ (T/Apellido)______-
-Bien señorita (T/Apellido)______- dijo aquel apuesto hombre -yo soy Benedict Cumberbatch, supongo que ya sabrá quien soy yo-

De pronto me di cuenta de quién era él.
El universo había dado un giro de 180 grados tan solo para darme la oportunidad de conocer al tal Cumberbatch por el que todas las mujeres se derretían y soñaban con conquistar.
-Si, por supuesto- dije con una leve sonrisa mordiendo suavemente mi labio inferior -¿Le importaria si le hago unas preguntas y las grabo para que la señorita Mason las escuche?-

Ante aquel gesto pude notar como su cuerpo se tensaba y como sus manos apretaban con algo de fuerza el borde de la mesa
-Claro que no- dijo con una sonrisa ladeada.
-Bien- dije aclarándome la voz -¿De cuantas horas trataría el trabajo?-
-Pues el trabajo sería de ocho horas- dijo -¿algo más?-
-Si- dije yendo a la segunda pregunta -¿Va a pagar las horas extra?-
-Depende de como se esfuerce para ello- dijo con un tono algo extraño.
-Ammm- dije leyendo otra pregunta- esto no tiene nada que ver no sé porqué lo tiene aquí-
-Adelante- dijo Benedict sonriendo de lado mientras se sentaba en un sofá de color blanco individual a mi lado -pregunte sin miedo-
-¿Es usted gay?- dije notando como mis mejillas se volvían de color rojo-
-No- dijo él riendo -no lo soy. Me gustan demasiado las mujeres-
-Genial- dije dándome cuenta del tono emocionado que había utilizado ante aquella respuesta -quiero decir que eso esta bien-

Benedict agarró los papeles lo leyó por encima y comenzó a escribir en ellos respondiendo a las preguntas, gesto ante el cual me sorprendí.
-Bien- dijo él - ya tienes todas tus preguntas respondidas. Ahora es mi turno de preguntar-
-Está bien pregunte lo que quiera- dije.
-¿Está soltera?- dijo Benedict examinándome de arriba abajo con la mirada.
-Si- dije algo sonrojada.
-Has terminado la carrera hace poco...- dijo él frotándose suavemente la barbilla -¿Querrías trabajar aquí?-
-¿Aquí?- dije sorprendida -pero si yo no...-
-Lo sé- dijo riendo levemente- no te has presentado para hacer la entrevista, pero soy un hombre con unos gustos... peculiares-
-Si- dije -podría trabajar aquí perfectamente-
-Perfecto- dijo sonriendo extendiéndome una tarjeta -este es mi número, comenzarás el lunes a las 9-
-Está bien- dije levantándome de mi asiento -ha sido un placer conocerle señor Cumberbatch-
-Llámame Benedict- dijo estrechando mi mano.

Benedict me acompañó hasta el ascensor y avisó a una de las empleadas para que dijera que el puesto estaba ocupado.
Nos miramos una ultima vez a los ojos, sus ojos me hacían perderme completamente, era como si el tiempo se parase.
-(T/N)______...- dijo él.
-Benedict- dije antes de que las puertas se cerrasen

Abandoné aquel enorme edificio, me sentía como si flotase en una nube.
Sin lugar a duda aquel hombre causaba en mí una extraña sensación, pero no sabía hasta que punto podría hacerme sentir como si estuviese en el mismísimo cielo.

Oscura tentación (Benedict Cumberbatch y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora